sábado, 16 de junio de 2012

El jefe perfecto-reflexión


 Había como 70 científicos trabajando en un intenso proyecto. Todos estaban realmente frustrados debido a la presión del trabajo y las demandas de su jefe, pero todos se mantenían leales a su jefe y no pensaron en abandonar sus trabajos.
Un día, un científico se acercó al jefe y le dijo: “Señor, le prometí a mis hijos que les llevaría a la exhibición en el pueblo, así que quiero salir a las 5:30 PM”.  Su jefe contestó: “Está bien, puedes irte temprano hoy”.
El científico comenzó a trabajar.  Continuó trabajando después de almuerzo.  Como siempre, se involucró tanto que sólo miró su reloj cuando sintió que estaba cerca de terminar.  La hora fue 8:30 PM.  De repente recordó la promesa hecha a sus hijos.
Buscó a su jefe pero no estaba por allí.  Habiéndole notificado en la mañana, cerró todo y se fue para su casa.  En lo profundo de su ser se sentía culpable de hacerle fallado a sus hijos.  Llegó a casa y sus hijos no estaban.
Su esposa estaba sentada en el pasillo leyendo revistas.  La situación era explosiva; cualquier conversación podría tener un efecto boomerang.  Su esposa le preguntó: “¿Quisieras tomar café o quieres la cena de una vez, si tienes hambre?”
El hombre respondió: “Si quieres tomar café, yo también… pero, ¿y qué de los niños?”  Su esposa contestó: “¿No sabes?  Tu jefe llegó aquí a las 5:15 PM y llevó a las niños a la exhibición.
Lo que pasó en realidad fue lo siguiente.  El jefe, que le había dado permiso, le observaba trabajar con mucha seriedad a las 5.00 PM.  Pensó para sí: esta persona no va a dejar su trabajo, pero si se lo prometió a sus hijos, ellos deberían disfrutar de la visita a la exhibición.  Así que tomó la iniciativa de llevarlos a la exhibición.
El jefe no tenía por qué hacerlo siempre.  Pero una vez hecho, se estableció la lealtad.  Esa es la razón por la que todos los científicos en la empresa continúan trabajando para ese jefe a pesar de que el estrés es tremendo.
De paso, ¿pueden adivinar quién era el jefe?  No era otro que el cerebro detrás de los exitosos programas de proyectiles y armas nucleares de la India.
Dr. APJ Abdul Kalam, ex Presidente de la India.

El pensamiento de hoy nos viene como un regalo desde la India.  Pero antes de que alguno pudiese pensar que su aplicación queda comprometida por las diferencias culturales, es necesario enfatizar que el principio de lealtad y solidaridad que la narración plantea son de carácter universales.
A veces nos preguntamos por qué los miembros del equipo no parecieran rendir más o identificarse más con la visión (a pesar de que se las repetimos hasta la saciedad y estamos convencidos de que la comprenden y abrazan).  Tal vez la razón sea la falta de compromiso humano que los demás perciben en nosotros.  Tal vez este supervisor indio tenga mucho que decirnos hoy… pongamos atención.

Me miraré en el espejo de Tu Palabra-vídeo

Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural;  él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:23-25
La Biblia también actúa como una lupa, dándonos una vista a corta distancia de dos imágenes. Primero, y lo más importante, refleja la gloria del Señor de la misma forma en que una lupa gigante le permite a los astrónomos ver objetos en el cielo a través de un telescopio.
Las estrellas que son apenas perceptibles a simple vista debido a su distancia física de la tierra se ven más cerca a través de las lentes del enorme espejo. En forma similar, la Palabra de Dios, que está “muy cerca de ti” , nos ofrece una mirada directa de Dios, quien habita en otras esferas del cielo y quien, por consiguiente, está prácticamente distante de nosotros.
A medida que descubres y examinas la información de la Biblia, ésta te presentará la verdad acerca de Dios: cómo es Él en cuanto a personalidad, carácter y actividad.
El espejo de la Biblia no tiene deformaciones o distorsiones. Está completamente liso y perfectamente formado para reflejar una imagen exacta de Dios. La imagen contorsionada que muchas personas tienen de Dios viene de sus propias impresiones, no de las páginas de la Biblia.
A veces algunas personas bien intencionadas sacan de contexto unos cuantos versículos de la Biblia e intentan interpretar los caminos de Dios a la luz de una pequeña porción del espejo completo. Si la lente del espejo no está lisa, la deformación de la lente crea una distorsión en el reflejo amplificado. Cada versículo de la Biblia debe verse a la luz de toda la Biblia; las historias o los versículos individuales pueden malinterpretarse si se consideran aisladamente.
Fíjate en los contrastes entre lo que la Biblia dice y lo que tú piensas, sientes o cómo actúas. Cuando ubiques esas diferencias, pídele al Señor que te cambie. Lee basándote en cuatro niveles básicos: a) literal: lo que Dios dice o hace en las vidas de personas reales; b) temático: principios y acuerdos respecto a las formas en las que Dios trabaja; c) profético: promesas respecto a lo que Dios hará en el transcurso de la historia humana; y d) personal: puntos de instrucción y motivación para tu propia vida.
Cuando llegues a pasajes que no entiendas, pon un signo de interrogación en el margen y sigue leyendo. No te quedes atascado. Sólo significa que en este momento el Señor no está hablándote con esos versículos.
Busca cualidades o atributos en las vidas de los personajes bíblicos claves que se parezcan a ti. Luego pregunta si esas cosas son buenas o no tan buenas, dependiendo de cómo trató Dios con ellas en la historia bíblica.  Medita en lo que lees al pensar en eso a través del día. Te asombrará cuántas cosas de tu vida te mostrará Dios a medida que reflexiones sobre Su Palabra.
Hoy dejaré que la Palabra de Dios, tal como un espejo, me muestre lo que tiene que ser corregido.
Señor, esta tu bendita palabra es como un espejo que refleja con claridad de cristal lo que en mi vida necesita ser corregido. Hoy quiero que me corrijas con tu palabra. Amén.

Hoy… Andaré en Tu ley-vídeo

Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo. Salmos 119:165.
Sí, un amor verdadero al Santo Libro nos proporcionará una inmensa paz cuya frente es Dios mismo. El vivir constantemente en la compañía de la ley de Dios producirá en nuestros corazones una tranquilidad tan grande cual ninguna otra cosa podrá proporcionárnosla.
El Espíritu Santo obra por medio de su Palabra como un Consolador cuya bienhechora influencia calma todas las tempestades del alma. Nada es capaz de hacer caer al hombre en quien habita la Palabra de Dios con abundancia. La cruz de cada día es su mayor delicia. Está preparado para la dura prueba, la cual no es para él una cosa extraña que le deje completamente abatido. 
Tampoco tropieza en la prosperidad como otros muchos tropiezan, ni cae aplastado bajo el peso de la adversidad, porque está muy por encima de las circunstancias que le rodean. Cuando el Señor pone delante de su mente algún misterio de la fe que hace decir a otros: "Dura es esta palabra, ¿quién la puede oír?", el creyente lo acepta sin discutir, porque las dificultades que pueden surgir en su mente se desvanecen ante el temor respetuoso de la ley del Señor, que para él es la autoridad suprema a la que se somete con alegría.
Señor, danos este amor, esta paz y descanso en este día.
Hoy recordaré que la única seguridad que tengo en mi vida es cuando ando en tu ley y vivo en tus principios.
Señor, ayúdame a vivir guiado por tu palabra hoy. Amén.

Reflexiones – Por favor papi, mami.

“Mis manos son pequeñas y por eso se me derrama la leche aunque no quiera”.
“Mis piernas son cortas, por favor, espérame y camina más despacio, así puedo andar contigo”.
“No me pegues en las manos cuando toco algo lindo y de color brillante. Es que quiero aprender”.
“Por favor, mírame cuando te hablo. Así sé que me estás escuchando”.
“No me regañes todo el día… Déjame equivocarme sin hacerme sentir estúpido”.
“No esperes que el dibujo que pinte sea perfecto… Ámame por haber tratado de hacerlo bien”.
“Recuerda que soy un niño, no un adulto pequeño… A veces no entiendo lo que me dices”.
“Te quiero tanto… por favor, ámame por lo que soy, no por las cosas que hago”.
“No me rechaces cuando estés molesta conmigo y vengo a darte un beso… Me siento solo, abandonado y con miedo”.
“Cuando me gritas, me asusto… Por favor, explícame que he hecho”.
"No te enfades cuando en la noche las sombras y la obscuridad me dan miedo, y me despierto y te llamo. Tu abrazo es lo único que me devuelve la paz”.
“Cuando vamos a las tiendas no sueltes mi mano… Temo perderme y que no me encuentres jamás”.
“Me siento muy triste cuando papá y tú discutís… A veces pienso que es por culpa mía y se me encoge el estómago y no sé qué hacer”.
“Muchas veces veo que abrazas y acaricias a mi hermano… ¿Lo quieres más que a mi?.
“Me regañaste cuando rompí mi juguete favorito y me eché a llorar; yo estaba triste y peor que tú… No lo hice a propósito y me quedé sin él”.
“Te molestaste porque me ensucié jugando… Pero la sensación del barro en mis pies era tan rica y la tarde tan linda…”
“Me meten miedo con el infierno y no sé lo que es… Debe ser algo tan terrible como estar sin ti”.
“Aunque me dejaron con los tíos y lo pasé bien, les eché mucho de menos toda la semana… Ojalá no hubiera vacaciones para los papás”.
“Hoy te sentiste mal y yo me preocupé mucho. Traté de entretenerte con mis juegos, y me dieron un par de azotes en el culo y me sacaron de tu lado… Me fui a un rincón a llorar… ¿Que haría yo si tú te murieras?”.
“Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron".
Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: 
“Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos”. Marcos 10:13-16

Verdadero amor-reflexión con vídeo

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí .
Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado.
-Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: 
-”Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé:
-”Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es… ”
Efesios 3:19 “Y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.”
1 Juan 4:8 “El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor.”
El amor puro y verdadero nacido en el corazón de Dios, donde el compromiso se conjuga en el matrimonio como fruto del perfecto plan de Dios.