domingo, 31 de mayo de 2015

¿Crisis de Fe?

Hubo un hombre que preparó el camino del Señor…, Juan el Bautista. Juan, cada vez que podía, decía…¡mírenlo, Él es el Mesías, el Salvador del mundo! Juan anunció a Jesús como el Hijo de Dios.
Pero llegó un momento en que Juan fue tomado preso y se preparaba para ser decapitado… Entonces, desde la cárcel, Juan envió a dos de sus aprendices hacia donde estaba Jesús a preguntarle… ¿eres tú el Mesías o esperaremos a otro?
crisis¿Qué pasó después con Juan?, ¿días atrás, no estaba anunciando a Jesús como el Mesías?, ¿que pasó con su fe?
La situación había cambiado, antes Juan proclamaba, en la libertad del desierto, que Jesús era el Mesías, pero ahora estaba preso y a punto de morir… y entonces falló su fe por un momento.. Honradamente, todos hemos pasado por crisis de fe. Todos nos hemos preguntado si realmente Dios existe…si realmente tiene o no cuidado de nosotros.
Pero Jesús envió una respuesta amorosa… Díganle a Juan, que los enfermos son sanados, los muertos resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio… Díganle a Juan, bienaventurado aquel en que no haya tropiezo en mí. Lo que quiere decir, bienaventurado el que no se ofende por la forma en que yo hago las cosas…
Tal vez te hayas sentido ofendido por la forma como Dios obra... tal vez no entiendas algunos asuntos… pero el Señor te pide que no te ofendas por su forma de proceder.
Juan, al oír el mensaje, sintió gozo en su corazón. Aún en el momento más oscuro al final de su vida, debió haber pensado : ¡Si, Él es el Mesías y yo anuncié su llegada!

El Frasco de Pepinillos

Pasaron los años. Acabé en la universidad y tomé un empleo en otra ciudad. Una vez, mientras visitaba a mis padres, usé el teléfono de su habitación. Pero observé que aquel frasco de pepinillos vacío que antes yacía allí, no estaba. Había servido para su propósito y ahora estaría en otro lugar..
Y sentí cierta preocupación al contemplar el lugar, junto a la cómoda, donde el frasco siempre había estado. Mi papá es hombre de pocas palabras; nunca me sermoneó sobre los valores de la determinación, perseverancia y fe. El frasco de pepinillos me había enseñado todas esas virtudes mucho más efectivamente, que las palabras más elocuentes pudieran haberlo hecho. Con cuánto cariño recuerdo a aquel viejo frasco y el lugar que ocupó en mi vida.
Cuando me casé, le conté a mi esposa, Susana, el importante rol que aquel viejo frasco de pepinillos había jugado en mi vida como muchacho. En mi mente, significaba más que cualquier otra cosa, ¡cuánto me había amado mi papá!
La primera Navidad después de que naciera nuestra primera hija, pasamos la fiesta con mis padres. Después de cenar, mamá y papá se sentaron el uno junto al otro en el sofá, abrazando por turno a su primera nieta. Juanita comenzó a gemir suavemente y Susana la tomó de los brazos de Papá. “Probablemente necesita ser cambiada”, dijo mientras llevaba a la bebé al dormitorio de mis padres para cambiarle los pañales. Cuando Susana regresó a la sala, había una bruma visible en sus ojos.
Le pasó a Juanita de nuevo a papá, antes de tomar mi mano y guiarme hacia el dormitorio trasero. “¡Mira!”, dijo suavemente, mientras sus ojos me dirigían al lugar en el suelo junto a la cómoda.
Para mi sorpresa, allí, como si nunca hubiese sido removido, se hallaba el viejo frasco de pepinillos, con el fondo cubierto de monedas. Me encaminé hacia el frasco, metí la mano en mi bolsillo y saqué un puñado de monedas. Con una mezcla de emociones obstruyéndome la garganta, dejé caer las monedas en el frasco. Levanté la mirada para ver a papá quien, cargando a Juanita, se había introducido silenciosamente en la habitación. Nuestros ojos se encontraron y me di cuenta de que ambos sentíamos las mismas emociones. Ninguno de los dos podía hablar.
No teníamos necesidad de ello. El frasco de pepinillos ya estaba de nuevo en su viejo lugar con un propósito renovado. Podía ver el gozo en la mirada de papá mientras sostenía dulcemente en sus brazos a su nieta. El viejo frasco de pepinillos era nuevo... de nuevo.

¿Adversidades? ¿Pruebas?

SANTIAGO 1:2-5  Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. 3 Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento. 4 Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada.5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno.”
¿La adversidad te debilita o te da fuerzas?
Estos versículos nos dicen que debemos sentirnos muy dichosos cuando nos hallemos en diversas pruebas o adversidades, las pruebas de la vida. Evitar la prueba o la adversidad es evitar la vida. Para saber celebrar grandes triunfos hay que tener momentos difíciles.  ¿Te acuerdas de cuando saliste bien de una prueba difícil? ¿Cómo te sentiste?
adversidadHay una historia en la Biblia, en Números 13, cuando Moisés envía a 12 espías a Canaán (la tierra prometida). 10 de ellos, aunque dieron un buen informe, vieron muchos imposibles, y solamente 2 de ellos, Josué y Caleb, pensaron que sí se podía alcanzar la tierra prometida.
Ahora piensa que la tierra prometida representa uno de tus sueños. ¿Cómo lo estás viendo? ¿Estás viendo gigantes? ¿Estás viendo posibilidades o imposibilidades? ¿Piensas que no se puede? ¿Piensas que no estás capacitado para hacerlos realidad?
Si sigues leyendo el capitulo 14, te vas a encontrar a un Josué y Caleb completamente comprometidos con su misión y visión, y Josué hace una declaración sorprendente: “Los gigantes ya son pan comido” (expresión positiva en tiempo presente).

Un ejemplo vivo de amor en la Biblia

Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. Romanos 5:5
No es necesario que se preocupe por si en usted no hay suficiente amor, porque la Palabra dice que el amor de Dios ha sido derramado en su corazón por el Espíritu Santo. El amor de Dios está en usted, lo que necesita hacer es tomar la decisión de dejarlo que fluya.
Haga la siguiente oración:
“En el nombre de Jesús, tomo la decisión firme de vivir, a partir de hoy, una vida de amor y dejar que la ternura de Dios se manifieste por medio de mí, para que sane los corazones heridos de los que encuentre en mi camino.“Padre, enséñame a amar aunque las cosas salgan mal; a ser paciente y bondadoso cuando los niños necesitan atención; a pasar por alto las palabras rencorosas de mi cónyuge enojado; a regocijarme cuando otro en la oficina, recibe el aumento que creí necesitar y que pensaba que era para mí. Enséñame a hablar en amor y a desechar calladamente todo chisme, y reemplazarlo con palabras de gracia.
“Señor, tu Palabra dice que tu amor ya está dentro de mí, que ha sido derramado en mi corazón. Por eso, tomo la decisión de quitar todo obstáculo que impida al amor fluir libremente hacia la vida de los demás. Dejo atrás los resentimientos y perdono a todos los que me han hecho mal.
“En los días venideros, hazme crecer, sobresalir y que me rebose tu amor. Hazme ser lo que este mundo más necesita: un ejemplo vivo de amor. Amén”.

A tu lado

Ciertas cosas en la vida hacen pensar cómo el ser humano necesita de otros para ser completamente feliz.
Es evidente que somos seres creados para estar en sociedad. En todas nuestras diferentes edades necesitamos mantener relaciones humanas; está claro que no se concibe la vida de un ser humano solo, necesitamos la pareja. Un bebé no puede sobrevivir solo, necesita de alguien más, pues a lo largo de su crecimiento el niño necesita a un padre o una madre que lo provea y cuide. En la adolescencia y en la juventud, los hijos también dependen de los padres.
a tu ladoPero llega el momento en que se cumple la escritura, que dice: no es bueno que el hombre esté solo, por lo que inicia la búsqueda de su pareja. Y comienza con la observación y análisis de las posibles candidatas a elegir, estudiando los aspectos socio-económicos, culturales y religiosos de la que será su compañera toda la vida.
Después de un tiempo de romance, decide compartir con ella el resto de su vida bajo cualquier circunstancia (sean buenas o malas, en la salud y enfermedad, en riqueza y pobreza…). Y con ello, comienza el ciclo comentado al principio, de que se necesitan al menos dos para traer al mundo a una tercera persona, y luego a otra más, y a otra más, hasta que deciden completar su familia.

sábado, 30 de mayo de 2015

Cuando Dios llama - El llamado de Dios

Allí se metió, en una cueva, donde pasó la noche. Llegó a él palabra de Jehová, el cual le dijo: -¿Qué haces aquí, Elías? 1ª de Reyes  19/9

Cuando Dios llamó a Moisés, este estaba ocupado con sus ovejas en el monte Horeb.

Cuando llamó a Gedeón estaba sacudiendo el trigo en una era.

Cuando llamó a Saúl estaba buscando las asnas de su padre.

Cuando llamó a Eliseo estaba arando con doce yuntas de bueyes.

Cuando llamó a David estaba apacentando las ovejas de su padre.

Cuando llamó a Nehemías estaba sirviendo al rey.

Cuando llamó a Amós estaba pastoreando sus ovejas.

Cuando llamó a Pedro y a Andrés estaban echando la red al mar.

Cuando llamó a Juan y a Santiago estaban aderezando sus redes.

Cuando llamó a Mateo estaba cobrando impuestos…

El llamado de Dios como responderSiempre que Dios llamó a alguien, este era alguien ocupado…

NADIE QUE ANHELE SERVIR A DIOS PUEDE ESTAR CON LOS BRAZOS CRUZADOS…

El resfriado común

El resfriado es una enfermedad infecciosa que ataca al aparato respiratorio, bastante contagiosa, y que puede afectar a todas las personas sin importar su edad. Los síntomas principales son estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, dolor o flemas en la garganta, tos, cansancio y una sensación de malestar general.
Se considera a esta enfermedad una de las más comunes en el mundo y aunque se trata de un malestar leve, fácil de controlar y de corta duración, es también la principal razón de abstinencia laboral y escolar.
Es necesario destacar un aspecto importante. Con el paso del tiempo, el hombre ha desarrollado cientos de vacunas contra distintas enfermedades mucho más infecciosas, mortales y potentes, pero hasta hoy, el resfrío carece de una cura totalmente eficaz, que lo elimine por completo.
Solamente nuestro propio sistema inmunológico es capaz de acabar con el virus y restablecer la salud completa del individuo infectado. Todos los tratamientos o medicinas inventadas hasta ahora, solo se emplean para disminuir los impulsos cerebrales que desencadena esta patología. Y también se emplean como métodos preventivos. Nada más.
La recomendación médica para quien no quiera padecer un resfriado o quiera evitarlo, es mantener el sistema inmunitario en condiciones óptimas; durmiendo lo suficiente, reduciendo el estrés, llevando una alimentación adecuada y evitando el consumo de bebidas alcohólicas.
En resumen, el resfriado es una enfermedad capaz de infectar e interrumpir la movilidad óptima del hombre más fuerte, más inteligente, más atlético o más sabio del mundo. Sorprendentemente, el remedio se reduce a cuidar nuestro cuerpo con un buen descanso y una adecuada alimentación.

El propósito del dolor

Lectura: Juan 16:17-24 
(Jesús) dijo: os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón… (verso 22).
Inline image 1
Pregunté a varios amigos cuál había sido la experiencia más difícil y dolorosa que habían atravesado, y mencionaron guerras, divorcios, cirugías y pérdidas de seres amados. Mi esposa contestó: "El nacimiento de nuestro primer hijo, ya que fue un parto complicado en un solitario hospital del ejército". Pero, al mirar atrás, agregó que lo considera una alegría, "porque el dolor tuvo un gran propósito".
Antes de que Jesús fuera a la cruz, les dijo a sus seguidores que iban a atravesar un período de gran dolor y tristeza, y lo comparó con lo que siente una mujer durante el alumbramiento, cuando su angustia se convierte en gozo después del nacimiento del bebé. (Juan 16:20-21). También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo (verso 22) .
En la vida enfrentamos angustias; pero Jesús, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio (Hebreos 12:2), compró el perdón y la libertad para todos los que lo reciben como Salvador. Su doloroso sacrificio llevó a cabo el propósito eterno de Dios de abrir el camino a la comunión con Él.
El gozo de nuestro Salvador superó su sufrimiento, tal como la alegría que Él nos da aplaca nuestras angustias.
Padre, gracias, porque mi dolor hace que me parezca más a Cristo.

Tengo tantas cosas pendientes...

No es un archivador de mi oficina, sino uno que mantengo en mi mente. Contiene cosas que comencé durante los casi 62 años de mi vida, y que se me están acumulando.
Algunas, debo admitir, eran sueños y planes absurdos que se tuvieron inicialmente, que estaban destinados a acabar pronto sin llegar a ser completados. Pero otros siguen esperando que les dé vida nuevamente.
Hoy me encontré con un mensaje en una bolsa, de cuando iba cada sábado por la mañana, a hacer en la radio mi programa en vivo: “Línea del Éxito”. ¡Cuánto desearía hoy estar detrás del micrófono compartiendo las miles de historias que llegaban a mi vida en esa época!  Decidí desempolvar una y compartirla con ustedes. Tal vez usted, como yo, también tiene muchos asuntos inconclusos en su vida esperando que los reabra antes de que sea demasiado tarde.

“A las siete menos diez, de una oscura y fría noche en Ciudad de México en 1968, John Stephen Akwari, natural de Tanzania, ingresó cojeando dolorosamente al Estadio Olímpico, el último hombre en terminar la maratón. El ganador ya había sido coronado y la ceremonia de la victoria hacía rato que había terminado. Así que el estadio estaba casi vacío cuando Akwari, solo, con su pierna ensangrentada y mal vendada, luchó para dar la última vuelta hacia la meta. El productor de documentales, Bud Greenspan, observó la escena a distancia. E intrigado, Bud se dirigió hacia Akwari y le preguntó por qué continuaba la penosa lucha hacia la meta.
El joven de Tanzania contestó suavemente: “Mi país no me envió a cinco mil millas de distancia a comenzar una carrera; me envió a cinco mil millas a terminarla”.
¿Qué cosas hemos comenzado y nunca terminado? ¿Qué sueños siguen esperando por nosotros en el archivo titulado “Asuntos Pendientes”?
¿No será tiempo de desempolvarlos y dirigirlos hacia la meta?
Dios no nos creó para comenzar esta vida; ¡nos creó para acabarla!  “¡Y creyó en ustedes!”

Mujeres con valor

En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer:
¿Qué tipo de hombre estás buscando?
Ella se quedo un momento callada, y mirándolo a los ojos, le preguntó:
¿De verdad quieres saberlo?
Él respondió "Si"
Ella empezó a decir:
"Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí".
"Yo pago todas mis facturas. Me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre", por lo que estoy en la posición de preguntar, ¿qué es lo que tú puedes aportar a mi vida?"
El hombre se le quedó mirando, y pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.
Pero ella rápidamente, intuyendo lo que él estaba pensando dijo:
"No me estoy refiriendo al dinero. Yo necesito algo más.
Él cruzó los brazos y mirándola, le pidió que le explicara...
-Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida."
Y añadió:
"Busco a alguien que luche por superarse, a alguien con quien conversar y que me motive a ser cada vez mejor. Yo no necesito a alguien mentalmente simple e inmaduro… Quiero a alguien a quien admirar y que me admire por mí misma".
"Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque necesito a alguien con quien compartir mi fe en DIOS. Un hombre que me ame, pero que ame a Dios por encima de todo.”
No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no busco riquezas.
Busco a alguien que se esfuerce y trabaje hombro a hombro conmigo, para sostener nuestro hogar, que no sea una carga más en espera de ser mantenido.
Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, y suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.
Yo estoy buscando a alguien al cual yo pueda respetar.  Alguien que sea mi complemento en la vida.
Para poder apoyar a ese hombre, debo respetarlo y que me respete por lo que valgo.
Yo no puedo ni quiero ser sumisa con un borrego.
"Busco a alguien en quien pueda confiar, que me respete como su pareja y mejor amiga. No a un hombre infiel, con un alma tan pobre que me falte al respeto y también lo haga a sí mismo, entregándose a cualquiera solo por un momento de placer banal y animal.
Busco a un hombre que pueda ser digno ejemplo para nuestros hijos, no una vergüenza para ellos.
"Aspiro a atender a mi pareja, pero él tiene que merecérselo. Dios hizo al hombre y a la mujer en las mismas condiciones para apoyarse mutuamente. No puedo ayudar a un hombre inútil, que no se pueda ayudar a sí mismo.
"Yo busco a un hombre sensible y con buenos sentimientos,  porque él conocerá mis sentimientos con solo mirarme a los ojos".
 Busco ternura.
Cuando terminó, lo miró a los ojos; él se veía muy confundido y con interrogantes.
Él le dijo "Estas pidiendo mucho".
Y ella le contestó:
"Yo valgo mucho".

No olvides decírselo a los hombres para que sepan el valor de una verdadera mujer.

viernes, 29 de mayo de 2015

No te preocupes, confía siempre en Dios

¿Quién de entre vosotros teme a Jehová y escucha la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios. (Isaías 50:10)
Cierto día, un hombre recibió cuatro llamadas de larga distancia antes de levantarse. Todas ellas eran de alguien que estaba en apuros y necesitaba ayuda “de inmediato”. Le dijo a su esposa que no desayunaría y cuando fue a montarse en el coche, éste no arrancaba; así que llamó a un taxi. Al meterse en el vehículo, gritó: ¡Lléveme!. El taxista preguntó: ¿Adónde quiere que le lleve? El hombre respondió con furia: Lléveme adonde quiera, tengo problemas en todas partes. 
¿Es así como te sientes? ¿Has hecho todo lo que estaba en tus manos pero la situación no ha mejorado? “¿Quién hay entre vosotros que teme al Señor, que obedece a la voz de su siervo? Aunque ande en tinieblas y carezca de luz, confíe en el nombre del Señor, y apóyese en su Dios” (Isaías 50:10). Fijémonos en la palabra “nombre”. Dios concede gran importancia a Su nombre, porque representa Su poder, Su carácter y Su fidelidad. Así que cuando oras en Su nombre, estás confiando en Su poder, Su carácter y Su fidelidad; ¡y eso es estar asentado sobre la roca!
Pasamos demasiado tiempo preocupándonos por el pasado y por el futuro; sin embargo, el ayer ya fue enterrado y el mañana aún no ha nacido. No hay nada que podamos hacer para cambiarlos, y no debemos dejar que nos roben el presente. Escribió el salmista: “Éste es el día que hizo el Señor; ¡nos gozaremos y alegraremos en él!” (Salmo 118:24). Entonces, aprovecha este día con todas sus bendiciones y contrariedades, y vive cada momento. No estés siempre anhelando “un día”. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones” (Salmo 46:1). Entrégale tus preocupaciones y deja que Él se encargue de ellas.

El gran Sanador


Les dijo: "Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador". Éxodo 15:26
Los médicos que conozco son inteligentes, diligentes y compasivos. En muchas ocasiones, han aliviado mi sufrimiento, y doy gracias por su capacidad para diagnosticar enfermedades, prescribir medicamentos, soldar huesos fracturados y suturar heridas. Sin embargo, esto no significa que tenga más fe en los médicos que en Dios.
Inline image 1Por razones que solo el Señor sabe, designó a los seres humanos como sus colaboradores en la obra de cuidar la creación (Génesis 2:15), y los médicos están entre ellos. Estudian cómo diseñó Dios el cuerpo y utilizan su conocimiento para ayudar a recuperar la salud. No obstante, la única razón por la que pueden hacerlo es porque el Señor también nos creó con la capacidad de ser sanados naturalmente. Es decir, los cirujanos no lograrían nada si las incisiones no cicatrizaran por sí mismas.

Por eso, entendamos que los científicos no son quienes sanan sino Dios. Los médicos simplemente, cooperan con el propósito y diseño originales del Creador.

Demos gracias a los científicos y los médicos, pero alabemos y agradezcamos al Señor que creó el orden en el universo y nos dio mentes para poder descubrir cómo funciona. Por lo tanto, tengamos el convencimiento de que toda sanidad es divina, ya que nada ocurre sin su intervención.
Padre Dios, Tú eres el gran Médico. Sana mi mente, cuerpo y espíritu.
Cuando pienses en todo lo bueno, da gracias a Dios.


Amor verdadero o pasión peligrosa

Son muchos los que, por conversaciones fuera de lugar a través del MSN o páginas web, quedan presos emocionalmente.
"Novios Cibernéticos", "¿estás buscando pareja?, conoce chicos y chicas bellísimas". "¿Te sientes solo y depresivo?, pasa un tiempo por este sitio"; estos son los ofrecimientos a los que hoy nos enfrentamos, y si no estás firme en tus convicciones, tristemente te han de arrastrar hasta el mismísimo pozo de la destrucción.
Juan era un joven de unos veintiséis años de edad que ya tenía una hija, y había partido de su país natal para servir al Señor en un país lejano. Pero al verse solo se empezó a sentir depresivo y aislado, tanto que llegó a refugiarse en relaciones cibernéticas; estableció un noviazgo y otro a través de conversaciones por MSN, comunicaciones por Skype, y llamadas telefónicas.
Todo empezaba con mirar las fotos que ponían sus contactos en su dirección de  e-mail, de modo que poco a poco, se iba adentrando en las vidas de estas personas, enamorándolas, diciéndoles mentiras, inventando cuentos y hasta ofreciéndoles cierto tipo de beneficios; lamentablemente, acabó convirtiéndose en un joven que vivía destrozando los corazones de las jóvenes que encontraba; y de igual modo cantidad de jovencitas que se enlazan con hombres a través de sitios web, buscando según ellas, “amistades”; el caso es que llegan hasta tener romances a través de internet, y poco a poco, van destruyendo su dignidad al dejarse envolver por pasiones desordenadas que les llevan a un precipicio oscuro.
“No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” 1 Corintios 15: 33
Son muchos los que, por conversaciones fuera de lugar a través del MSN o páginas web, quedan presos emocional, sentimental y verbalmente, al extremo que creen no poder zafarse de esa persona; y además, lo más impresionante e inaudito es que muchos catalogan esa relación como “AMOR VERDADERO”, cuando en realidad solo es una “PASIÓN PELIGROSA”. Pasión que, si no la frenan a tiempo, puede llegar a causarles heridas y golpes que pueden ser muy dolorosos.

Cristianos de título

Nos hacemos llamar cristianos, hijos de Dios y seguidores de Jesucristo, pero con nuestro comportamiento podemos ser piedra de tropiezo para los demás. A pesar de las experiencias sobrenaturales con Dios y recibiendo de su poder y su gloria, aún hay actitudes que demuestran que debemos seguir siendo trasformados.
El apóstol Pablo notó esto en Pedro, pues ya conociendo de Dios y por todo lo que habían pasado, repetía comportamientos de su vida pasada. Pedro a veces, dejaba de compartir y se apartaba de los gentiles por temor al qué dirán, y ser rechazado por la sociedad en ese tiempo; y lo peor es que muchos judíos siguieron el ejemplo de Pedro, y en vez de reprenderle se convirtieron en hipócritas.
Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero cuando aquéllos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios de la circuncisión. Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita. Gálatas 2:12-13 (NVI).
Esta situación no está muy apartada de nuestra realidad, ya que le compartimos la palabra a los perdidos pero no queremos acercarnos a ellos porque son pecadores; y por el temor a las malas lenguas, los excluimos dentro y fuera de la iglesia. Pero si somos hijos de Dios, ¿por qué nos comportamos como el resto de la gente del mundo?,... y de paso queremos que entreguen su vida al Señor dándoles un mal ejemplo con nuestras malas actitudes. Si tú, que eres judío, vives como si no lo fueras, ¿por qué obligas a los gentiles a practicar el judaísmo? Verso 14.

¿Cuándo / Cómo recibimos el Espíritu Santo?

El apóstol Pablo enseñó claramente, que nosotros recibimos al Espíritu Santo en el momento que creemos en Jesucristo como nuestro Salvador.
1 Corintios 12:13 declara, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Romanos 8:9 nos dice que si una persona no tiene el Espíritu Santo, no pertenece a Cristo. “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.
Efesios 1:13-14 nos enseña que el Espíritu Santo es el sello de salvación para todos los que creen. “En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de Su gloria.”

Estas tres Escrituras ponen en claro que el Espíritu Santo se recibe en el momento de la salvación. Pablo no hubiera dicho que todos nosotros fuimos bautizados por un solo Espíritu, y que a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu, si no todos los creyentes corintios tuvieran al Espíritu Santo. Romanos 8:9 es aún más estricto: Si una persona no tiene el Espíritu, ésta no pertenece a Cristo. Por lo tanto, la posesión del Espíritu es un factor identificador de la posesión de la salvación. Más aún, el Espíritu Santo no podría ser el “sello de salvación” (Efesios 1:13-14) si Él no fuese recibido en el momento de la salvación. Muchas Escrituras aseguran claramente, que nuestra salvación es asegurada en el momento de recibir a Cristo como Salvador.

jueves, 28 de mayo de 2015

Indispensable

Si comparáramos a dos personas que hacen la misma actividad, pero con la diferencia de que uno de ellos pone el corazón y el otro la fuerza,¿quién crees que haría un mejor trabajo?
Lo cierto es que la fuerza ayuda cuando la aplicamos en lo que realizamos pues se la necesita; en cambio, cuando se pone el corazón la fuerza va incluida en el mismo desempeño y trae consigo satisfacción no solo personal sino de Dios, cosa que no pasa cuando lo hacemos solamente por obligación o apariencia.
1 Corintios 13:1-3 (NTV) dice: “Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada.”
En todo lo que hagamos es prioritario poner amor dentro de nuestras acciones, dado que como cristianos estamos llamados a manifestar a otros lo que hemos recibido de Dios. ¿De qué nos serviría ser y hacer grandes maravillas, pero sin amor? Seríamos como el metal frío, sin vida, y no seríamos nada. Así también, si “siguiéramos” a Dios sin amarlo seríamos solo religiosos.
Lo indispensable para la vida es tener amor, y como el amor proviene de Dios debemos tener una estrecha relación con Él.
Si reconoces que te falta lo indispensable, no es tarde para pedir y recibir del Señor humildemente, ese gran motor que te ayudará a hacer todo con amor.
Ten por seguro que te ama y quiere que tú ames de igual forma.

¿Hasta Cuándo?

“Solo triunfa en la vida quien se levanta y busca a las circunstancias, y las crea si no las encuentra.” George Bernard Shaw
Unas preguntas que muchos de nosotros nos hemos hecho en la vida son “¿Hasta cuándo esta situación? ¿Hasta cuándo esta tristeza? ¿Hasta cuándo este dolor? ¿Hasta cuándo voy a seguir así? ¿Por qué a mí? ¿Cuándo estaré tranquilo?, ¿feliz?”
Muchas personas viven en una situación de problemas tras problemas, problemas en el hogar, problemas en el trabajo, problemas con las finanzas...; total, que los problemas nunca acaban. La pregunta no es ¿cómo resuelvo el problema?, sino ¿cómo afronto el problema? Al fin y al cabo los problemas son parte de la vida misma y como decía Albert Einstein “Los problemas que creamos lo hicimos con un nivel de pensamiento, y para resolverlos necesitamos tener un nuevo nivel de pensamiento.”
Si tienes problemas, ante todo alégrate de estar vivo, porque el que no tiene problemas está muerto. Hasta las personas que consideras que tienen éxito o que les está yendo bien en la vida enfrentan problemas. La clave es cómo manejo el problema, cómo lo enfrento. Deja ya de quejarte y preocuparte por los problemas, y aprende primeramente a confiar en Dios.
Jesús dice: “Ustedes viven siempre angustiados; siempre preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar.” Mateo 11:28 (BLS)
“Así que pongan sus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ustedes.” 1 Pedro 5:7 (BLS)

En el Camino

Dios… me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado. Génesis 35:3.
Bernabé…contó como Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado. Hechos 9:27.
Reflexión - En el CaminoLos evangelios nos presentan varios caminos por los que el Señor Jesús anduvo. Simbolizan situaciones particulares de nuestra vida, en las que el Señor quiere ver cómo reaccionamos. Por ejemplo: En el camino que va de Jerusalén a Jericó, un hombre cayó en manos de ladrones (Lucas 10:30). Fue robado, cubierto de heridas y quedó “medio muerto”.
¡Camino de amargura y decepción! Puede que hoy alguien esté en esta situación: vacío de afectividad y degradado moralmente. En tal camino, el Señor Jesús (el buen Samaritano de la parábola) no vacila en acercarse, “movido a misericordia”, para vendar nuestras heridas. Pero es necesario dejarle obrar para experimentar su ayuda.
Otro ejemplo: El Señor Jesús envió a uno de sus discípulos “por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto (Hechos 8:26), al encuentro de un hombre, funcionario de la reina de Etiopía. Este relato nos enseña que, rico o pobre, uno puede estar muy solo, como ese hombre en un camino desierto. Dios oye las preguntas secretas e incluso en el camino de la soledad escogerá el medio de manifestarse: puede ser mediante una experiencia, un encuentro o una palabra. Como lo hace a través de toda la Escritura, Dios le anunciará “a Jesús” (v. 35), porque fue en Jesús como Él se reveló.

Cumpliendo Nuestra Labor

Desde que somos concebidos en el vientre de nuestra madre, entramos en un proceso de desarrollo y crecimiento constante, y cada etapa es de vital importancia para nuestra vida y bienestar. En ningún momento esas etapas pueden alterarse, pues además de inviable, traería riesgos y consecuencias graves para nosotros. Por algo duramos nueve meses  de gestación, y después, al llegar al mundo, vamos creciendo lentamente, gateamos, luego caminamos... hasta que llegamos a correr y tener estabilidad.
por la gracia de Dios
En el área espiritual pasa exactamente lo mismo, alguien siembra una semilla en nuestro corazón, la cual va creciendo y desarrollándose pasando por diferentes etapas, pero la intención principal es crecer y mantenerse, y además, hay muchos factores que pueden afectar ese crecimiento. Consecuentemente a éstos, veamos por ejemplo, ¿qué pasa si un feto deja de crecer?, lo más probable es que llegue a la muerte. Similar es nuestra vida espiritual: cualquier factor que la detenga, directamente la llevará a la muerte.
Claro está que muchas personas sobreviven porque Dios así lo ha querido, y coloca personas a su alrededor para mantener a ese alguien con vida, médicos, enfermeros, padres etc...., pues el bebé solito no se va a cuidar, ni alimentar, ni aprender. Es por esto que a las personas, cuando empiezan a caminar con Dios, se les llama bebés espirituales, porque necesitan del prójimo para que les ayuden, guiándolos, dándoles alimento espiritual, aconsejándolos, orando por ellos...; para que no se mueran espiritualmente.