¿Qué tienen en común Jesús, Job, José, David y Josué? Que todos pasaron por grandes sufrimientos, fueron perseguidos, experimentaron lo que es el dolor, la tribulación. Ellos tuvieron que pasar por situaciones de extrema complejidad por alcanzar su verdadera bendición. ¿Acaso los problemas que tienes son más grandes que los que ellos tuvieron que afrontar?
Ellos entendieron que la clave está en confiar en Dios; y para alcanzar los sueños de Dios tenían que verse como Dios los vio, no como la gente los veía. Ahora, ¿eres lo que Dios dice que eres o lo que dice la gente? ¿Cómo te ves? ¿como un valiente y vencedor o como un cobarde y perdedor?
Seguro que nuestros problemas no llegan a ser tan grandes como los que estos hombres tuvieron que pasar. ¿Podríamos comparar nuestros problemas con todo lo que pasó Jesús? ¨Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados¨ Isaías 53:4-5 (Reina-Valera 1960).
¿Aguantaríamos todo lo que le paso a Job?, ¿soportaríamos como lo hizo José? Pero Dios les prometió y les cumplió ¨Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo.¨ Job 8:21 (Reina-Valera 1960).
¿Pasaríamos por un desierto como el de David? ¨Danos socorro contra el adversario, Porque vana es la ayuda del hombre. En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos.¨ Salmos 108:12-13 (Reina-Valera 1960).
¿Nos enfrentaríamos a la cantidad de ejércitos que venció Josué? ¨Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo. Josué 3:7 (Reina-Valera 1960).