domingo, 24 de marzo de 2013

Concéntrate en el fuego interno - Devocionales, Reflexión - Vídeo

Esta es la historia de un hombre que fue a un país muy lejano y vio el palacio de un rey, que estaba lleno de oro, que tenía cuadros preciosos, ornamentos muy valiosos, y él estaba sorprendido por la gran prosperidad que había en ese reino.
-Oh rey, ¿cómo es que tiene tanta prosperidad? En este palacio no se ve más que oro y cosas valiosas.
-Yo te voy a mostra el secreto de mi éxito, pero te voy a pedir que recorras todo el palacio. Eso sí, quiero que vayas con esta vela encendida y si, cuando regresas, después de finalizar todo tu recorrido, esta vela llega apagada, te decapito.
Al hombre le cambió el rostro, su sonrisa ya no existía. Tomó la vela y entró en cada sala del palacio con gran miedo por su vida.
Al finalizar, después de varias horas, llegó ante el rey, que le abrazó y dijo:
-Muy bien, has llegado con éxito. ¿Te ha gustado mi palacio?
-Sólo he tenido ojos para mantener la llama sin que se apague.
-Ese es el secreto de mi éxito, respondió el rey, mantener la llama encendida.
¡Qué linda anécdota! Hay algo que nunca debemos permitir que se apague en nosotros y es el entusiasmo por mantener encendido el fuego de Dios en nuestros corazones. La pasión es la tarjeta de invitación, la única que Dios acepta para entrar a su hogar.
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti”
Si no somos llenos del Espíritu Santo nos rutinizamos. La llenura te saca de la rutina y te empuja a más. Algunos venimos en “Pausa”, pero el Espíritu Santo nos pone en “Play”. La gente te pone en pausa-mute y apagado; ¡pero el Espíritu Santo te pone en “Play” siempre!
NO APAGUEMOS AL ESPÍRITU SANTO; Si Él es como el fuego, le tenemos que arrimar leña. El Espíritu Santo viene caliente pero nosotros a veces lo apagamos y se enfría, entonces le tenemos que agregar alabanza, adoración, congregación.... Muchas veces se dice que cuando la gente no está concurriendo a la iglesia, es porque está apartada de Dios; más bien la gente se enfría. Por eso es necesario que procuremos mantener el fuego encendido, eso se verá en nuestras actitudes, más que en nuestras palabras.

No me preocupo - Devocional

“¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?”
Mateo 6:27 (Reina-Valera 1960)
Hay gente que no puede entender cómo es que nosotros, los cristianos, no nos preocupamos en exceso por las cosas; a veces podemos estar pasando por situaciones que a cualquiera le roban la sonrisa y sin embargo seguimos sonriendo.
Y es que nosotros, que hemos nacido de nuevo, hemos comprendido que no se trata de lo que nosotros podamos hacer, sino de lo que Dios puede y quiere hacer.
No se trata de que sea malo preocuparse, no; de hecho todos nos preocupamos en algún momento, por mucho conocimiento de la Biblia que tengamos o por mucha fe que tengamos en lo que esperamos que Dios haga, pero una diferencia enorme se establece, cuando comprendemos que hay cosas que, por más que nos preocupemos, están fuera de nuestro alcance solucionar, y es allí cuando lo único que podemos hacer es confiar sin preocuparnos.
¿Qué gano con preocuparme en exceso? ¿Qué gano con preocuparme de tal forma que el sueño se me vaya? ¿Acaso con preocuparme voy a solucionar ese problema, que desde el punto de vista humano, no tiene solución? Entonces, ¿por qué me voy a preocupar así?
Preocuparse en exceso sólo acarrea más carga, desánimo, frustración e incluso enfermedades físicas, y es que muchas veces nos preocupamos, a sabiendas de que no podemos hacer nada por solucionar ese problema.

Perlas de Sabiduría - PowerPoint


Cuando la noche se presenta muy tenebrosa,
es cuando más se ve la luz de una vela solitaria.
Los fracasos no tienen por qué ser derrotas;
bien pueden ser peldaños para
alcanzar objetivos más altos.
Si se te están por agotar las pilas,
tómate un tiempo para recargarlas
conectando tus cables a Dios, por
medio de la oración.
El odio que albergamos en el corazón
por nuestros enemigos, propicia nuestra
derrota a manos de ellos.
El perdón, en cambio,
nos lleva a triunfar.
Una palmada en la espalda y un oído comprensivo,
constituyen un valioso regalo que podemos hacer
a quienes trabajan y viven con nosotros.
Los momentos de crisis no hacen más
que incrementar el valor de esos gestos.
Cada error que se comete
es una oportunidad
de aprender algo nuevo.
Una amistad profunda es como un arco iris.
Cuando se combinan en su justa medida la felicidad y las lágrimas,
el resultado es un puente de colores que une dos corazones.
Cuando te suceda algo malo,
piensa en todos los percances
que no se produjeron.
Pudo haber sido peor.
El amor es la mayor energía del universo.
Sin embargo, a diferencia de la electricidad,
no supone el pago de una factura a fin de mes.
La vida en el Cielo no consiste en
tocar el arpa en una nube lejana;
se asemeja mucho a la vida terrenal,
solo que con mayor abundancia
de felicidad y belleza.
El amor es actuar…
…es demostrar a alguien que le queremos
mediante hechos concretos, positivos
y sinceros que le ayuden.
La vida premia a quienes perseveran.
El amor es la esencia de todo lo hermoso,
la fuerza que impulsa todo lo sublime.
Descarga esta diapositiva aquí:  Perlas de Sabiduría 

¿Cuáles son los pasos para la salvación? - Preguntas y respuestas bíblicas - Vídeo

Respuesta: Mucha gente está buscando los “pasos para la salvación”. A la gente le gusta la idea de un manual instructivo con los pasos que, si uno los sigue, resultarán en la salvación. Un ejemplo de esto es el Islam con sus Cinco Pilares. Según el Islam, si los Cinco Pilares son obedecidos, la salvación es otorgada. Y porque la idea de seguir un proceso paso a paso para la salvación es atrayente, muchos de la comunidad cristiana cometen el error de presentar la salvación como resultado de seguir ese tipo de proceso. El catolicismo romano tiene sus siete sacramentos. Varias denominaciones cristianas agregan el bautismo, la confesión pública, el apartarse del pecado, el hablar en lenguas, etc. como pasos a la salvación. Pero la Biblia sólo presenta un paso a la salvación. Cuando el carcelero de Filipos le preguntó a Pablo, “¿Qué debo hacer para ser salvo?” Pablo respondió, “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”. (Hechos 16:30-31).

La fe en Jesucristo como Salvador es el único “paso” a la salvación. El mensaje de la Biblia es abundantemente claro. Todos hemos pecado contra Dios (Romanos 3:23). Y como resultado de nuestro pecado, merecemos ser separados de Dios eternamente (Romanos 6:23). Como resultado de su amor por nosotros, (Juan 3:16), Dios tomó la forma humana y murió en nuestro lugar, tomando así el castigo que nosotros merecemos (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). Dios promete el perdón de los pecados y la vida eterna en el cielo a todos los que reciben a Jesucristo como su Salvador, por gracia, por medio de la fe. (Juan 1:12; 3:16; 5:24; Hechos 16:31).

Días de tormenta - Meditaciones, Reflexión

Marcos 4.37 “Pronto se desató  una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua” NTV

La naturaleza siempre nos muestra su lado más violento en situaciones en las que cambia de dirección, y descarga toda su furia en lugares que se encuentran cerca de los mares, lagos o ríos. En ello podemos apreciar que cuando el poder de la naturaleza despierta, no hay nadie que pueda contenerla, ya que en ella se manifiesta el poder de Dios. Bíblicamente, las olas se interpretan como un sinónimo de problemas en la vida de todo ser viviente, y la tormenta viene siendo, como un cúmulo de situaciones adversas, que sirven para probar la confianza y la fe en todo ser humano.
dias de tormentaEn cualquier momento de nuestras vidas se pueden presentar situaciones de agobio, en las que sentimos que nos ahogamos, tal como lo sintieron los discípulos del maestro, que vieron cómo las olas se levantaban enormemente, y llegó a pasar por sus mentes el temor y la angustia, así como la desesperación y la incertidumbre; en esos momentos, únicamente vemos la magnitud del problema y sentimos que nuestra barca está a punto de zozobrar, y nosotros juntamente con ella. Muchos desfallecen y dejan de luchar, bajan los brazos y se dan por vencidos; pero otros toman el reto y ven más allá del horizonte, redoblan sus esfuerzos, adquieren mayor confianza y se disponen a sacar el agua de su barca; no ven cuán enorme es el problema, no piensan en rendirse, no están dispuestos a perder lo que es suyo; por el contrario, luchan con todo su ser para conservar lo que les pertenece.