“El primer paso a la libertad es renunciar a la mentira.”
Recientemente comencé una serie denominada “Soy Libre” basada en las palabras de Jesús: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.” (Juan 8:32). A través del estudio me he dado cuenta que muchas personas no son libres o no llegan a disfrutar la vida porque viven en un mundo de mentiras.
Mientras que las mentiras destruyen y te esclavizan, la verdad transforma vidas, te hace libre. La verdad es poderosa. Qué importante es aprender a vivir en libertad, pero muchos no lo entienden y se resisten a cambiar por los paradigmas que han adquirido durante sus vidas.
“En mi familia siempre se ha hecho así”.
“No puedo cambiar”.
“Nunca lo lograrás”.
“Soy demasiado joven o viejo para lograrlo”.
“Yo no creo que tenga solución”.
“Nadie me va a contratar”.
“Soy muy feo/fea”.
“La culpa es de…”
“Soy muy pobre”.
“Los ricos están llenísimos”.
“Yo no tengo suerte”.
“Nadie me escucha”.
“No tengo amigos o amigas”.
“No puedo aprender”.
Esta es una pequeña lista, seguro que faltan otras mentiras en las que nos escudamos para no ser la persona que Dios nos ha llamado a ser.