sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Existen los extraterrestres y los ovnis?

Por el término “extraterrestres”, asumimos que aun sin pertenecer a esta tierra, son seres capaces de tomar decisiones morales, poseedores de un intelecto, emociones y voluntad. Veamos primero, algunos hechos científicos:

- El hombre ha enviado naves espaciales a muchos planetas de nuestro sistema solar, excepto a Plutón. Después de observar estos planetas, hemos descartado la posibilidad del desarrollo de vida en ellos, con excepción de una posible en Marte y tal vez en una luna de Júpiter.


- En 1976, los Estados Unidos enviaron dos artefactos a Marte. Cada uno de ellos, con instrumentos que pudieran cavar la arena marciana y analizar cualquier posible signo de “vida”. Pero no encontraron absolutamente nada. Pero si tú cavas la tierra en la parte más árida del desierto, o a través de la parte más congelada en la Antártida y analizas la tierra, ésta contendrá micro-organismos vivos. Por lo que en 1997, de nuevo los Estados Unidos enviaron otra nave, el “Pathfinder”, a la superficie de Marte. Este robot tomó más muestras y llevó a cabo muchos más experimentos. Pero nuevamente, solo halló una total ausencia de signos de vida. A partir de entonces, han sido lanzadas muchas más misiones a Marte. Esperamos los mismos resultados.

- Los astrónomos están intentando encontrar constantemente, nuevos “planetas” en diferentes y distantes sistemas solares. Algunos de aquellos, proponen que la existencia de tantos “planetas” es signo de que debe haber vida en alguna otra parte del universo. Pero el hecho es que ninguno de esos “planetas” ha probado ser ni siquiera, remotamente capaz de contener vida en él. La tremenda distancia entre la tierra y esos planetas, hace imposible enjuiciar la posibilidad de la existencia de vida. 

Sabiendo que solo la Tierra contiene vida en nuestro sistema solar, los teóricos de la evolución quieren a toda costa, encontrar otro planeta en otro sistema solar, para argumentar que la vida también ha evolucionado en alguna otra parte del espacio exterior. Es seguro que hay otros “planetas” en lugares distantes, pero carecemos de un conocimiento profundo acerca de ellos para verificar si podrían, aunque solo fuera remotamente, contener “vida” en ellos.

¿Qué produce una prueba?

¿Te gustan las cosas a medias? Casi nunca salen bien. Imagínate comer algo que está cocinado pero sazonado solo a medias; no sería muy agradable para el paladar, ¿verdad? Si tuvieras un trabajo donde solo te pagaran a medias no te gustaría. Si tuvieras un matrimonio a medias seguramente tendrías muchos conflictos y heridas....
Así como las cosas a medias no funcionan en la vida, tampoco funcionan en lo espiritual. Hay personas que son cristianas pero, sin ser plenamente conscientes de ello, solo tienen una relación con Dios a medias. Se dicen cristianos pero solo siguen, sirven, alaban y aman a Dios cuando las cosas van bien. Disfrutan de la música, del compañerismo y del ambiente de alabanza espiritual en la congregación, pero cuando viene una prueba abandonan su relación con Dios. Su relación con Dios es solo a medias.
Hay situaciones para un cristiano, incómodas, confusas. Momentos en los que Dios prueba el corazón para poder separar a los que ”le aman” por razones egoístas, de otros que le aman con un corazón sincero. Las pruebas nos ayudan a recordar lo frágil de nuestra humanidad y que no todo en la vida, se puede controlar o solucionar por nuestras propias fuerzas. Las crisis en la vida ayudan a las personas a abrir su corazón en aéreas en que por una razón u otra, se les había negado el acceso a Dios. Los momentos de prueba producen paciencia, obediencia, fe, esperanza, confianza... una relación más intima con Dios.
La Biblia nos dice en Santiago 1:2-5 -”Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”. Las pruebas evitan que una persona sea "solo a medias" seguidor de Cristo. Ayudan al cristiano a madurar y reconocer que Dios siempre está con nosotros y que nunca nos ama "solo a medias".

Todavía me duele la traición - Reflexiones

MATEO 18: 21,22 “Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: –Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó: –No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.”

“Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es lo suficientemente fuerte como para perdonar una ofensa, sabe amar.”
¿Alguna vez te traicionaron, te engañaron en el matrimonio, noviazgo, en el trabajo o en el ministerio? ¿Te duele la herida? ¿Quieres perdonar y no puedes? ¿Estás tentado de empezar a pagar con la misma moneda? Puede que pienses que fuiste un tonto/a, y que eso no te lo van a hacer nunca más. Son muchas las posibles circunstancias negativas que nos hicieron y ante ellas, tenemos tres opciones:
a) Nuestra primera opción es mantener la distancia y así, sentirnos protegidos y asegurarnos que no volverán a lastimarnos. Es la natural.
b) Nuestra segunda opción es hacer "pagar los platos rotos" a personas que no tienen nada que ver con el asunto. Empezamos a contaminar a otros. Es la carnal.
c) Nuestra tercera opción es perdonar y entregar esa herida a Dios. Él es el único que puede sanarnos, restaurar y renovar nuestras convicciones, y nuestra actitud de servicio y compromiso con los demás. Es la espiritual.
¡Pues yo escojo la última! Si hay alguien que puede entender la traición es Jesús. En Lucas 23:34 dijo: “¡Padre, perdona a toda esta gente! ¡Ellos no saben lo que hacen!”, así que Él entiende tu dolor y está presto para sanarte y ayudarte en el proceso. Las heridas son oportunidades para crecer y madurar en la vida. Perdonar no es una opción, es una orden divina para poder experimentar libertad en las relaciones y en la vida. Es un proceso que podría llevar un tiempo en el que se busca restablecer la confianza; y para hacerlo se requiere el compromiso de cambio y responsabilidad.

La avaricia

Lucas 12.15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee
Este pecado (enfermedad) consiste en el afán desmedido por adquirir y atesorar riquezas materiales, con el único objetivo de ser reconocido por la sociedad. Jesús ya menciona en la Biblia, que la vida del hombre no consiste en la abundancia de bienes, porque eso es únicamente pasajero o temporal, que puede minorarse o incrementarse, o desaparecer de un momento a otro; toda la riqueza del hombre no consiste en ello, sino en lo que posee en su interior. El libro de Proverbios 28.22 dice: “Se apresura a ser rico el avaro, y no se da cuenta que le ha de venir pobreza”.
Los afanes en general, no llevan a ningún lado, ya que se apuesta muchas veces a ganar y en la mayoría de los casos se pierde; este tipo de “vida” es en suma, demasiado pesada, ya que la persona tiene la mente y la mirada puesta básicamente, en ver la forma de incrementar los bienes que posee (su entorno no cuenta, o no tiene la menor importancia porque su mente se encuentra embotada en su obsesión), y si no lo logra puede producir en él una frustración, la cual puede provocar una crisis en su estado emocional y en su organismo en general, que en un buen porcentaje conlleva a la muerte. 
avariciaAunque es cierto que todos anhelamos llevar una vida cómoda, segura, y que procuramos darles a nuestros hijos lo mejor para que no tengan que pasar por las vicisitudes por las cuales pasamos, sin embargo, esto no es motivo para que se tenga que vivir inmerso en este deseo malsano de la avaricia, intentando a toda costa, poseer cada día más y más, y dejando todo de lado (incluyendo a la familia), perdiéndose lo mejor que Dios nos ha dado…¡el gusto por vivir! El gusto de vivir cada momento, cada instante, cada segundo disfrutando de todas las cosas bellas que nuestro Dios ha hecho para nosotros. 
De qué sirve poseer muchas riquezas si no se sabe disfrutarlas, para qué tanto almacenar si al final… Nada, absolutamente nada te habrás de llevar, porque es necesario ser consciente de que un día llegará tu fin. Y ¿qué es lo peor de todo esto?, que todo aquello que acumulaste, que no quisiste compartir con los tuyos, y que no disfrutaste, un día los tuyos habrán de poseerlo y entonces disfrutarán a manos llenas hasta acabar con todo lo que dejaste. Porque en tu enfermedad (avaricia), o ceguera no supiste compartir los momentos de calidad con los tuyos.
Pero ellos sí querrían posiblemente, cambiar todo el dinero y las comodidades por un tiempo compartido, por tu atención, y sobre todo por una caricia llena de amor…Recuerda que la Biblia dice: Gálatas 6.7 todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará”. 

Diferentes

Se cuenta que un famoso filántropo, incrédulo, ordenó a sus empleados un sábado, que el domingo por la mañana fuesen al puerto a descargar un buque recién llegado. Un joven escribiente suyo, contestó tranquilamente:
-      Señor G., no puedo trabajar los domingos.
-      Ya conoce usted el reglamento, contestó el filántropo.
-      Sí señor, lo conozco, y aunque soy el sostén de mi anciana madre, no puedo trabajar los domingos.
-      Bueno, en ese caso, suba al despacho y el cajero le entregará su cheque, dijo el señor G.
Después de ser despedido, durante tres semanas, el joven estuvo buscando trabajo.
Cierto día, un banquero se presentó al famoso filántropo, preguntándole si podía recomendarle una persona honrada y fiel para cajero de un banco que iba a abrirse. El hombre mencionó al joven que había despedido, recomendándolo como la persona indicada para el puesto.
-          Pero usted lo despidió, contestó sorprendido el banquero.
-        Sí señor, respondió el filántropo, lo despedí porque no quería trabajar los domingos. Pero un hombre que se arriesga a perder su puesto por no renegar de su conciencia, servirá bien de cajero de confianza.