jueves, 30 de enero de 2014

¿Para qué vine al mundo?

A pesar de tus circunstancias y por encima de cualquier problema, tu vida fue planeada y diseñada por Dios desde el principio. A veces las personas creen que porque viven ciertas cosas difíciles o dolorosas tienen difícil comprender el propósito de su vida, y es porque los problemas empañan la visibilidad de todo lo demás.
para que vine al mundoTú puedes preguntarte cuál es el propósito de tu vida, porque no entiendes todo lo que te ha tocado vivir, pero siempre debes saber, que el propósito de Dios y sus planes para ti siempre son para bien, independientemente de lo que suceda.
Dios hizo un plan para tu vida desde el momento en que tus padres te trajeron al mundo; antes que el plan de ellos de formar una familia se cumpliera, Dios había establecido que llegaras a ser quien eres, sabía tu nombre y en qué lugar del mundo nacerías y te planeó con más amor del que imaginas.

A veces nuestra situación es tan difícil que olvidamos que Dios sabe todas las cosas. Todo aquello que nos preguntamos, aunque no se lo digamos a nadie, Él lo sabe, como cuando nos preguntamos cosas como ¿para qué vine al mundo? Sin querer, cuestionamos la obra de sus manos y damos poco crédito a sus motivos, porque las cosas que nos pasan a veces son tan grandes, que nos hacen sentir muy pequeñitos y sin un plan de vida; pero la realidad es que todos fuimos planeados con el amor más grande que pueda existir.

Puede que tu situación actual te haga pensar que tu vida no tiene un propósito, cuestionas el por qué estás aquí en la tierra,... eso es porque los problemas te impiden darte cuenta que Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, que no depende de las cosas que te puedan haber pasado; sus planes siguen siendo los mismos con los que te creó.

Puedes hacer cualquier cosa - Ánimo en mensaje

puedes hacer cualquier cosa
Los limites más grandes que pueden existir son los que nosotros mismos nos ponemos; la batalla más difícil es la que se encuentra en nuestra mente, la que ataca a nuestros pensamientos, pues nosotros seremos lo que creemos, y lo que creemos determina lo que haremos, y lo que no haremos.

Nuestros pensamientos nos pueden llevar a tomar buenas decisiones, pero también a cometer grandes errores. Cuando en nuestra mente se aloja el pensamiento de que no podemos con ciertas situaciones, nuestras acciones comienzan a ser negativas, y es muy fácil darnos por vencidos cuando creemos que ya no hay nada más que hacer.

Hay una serie de afirmaciones que podemos hacer, en especial en esos momentos en los que la duda y la desesperación se apoderan de nuestras ganas de salir adelante o cuando por distintos motivos sentimos que ya no es posible para nosotros. Todos pasamos por esos momentos, pero la primera en la lista es “Todo lo puedo en Cristo que me fortaleceFilipenses 4:13, la cual nos da la completa seguridad de que en cualquier circunstancia Dios nos fortalece y capacita.

No es el Tamaño del Problema, sino cómo Manejo el Problema - El Lado Positivo Del Fracaso

El 1 de marzo de 1997, Greg estaba en Bossier City, Louisiana, adonde había viajado desde su casa en Kentucky para asistir a mi conferencia de dos días sobre liderazgo.
Cuando la conferencia concluyó, abordó un avión y se dirigió a St. Louis en la primera etapa del viaje de regreso a su casa, pensando con entusiasmo en la forma de poner en acción el adiestramiento sobre liderazgo que había recibido.
Cuando llegó al aeropuerto de San Louis para tomar su conexión a Lexington, se sorprendió al descubrir que su vuelo estaba atrasado debido al mal tiempo en Kentucky. La demora se transformó en la cancelación del vuelo, y Greg tuvo que quedarse a pasar la noche en St. Louis. No le dio mucha importancia al percance; estaba acostumbrado a viajar y sabía que estas situaciones suelen presentarse. A la mañana siguiente, tomó el primer vuelo que le sacó de St. Louis.
Sólo cuando aterrizó en Lexington se dio cuenta de la magnitud del problema causado por el mal tiempo.
Mientras conducía desde el aeropuerto rumbo al norte, hacia Cynthiana, empezó a ver los efectos de la lluvia torrencial que había hecho que su vuelo fuera cancelado. Cuando supo que el río Licking, que pasa por Cynthiana se había desbordado, empezó a preocuparse por su tienda. Se fue directamente hacia allí, esperando encontrarse con que todo estaba bien, y la distancia de treinta millas se le hicieron una eternidad.
Cuando finalmente llegó, encontró que todo estaba inundado. A doscientos metros de su tienda, pudo ver únicamente el techo y el letrero: "Centro de Alimentos". El resto estaba bajo el agua.
Desmoralizado, se dirigió a su casa, pero ni siquiera pudo llegar cerca de ella.
Durante tres días vivió con su hermana en Lexington, esperando que el nivel del agua bajara y pensando qué podría hacer. Llamó a su agente de seguros y descubrió que las cosas se ponían peor... Tenía todos los seguros imaginables menos el de inundación, o sea que, el seguro no le servía de nada.
Entre una cosa y otra, transcurrieron cinco días hasta que pudo entrar a la tienda, y cuando abrió las puertas se encontró con una devastación total.
Ahí estaba, parado en medio de quinientos mil dólares en mercancía y bienes totalmente destruidos. La caja registradora electrónica estaba llena de agua sucia, y una cámara frigorífica de doscientos kilos de peso en la que acostumbraba tener bolsas de hielo, había sido elevada por el agua y lanzada sobre una de las mesas de la tienda. Era una situación que hace que cualquier persona desee salir de allí, cerrar las puertas y no volver jamás.
En ese momento no veía ninguna salida, recuerda Greg. Al darse cuenta que la tragedia había hecho fracasar su negocio, podía haberse dado por derrotado.
"Pude haberme declarado en bancarrota pero rehusé hacerlo. Fue en ese momento cuando recordé los principios sobre liderazgo que había aprendido sólo unos días atrás. No es lo que me suceda a mí, sino lo que sucede en mí. No es el tamaño del problema, sino cómo manejo el problema". 
Cuando caigo, tengo que levantarme. Estoy decidido a superar esa experiencia.
Se aseguró de que el edificio estuviera aún estructuralmente sólido aunque el interior no sirviera para nada, y todo lo que había adentro lo retiró a mano. Fue necesario hacer veintidós viajes de camión para limpiar completamente el interior de basura.
También fue necesario reemplazar todas las cajas registradoras. Hasta el suelo hubo que ponerlo nuevo. Greg y su personal trabajaron incansablemente de la mañana a la noche. Después de una nueva inversión de un millón de dólares, la tienda pudo ser abierta nuevamente y todo ocurrió en menos de dieciséis milagrosos días.
La tienda permaneció cerrada sólo veintiún días después de la inundación.

Lo que Él dice

 “Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”.
Juan 2:5
María dijo: “haced todo lo que Él os dijere”. Hay que hacerlo todo. La palabra de Dios nos muestra de qué manera poderosa intervino el Señor. Cuando Él dice una palabra, hay alguien que va a obedecer a esa palabra y hay un resultado milagroso sobrenatural que va a ocurrir. 
Toda Palabra que venga a su vida, tómela, abrácela y diga: Dios me ha dado la posibilidad de obedecer a esta Palabra y de manejarla exitosamente en mi vida, la voy administrar bien.
La palabra de Dios viene para funcionar. El milagro que sucedió en esa oportunidad fue el primer milagro público de Jesús. Ocurrió el día en el que los servidores llenaron las vasijas vacías con agua y se quedaron a la espera, porque eso es lo que les dijo el Señor. Parecía algo fuera de lo razonable, sin embargo lo que el Señor Jesús les dijo ellos lo hicieron y sucedió un milagro sobrenatural. Las tinajas de agua se transformaron en vino; sobrenatural, divino, milagroso. Pero para que eso sucediera alguien tuvo que decir la palabra, alguien obedeció a esa palabra y después de eso vino el cumplimiento.
Al poner algo en las manos de Dios, hay una oportunidad divina de que venga a intervenir lo sobrenatural de Dios y eso que estaba en sus manos que parece no tener mucho valor, algo pequeño o sin importancia, se va a transformar en algo que tiene mucha importancia. Porque eso, el agua, se transformó en un vino que era mucho mejor que el que ya se había acabado. Y alcanzó para que todos pudiesen consumir nuevamente. 

Tres Maneras De Cuidarnos - Crecimiento personal-espiritual

Sólo nosotros sabemos las tres maneras de cuidarnos bien a nosotros mismos. A veces necesitamos volver en el tiempo y recordar el mejor consejo que alguien nos diese. Todos les dan consejos a todos, pero el consejo no tiene valor a menos que lo asimilemos y avancemos; el consejo es muy poderoso si lo adaptamos a nuestra vida.
Pero el que recibí podría no funcionar para ustedes ya que el consejo es muy personal; generalmente es dado por alguien a quien le importamos. Sin embargo, no tiene por qué venir de alguien a quien conozcamos o que esté vivo actualmente. Puede venir de alguien que vivió hace más de cien años; tal vez una cita de William Shakespeare o alguien más que vivió en el pasado.
Además, nosotros, y sólo nosotros podemos aceptar y adaptar el consejo a nuestro bienestar. Los tres mejores consejeros de mi vida fueron gente a la que le importé, sin saber que iban a causar una diferencia especial en mi vida. Tan sólo por ser quienes somos, hacemos la diferencia en la vida de otros. Por ejemplo, cuando hacemos un compromiso, ¡provocamos una diferencia en la vida de otros! Si no nos podemos dar efectivo, al menos démonos crédito por estar aquí y ser quienes somos.
El primer trocito de consejo que diariamente adapto es: “¡Mantengámonos cerca de Dios!”
El segundo consejo que adapto diariamente es: “Necesitamos saber que controlamos nuestro destino”.
El tercer consejito que adapto diariamente es: “¡No es lo que no sabemos lo que nos lastimará, sino lo que creemos que sabemos sin ser así!”
Pensemos en los consejos que hemos recibido durante nuestra vida y enfoquémonos en aquellos que hemos abrazado en nuestro corazón y que nos han ayudado mientras crecíamos.