lunes, 2 de septiembre de 2013

El privilegio de anunciar una buena noticia - Devocional - Vídeo

“Y será predicado este evangelio, en todo el mundo...” Mateo 24.14a (RVR60).

A lo largo de la historia, vemos como a los portadores de malas noticias se les temía, se les rehuía e incluso se llegaba a matarles. Por el contrario, a los mensajeros de buenas noticias, se les premiaba y agasajaba.

Todos los hijos de Dios tenemos la inmensa bendición y privilegio de poder compartir con todos los que nos rodean, una buena noticia: el Evangelio de Jesucristo.
No es una religión, no es una doctrina, y sí es la única oportunidad para las personas que nos oyen, de decidir acerca de su futuro eterno: vivirlo en la Presencia y Gozo de Dios, o en separación, confusión y vergüenza perpetua.

Jesús, terminado su ministerio terrenal, les recuerda a sus discípulos que esta buena noticia, en los últimos tiempos, sería predicada de forma masiva en todos los países y etnias, por muchos medios. En este pasaje, Jesús advierte que el “fin” vendrá después de que el evangelio sea predicado adecuadamente a todas las naciones.

¿Quieres que el adversario huya de tu vida? - Devocional

Cuando nosotros entendamos y nos sometamos a Dios, no nos preocuparemos más del diablo.

Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Realmente, cada día que vivimos se convierte en una lucha más en contra del pecado, lucha en la que no podemos sobrevivir si no es por medio del Espíritu Santo de Dios en nuestras vidas.
Desde hace mucho tiempo hemos escuchado el pasaje de Santiago 4:7 y muchos de nosotros nos sabemos de memoria dicho versículo: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Pero este versículo, mas allá de ser una frase popular entre los cristianos, tendría que ser realidad viva en nuestro vivir diario.
Es cierto que si resistimos al diablo huirá de nosotros, pero hay algo que se tiene que hacer antes y de lo cual depende eso, que es “Someterse”.
Y resulta que el sometimiento puede ser una las cosas que más nos cueste cumplir; por naturaleza a los seres humanos no nos atrae someternos a nadie, pero en la vida cristiana y en el ámbito espiritual, la llave que abre muchas bendiciones de Dios es el sometimiento.
Cuando la Biblia habla acerca de someternos a Dios, está hablando de tener una verdadera relación personal con Él, o sea, vivir cada día enamorados de Él, poner en práctica su palabra y hacer de nosotros siervos fieles a Dios que anhelen y luchen cada día por vivir en santidad.
Entonces, y traduciendo este versículo a frases populares para que las podamos entender, sería de la siguiente manera: “Si tú tienes una verdadera relación personal con Dios, poniendo por obra sus estatutos y viviendo en cada momento en fidelidad y santidad, entonces podréis resistir al diablo y este huirá de vosotros”.
La única forma de hacer huir al diablo es a través de una vida de santidad y fidelidad a Dios, porque no hay cosa más terrible para el enemigo que un cristiano verdadero. Él jamás podrá hacer nada en contra de aquél que busca a Dios, que le anhela y cumple su voluntad.

Debemos Ser Objetivos - Devocional - Vídeo

“Mas David, viendo a sus siervos hablar entre sí, entendió que el niño había muerto; por lo que dijo David a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró. Después vino a su casa, y pidió, y le pusieron pan, y comió. Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño, viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. Y él respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá compasión de mí, y vivirá el niño? Más ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí. Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella; y ella le dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón, al cual amó Jehová” (2  Samuel 12.19-24).
Para crecer y desarrollarnos en la vida es fundamental ser objetivos, al igual que para sortear dificultades y recuperarnos de cosas negativas.
1. Preguntar de forma objetiva y concisa: “¿Ha muerto el niño?”
  • ¿Ha muerto el niño?
  • ¿Me abandonó la persona que amaba?
  • ¿Quebró mi negocio?
  • ¿Lo que esperaba de Dios no se dio?
Es fundamental preguntar de forma objetiva para conducirnos exitosamente en la vida, ya que puedes ubicarte correctamente, pero no debes insistir en cosas que Dios ya dio por concluidas, mas tú no por no saberlas. Nunca pongas un signo de interrogación en algo que el Señor ya ha puesto en punto final.

2. Reaccionar de forma objetiva: “Entonces David se levantó de la tierra, y se lavó y se ungió, y cambió sus ropas, y entró a la casa de Jehová, y adoró”.
Necesitamos levantarnos y dejar de llorar por lo que ya perdimos y, además, adorar a Dios en situaciones negativas, no sólo cuando nos va bien.
La mayoría de las personas reaccionan como los siervos; si estando el niño enfermo lloraba, ahora que ha muerto tienen que ponerse mucho peor. 
Pero David reaccionó de forma contraria, por eso él era rey y los siervos, siervos.

3. Debemos actuar de forma objetiva: “Y consoló David a Betsabé su mujer, y llegándose a ella durmió con ella”.
Frente a la pérdida de ese hijo, David decidió engendrar uno nuevo y además, como hombre, lideró el proceso consolando a su mujer. Actuar de forma objetiva te permite abrirte a recibir cosas nuevas de parte de Dios y a no quedarte detenido en el tiempo desperdiciando tu vida.
Yo bendigo tu vida para que puedas ser objetivo preguntando, reaccionando y actuando con mentalidad de rey y no de siervo, para que puedas ser bendecido tú y aquellos que te rodean.

No me grites - Devocional

Cuando algo nos desagrada, molesta o fastidia, puede que reaccionemos mostrando un cierto enojo, y cuando se ese algo hace repetitivo, incluso comenzamos a verlo como algo normal, algo que ya forma parte de nuestra vida. Hay muchas maneras de exteriorizar los enojos, y una de ellas es gritar, como forma de desahogarnos de la ira causada por una determinada situación.
screamingPero si nos ponemos a analizar nuestras reacciones, nos podríamos preguntar, ¿por qué gritamos? 

Un niño le preguntó a su padre: – ¿Por qué las personas gritan cuando están enojadas?, y él le respondió.- Porque pierden la calma, entonces gritan.

- Pero, ¿por qué le gritan a una persona que está a su lado? –Preguntó de nuevo el niño-. ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?, y el padre le explicó- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Pues que no se gritan, sino que se hablan suavemente, ¿por qué?… porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellas es muy pequeña.
Éstas parejas no hablan, sólo susurran y se acercan más en su amor. No necesitan ni siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es, observa y verás lo cerca que están dos personas que se aman.
Sin embargo, cuando dos personas están enojadas y discuten, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esta distancia, para poder escucharse, deben gritar. Mientras más enojadas estén, más fuerte tendrán que gritar para conversar entre ellas.

No te creas tan importante - Devocionales, Meditaciones, Reflexión - Vídeo

Es verdaderamente sorprendente la gran misericordia que Dios ha tenido con todos nosotros, que una vez fuimos alcanzados por su gracia. Es increíble que después de ser tan pecadores e indignos, Él tuviera la grandeza de dar a su Hijo, puro, santo y divino para que muriera por nosotros en una cruz, para que fuera descargada en Él toda su ira, una ira que Jesús no merecía y que nosotros sí. Cuán precioso fue este sacrificio y aún más extraordinario el momento en el que Él resucitó.


creerse importanteEste gran sacrificio conlleva una sabiduría misteriosa, profunda y divina, una sabiduría que desde el punto de vista humano y natural, es imposible comprender. Como prueba de ello, puedes preguntarle a cualquier persona, que con toda seguridad sabe de la muerte de Jesús en la cruz y de su resurrección; pero en realidad no saben y no entienden, o peor aún, no les interesa entender lo que significó su entrega. No entienden cómo ese divino sacrificio por la misericordia de Dios, ha sido la razón de nuestra existencia y la garantía que tenemos para alcanzar la salvación de nuestra alma y la vida eterna.
Lo triste es que no le damos a Dios la importancia que se merece; muchas veces nos creemos más importantes que Él y le vemos sólo como nuestro “banco de bendiciones”, creyendo que nosotros somos sus clientes preferenciales. Se nos olvida cuál es el principal propósito por el que existimos, por el cual nos creó, que no es otro más que rendirle adoración. Se nos olvida que fuimos creados para Él, que fuimos creados para amarle y para servirle.
Muchas personas creen, que por el mero hecho de haber realizado una oración de fe en algún momento de su vida, ya son merecedores de las bendiciones eternas que el Señor concede en Cristo Jesús, cuando realmente se nota por sus frutos que nunca le recibieron en su corazón; otros creen que porque han sufrido muchas adversidades ya son acreedores a mayores beneficios o que tal vez se merecen mucho más de parte de Dios; y otros se afanan por acaparar todas las bendiciones de “prosperidad”, como si fuera una especie de recompensa a su “sí” cuando el Señor tocó las puertas de su corazón.