martes, 18 de diciembre de 2012

Dios Ha Sido Bueno - Reflexiones con Vídeo

Dios ha sido bueno
Dios ha sido bueno
Dios ha sido bueno
Bueno es Dios
Su bondad me alcanzó
Su amor me rescató
Su gracia me salvó
Bueno es Dios
Por eso cantaré
y siempre alabaré
y nunca olvidaré
Bueno es Dios

No Soy Perfecto, Nunca Lo He Sido y Nunca Lo Seré - Crecimiento Personal y Espiritual

Es la Realidad

“Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.” Romanos 7.18-20 (NTV)
No hay manera de ignorar la verdad que Pablo explica aquí. Él está comunicando claramente un mensaje importante a los lectores y oyentes, “¡No soy perfecto! ¡Ustedes no son perfectos!” Gracias, Pablo por decirlo. Necesitamos más líderes como tú hoy día.
Comenzaremos con una declaración similar, “¡No soy perfecto! ¡Nunca lo he sido y nunca lo seré!
La vida que quiero vivir no es siempre la vida que vivo. No siempre trato a mi esposa correctamente. No siempre amo a mi prójimo. A veces hiero a las personas que amo. He perdido amistades por decisiones pobres. A veces soy egoísta y codicioso. A veces soy lujurioso. A veces miento. A veces como más de la cuenta, duermo más de la cuenta, hablo más de la cuenta y oro muy poco. Si me hubiese dejado ir, siendo de mi propia manera, sería una persona podrida, de pies a cabeza.
¡Bien! Qué alivio se siente al escribirlo si tan sólo tuviésemos más gente que experimentase lo refrescante que es ser realista, si dejáramos de jugar a juegos espirituales y, en vez de eso, permitiéramos que la gracia de Dios empezase a transformar quienes somos. Si crees que no hay necesidad de decir todo esto, entonces eres uno de los que está jugando a juegos espirituales.
Recuerda, no necesitas a Dios si eres, o te crees, perfecto. Si crees que ser cristiano, o convertirse en uno, significa que tienes que ser perfecto, entonces estás adhiriéndote a una cristiandad sin Dios.
“Y bueno, ¿no es igualmente impío hacer las cosas que uno no debe, ni quiere hacer, cosas a las que moralmente uno se opone? ¿No hay algún tipo de condenación para este tipo de personas? ¿No necesitamos protegernos y proteger a nuestros hijos de eso?”
Tal vez debamos ir hasta Romanos 8.1….
“Por lo tanto, ya NO hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús.”
Todos tenemos barro en nuestras manos. Hoy es un gran día para que dejes de jugar a juegos. Admite tu imperfección y sé realista. Celebra la vida que tienes en Jesús. Si no admites una cosa, no vas a tener la otra.
“Entonces Jesús le contó la siguiente historia:
—Un hombre prestó dinero a dos personas, quinientas piezas de plata a una y cincuenta piezas a la otra. Sin embargo, ninguna de las dos pudo devolver el dinero, así que el hombre perdonó amablemente a ambas y les canceló la deuda. ¿Quién crees que lo amó más?
Simón contestó:
—Supongo que la persona a quien le perdonó la deuda más grande.”
—Correcto —dijo Jesús.
Lucas 7. 41-43 

Del lado ganador - Devocional - vídeo

Son maravillosas las formas en las que Dios actúa; a pesar del transcurrir de los años no dejan de sorprendernos. Leer en la Biblia al Dios que creó todo lo que podemos ver, al Dios que abrió el mar en dos para que su pueblo lo atravesase, o al Dios que derribó unos muros humanamente impenetrables como lo eran los muros de Jericó, hace pensar que Él puede utilizar cualquier método para llevar a cabo su plan perfecto sobre nuestra vida.
A veces se nos olvida que estamos bajo las alas de un DIOS OMNIPOTENTE, a veces las situaciones de la vida nos llevan a pensar o creer que todo se está viniendo abajo y se nos olvida que el que está con nosotros es más PODEROSO que cualquier problema que se nos presente.
La Biblia dice: “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Romanos 8:31 (Reina-Valera 1960). En pocas palabras nos recuerda que no hay nada que temer, porque si Dios está de nuestro lado, ¿qué puede ser más poderoso que Él?; todo lo demás se reduce a nada cuando Dios se pone al frente de nosotros. También dice la Biblia: “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Salmos 118:6 (Reina-Valera 1960).
Lo que muchas veces nos falta es recordar de qué lado estamos, nosotros siempre estamos del lado ganador, porque Dios nunca ha perdido una batalla.
Dios es poderoso en la batalla: “¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla.” Salmos 24:8 (Reina-Valera 1960). Leer su Palabra nos hace entender que pase lo que pase no vamos a perder la batalla. Quizá en determinados momentos nos sintamos derrotados, pero lo que sintamos no necesariamente será lo que realmente está pasando, pues Dios es quien tiene siempre la última palabra y por lo general siempre nos sorprende con acciones extraordinarias.
Recuerda, no olvides nunca, que ESTÁS DEL LADO GANADOR; que si Dios está de tu lado no hay nada que temer. Venga lo que venga, pase lo que pase, Dios te sostendrá con su mano poderosa, no dejará que te rindas porque Él te infundirá el aliento necesario para seguir adelante.
Cuando los deseos de rendirte vengan a tu vida, recuerda que estás del lado ganador, del lado del Señor y que Dios no tardará en realizar la acción necesaria para sacarte de cualquier situación difícil en que te encuentres. Él vela por tu bienestar, no desmayes, no dudes, no cuestiones, solamente cree, confía, pero, sobre todo, reconoce que estás en el lado ganador, en el ejercito de Dios.
En los momentos de flaqueza es cuando Dios quiere ver en ti la fe que tienes para creer en que todo saldrá bien, porque si de algo debes estar seguro es de lo que dice su Palabra:“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28 (Reina-Valera 1960).

¡Adelante! ¡Estás en el lado ganador!


Steve Jobs y su Desafío Más Grande - Crecimiento Personal y Espiritual

Pienso que Steve fue un líder de negocios dogmático que muchas veces pensaba fuera del orden establecido. Tras saber de su muerte, decidí averiguar más sobre Steve y compartirlo.

En cierta manera, él no era distinto de usted y de mí. Fue criado, y adoptado, por una familia de clase media. Al crecer era enérgico, bromista y divertido. Sin embargo, era diferente.
Tenía una inteligencia por encima de la media (se saltó un grado en primaria). Evidenció el síndrome de hijo único, solitario, con pocos amigos y sin saber cómo compartir. En otras palabras, su cociente emocional era más bien bajo. Esto era evidente en sus relaciones con los amigos, muchachas, familiares, empleados, colegas, socios y jefes.
La única excepción pudiera ser su esposa, que fue lo suficientemente fuerte como para afrontar todo lo de él y capear las altas y bajas de su personalidad. Fundó Apple, tuvo un hijo fuera del matrimonio y llegó a ser rico y famoso. Su visión del mundo era en blanco y negro; o uno estaba bien o mal; sus emociones fluctuaban entre los dos extremos. La mayor diferencia entre él y nosotros era su pasión: pasión por la excelencia.
En las escuelas de negocios estadounidenses se enseña a satisfacer las necesidades de los accionistas (accionistas, inversionistas, dueños, acreedores y suplidores), maximizando, más que nada, el rendimiento de las inversiones.
En realidad, los gerentes generales satisfacen sus necesidades primero, obteniendo salarios de 6 a 8 cifras, enormes opciones de acciones y "seguros dorados" al jubilarse. Steve pensaba que aquello estaba equivocado; creyó, fundamentalmente, en "crear un mercado basado en grandes productos y la innovación" y lo probó con iTunes, iMac, iPod, iPhone, iPad, e iCloud.
En agosto de 2011, Ordenadores Apple se convirtió en la compañía más valiosa del mundo. Sin embargo, Steve no llegó a disfrutar el éxito porque su salud se había deteriorado tras una larga lucha contra el cáncer, que se extendió desde su páncreas a su hígado. Por supuesto que cualquier otra persona con medios ordinarios no habría podido pagar el mejor cuidado médico que tuvo él, incluyendo un transplante de hígado.
Anteriormente, se había convertido en Gerente General de Apple de nuevo en 1997, ya lo fue antes, cuando la empresa estaba al borde de la quiebra. Él y su equipo trabajaron día y noche para corregir esto. A veces llamaba a alguien a medianoche sobre una gran idea que le había venido. Era un trabajador determinado e incansable.
En 2004 se sometió a cirugía para extraer un tumor pancreático; en 2005 se dio cuenta de que pudiera haber sacrificado su salud en el proceso. En 2009 se sometió a un transplante de hígado. El 5 de octubre de 2011 falleció, ante el dolor y sorpresa del mundo de que un icono público se había ido.
Algo antes, en el verano de 2011, decidió conseguir un mapa financiero para su eventual jubilación; tenía 61 años. Tras investigar varias semanas en Internet buscando un asesor financiero, su esposa y Steve entrevistaron a dos sujetos reputados en el área de la bahía de San Francisco.
Uno de ellos se veía exitoso; manejaba bienes multimillonarios para sus clientes. Tenía unos 12 empleados trabajando para él; era muy profesional y organizado. Sin embargo, le impactó verle pálido y frágil para su edad, para sus 40 años.
El dinero no significa mucho si no tenemos salud. A menudo, mientras estamos en esta “carrera”, perseguimos dinero o éxito pero descuidamos nuestra salud. ¿Será el éxito un material más importante que la salud… o será al revés?
David B. Lo.
Esta narración nos debe llevar a una seria reflexión sobre lo que es realmente importante. Su autor se pregunta al final si el éxito tiene sentido si no está acompañado de la salud. Y agregaríamos que el concepto de salud sobrepasa la buena condición de nuestro cuerpo e incluye necesariamente nuestro alma y espíritu, ya que fuimos creados por Dios de esta manera.
La vida es mucho más que los logros personales; la salud física de la que podemos gozar para disfrutarlos tiene que ver con sabernos parte de una comunidad a la somos llamados a bendecir, aunque algunos más y otros menos.
¿Cómo nos vemos a nosotros mismos al reflexionar sobre esto? ¿Por qué no permitirle al Señor guiarnos mediante Su palabra y Su Espíritu al respecto?

Salva Tu Vida - Reflexiones - vídeo

José Ton se escapó de su nativa Rumanía para estudiar teología en Oxford. Al prepararse para regresar a su madre patria después de su graduación, le contó sus planes a varios estudiantes. Ellos le dijeron con toda franqueza que probablemente iba a ser arrestado al llegar a la frontera. Uno le preguntó: “Si te arrestan, ¿qué posibilidades tendrías de ser predicador? ” Ton le preguntó a Dios acerca de esto y le fue recordado:
Mateo 10:16 “Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos”.
Él pensó: ¿Qué posibilidad tiene una oveja de sobrevivir, y mucho menos convertir a los lobos?
Sin embargo, Jesús les envió y no sólo esperó que sobreviviesen, sino que cumpliesen con su misión.
Regresó y predicó hasta el día de su arresto. Al ser interrogado por los oficiales, José dijo: “Su arma suprema es matarme; la mía es morir. Mis sermones están ahora circulando por todo el país grabados en cintas. Si me matan ahora, el que las escuche dirá: “Debe ser verdad”. Este hombre estaba sellando sus palabras con su sangre. "Las cintas grabadas hablarán diez veces más fuerte que antes, por lo tanto, mátenme. Yo obtendré, pues, la victoria suprema”. Entonces, ¡El oficial le mandó a su casa!
Cuando José pensó en salvar su vida, estuvo en peligro de perder su misión. Cuando no le importó perderla, no solo salvó su vida sino también su libertad.
El mundo sólo quiere lo mejor de usted, pero Dios quiere todo de usted.
Marcos 8:35
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.