jueves, 12 de enero de 2017

La instrucción da vida

Este mensaje está basado en el libro de Proverbios, capitulo 10, versículo 17, que literalmente dice así: “…camino a la vida es guardar la instrucción; pero quien la desecha, yerra…”
Resultado de imagen de La instrucción da vidaNo se puede negar que la ley que encierra este versículo es como la ley de la gravedad, que resumidamente dice que todo cuerpo que tiene masa tiene una cierta cantidad de gravedad, por eso estamos “pegados” a la tierra.
Asimismo, extrapolando este versículo, habla de que, si nosotros como personas guardamos, amamos, y deseamos la instrucción de nuestro Padre Dios, ésta nos dará larga vida en este mundo. En caso contrario,... ¿quiénes desechan la instrucción?... ¡los necios! Veamos otro versículo en el mismo libro de Proverbios 12:1 que dice: “…El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es un ignorante…”
Hay una máxima que dice que aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario, hasta aprender de una vez lo que enseña el drama de lo sucedido; lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma.
En ella vemos claramente, que una persona que no acepta la instrucción, que no acepta que otra persona lo aleccione en cosas de la vida, tendrá que soportar una y otra vez los mismos resultados desastrosos de la vida; por ello, pidámosle sabiduría a Dios, como se dice en Santiago 1:5 “…y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada…”.

Deja tus cargas

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Mateo 11:28
Un hombre que conducía su camioneta por un camino rural vio a una mujer que llevaba una carga pesada, así que se detuvo y le ofreció llevarla. La mujer le dio las gracias y subió a la parte de atrás.
Al rato, el hombre notó algo extraño: ¡la mujer seguía cargando el peso aunque estaba sentada en el vehículo! Asombrado, le rogó: «Señora, por favor, deje la carga y descanse. Mi camioneta puede llevarla a usted y sus cosas».
¿Qué hacemos nosotros con las cargas de temor, preocupación y ansiedad que solemos acarrear al enfrentar los desafíos de la vida? En vez de descansar en el Señor, a veces, nos comportamos como esa mujer. Jesús declaró: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11:28); sin embargo, muchas veces nos encontramos llevando cargas que deberíamos dejarle a Él.
La oración es el medio para entregarle al Señor nuestras cargas. El apóstol Pedro aconseja: «echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros» (1 Pedro 5:7). Cuando entendemos que el Señor se interesa por nosotros y aprendemos a confiar en Él, podemos descansar y relajarnos. En lugar de agobiarnos con cargas pesadas, podemos dárselas a Él para que las lleve.

Señor, estoy cansado. Aquí están mis cargas. Por favor, tómalas y llévalas por mí.
La oración es el medio por el que las cargas cambian de hombro.

Disfrutar de la vida

Un hombre rico y emprendedor se horrorizó cuando vio a un pescador tranquilamente recostado junto a su barca, contemplando el mar y fumando apaciblemente su pipa después de haber vendido el pescado.
-¿Por qué no sales a pescar?, le preguntó el hombre emprendedor.
-Porque ya he pescado bastante por hoy, respondió el apacible pescador.
Resultado de imagen de disfrutar de la vida pensando en positivo-¿Cómo?, ¿no pescas más de lo que necesitas?, insistió el industrial.
-¿Y qué iba a hacer con ello?, preguntó a su vez el pescador.
-Ganarías más dinero. Podrías poner un motor nuevo que haría más potente tu barca. Y podrías ir a aguas más profundas y pescar más peces. Ganarías lo suficiente para comprarte unas redes de nailon, con las que sacarías más peces y más dinero. Pronto ganarías para tener dos barcas. Y hasta una verdadera flota. Entonces serías rico y poderoso como yo.
-¿Y que haría entonces?, preguntó de nuevo el pescador.
-Podrías sentarte y disfrutar de la vida respondió el hombre emprendedor.
-¿Y qué crees que estoy haciendo en este preciso momento?, respondió sonriendo el apacible pescador. ¡Eso es precisamente lo que hago!
Contentarse con la vida que Dios nos ha concedido es disfrutar la mayor de las riquezas.
1 Timoteo 6:6
La piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.

Dios es quien elige y promueve

Ningún hombre en la tierra es completamente perfecto. El cristiano es un pecador arrepentido, no una persona perfecta. Dios ayuda a que vayamos creciendo cada día hasta estar a la altura del Varón Perfecto, que es Cristo Jesús. “Dios utiliza a gente imperfecta y con defectos para hacer Su Obra Perfecta y sin Defectos. La Gloria siempre es Suya”.
La Palabra de Dios dice en Isaías 41:11-13 “He aquí, todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y humillados; los que contienden contigo serán como nada y perecerán. Buscarás a los que riñen contigo, pero no los hallarás; serán como nada, como si no existieran los que te hacen guerra. Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: “No temas, yo te ayudaré”. También dice en 1 Corintios 1:25-28 “Porque la necedad de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres. Pues considerad, hermanos, vuestro llamamiento; no hubo muchos sabios conforme a la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es”.
RECUERDA QUE ES DIOS ES QUIEN PROMUEVE Y MANTIENE. SIN IMPORTAR LO LEJOS QUE DIOS TE PERMITA LLEGAR, RECUERDA SIEMPRE DARLE TODA LA GLORIA Y HONRA A ÉL. ES EL ÚNICO MERECEDOR DE ELLA. BÚSCALO MIENTRAS PUEDA SER HALLADO. ENTRÉGALE A CRISTO JESÚS TODA TU VIDA Y RECONÓCELO COMO REY, SALVADOR Y SEÑOR PERSONAL. 
BENDICIONES.