domingo, 12 de abril de 2015

¿Son bíblicos los siete sacramentos católicos?

“Los sacramentos son signos exteriores (visibles) de la gracia interior, instituidos por Cristo para nuestra santificación”, según la Enciclopedia Católica. La Iglesia Católica Romana enseña que aunque Dios da gracia al hombre sin símbolos externos, Él ha elegido fundamentalmente, dar gracia al hombre a través de estos símbolos visibles (sacramentos). Y porque Dios lo ha hecho así, el hombre es necio al no hacer uso de estos medios provistos por Dios, para obtener santificación.

A fin de ser calificado como un sacramento, la Iglesia Católica Romana establece que debe reunir los siguientes tres criterios; a) el criterio externo, señal sensiblemente perceptible, de haberse recibido por gracia santificadora, b) el otorgamiento de precisamente, gracia santificadora, c) la institución creada por Dios o, más exactamente, por Dios-Hombre, Jesucristo, y que luego hacemos nosotros en Su memoria. Por lo que los sacramentos no son simplemente un símbolo, sino que son creídos como verdaderos otorgantes de gracia santificante sobre el receptor. La Iglesia Católica Romana cree que todos sus siete sacramentos fueron instituidos por Jesucristo mismo. Hay siete sacramentos romanos católicos, y son los siguientes:

1) Bautismo, del cual la Iglesia Católica Romana enseña que quita el pecado original al ser infundido con gracia santificante.



2) Penitencia, por la cual uno confiesa sus pecados a un sacerdote.

3) Comunión (La Eucaristía), considerado la recepción y el consumo del mismo cuerpo y la misma sangre de Cristo.

4) Confirmación, aceptación formal como miembro de la iglesia católica, junto con una unción especial del Espíritu Santo.

5) Extremaunción o unción de los enfermos, realizada a personas moribundas para el fortalecimiento físico y espiritual, como preparación para el Cielo. Cuando se combina con la confesión y la comunión (La Eucaristía), es llamada - "los ritos finales".

6) Orden sacerdotal, proceso por medio del cual los hombres son ordenados al clero.

7) Matrimonio, que provee gracia especial para la pareja.

Hay unos versos normalmente citados, para refrendar la creencia católica romana concerniente a los sacramentos: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.” (2 Timoteo 1:6). “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5) “nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.” (Tito 3:5) “para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.” (Efesios 5:26) “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.” (Juan 20:23) "Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.” (Santiago 5:15) “Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.” (Hechos 8:17) “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.” (Juan 6:54-55).

Libres

La libertad es algo que el hombre siempre ha procurado tener, incluso países han luchado por ella. Grupos, razas y demás, han dado su vida para poder ser partícipes de un gran cambio en la historia de la humanidad.
Antiguamente se establecían mercados de esclavos, por ejemplo, en Estados Unidos fue en Wall Street donde se estableció el primer mercado de esclavos en el país. Los barcos negreros procedentes de África, llegaban a la ciudad cargados de esclavos que se vendían como mano de obra, sobre todo para las plantaciones de algodón, y desde allí se distribuía este producto. Como era de esperar, las aseguradoras de los barcos, los grandes comerciantes y los bancos que financiaban los viajes, debían estar “cerca de sus inversiones“, lo que dio idea del nuevo mercado. 
Aunque la esclavitud física no ha sido erradicada aún en su totalidad, hay una esclavitud que fue eliminada para siempre. Jesús nos compró del mercado de esclavos para que siempre seamos libres, para no volver nunca a la esclavitud.
“Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento.” Efesios 1:7-8 (NTV)

Hoy es el día para caminar hacia tus sueños

El día que decidió construir una casa con botellas de vino vacías, familiares, amigos y conocidos creyeron que estaba loco y le instaron a desistir del proyecto. Jan Than Vanlhel no les escuchó. Sonreía al oírles, pero nada más.
sueños
La tarea fue ardua. De día trabajaba como contable en una empresa inglesa. Por las noches, a pesar de su orgullo, salía hasta los sitios donde se concentraban los desechos. Cada envase era guardado cuidadosamente, y luego en casa, almacenado de acuerdo con su tamaño y la densidad del vidrio. Era un trabajo artesanal.
La estructura comenzó a levantarse en un enorme terreno. Cada frasco era unido a otro con una silicona especial. Lo difícil eran los vientos que, en determinadas épocas del año, son demasiado fuertes. Las corrientes de aire producían la caída de las paredes y columnas.
Por eso, al despertar cada mañana, Jan Than se encontraba con la desagradable sorpresa de que tenía que comenzar de nuevo. Solo encontraba un montón de cristales rotos. Sin embargo, se reponía del desánimo y reemprendía la tarea.
Tardó tres años pero lo logró. La construcción de tres alcobas, un baño y una cocina, fue por mucho tiempo el atractivo de los visitantes. Nadie podía creer que alguien se hubiera propuesto acometer un proyecto de esas dimensiones. Y no solo hubo quien lo hizo sino que además, lo terminó y disfrutó plenamente.

Señales para otros

¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?  (Mateo 7: 3)
Un día cualquiera, como tantos otros, varios oficiales de policía estaban instalando en la calle algunas señales de tráfico, entre ellas, unos carteles que advertían de no exceder el límite de velocidad.
De pronto, otro oficial se acercó en su patrulla; se bajó y procedió a pegar en el parabrisas del coche-patrulla de sus compañeros, una papeleta de multa por estacionamiento indebido. ¿Qué estaba pasando? …pues que ese día los gendarmes,  en su afán por descubrir infracciones de tráfico, no se percataron de que ellos también habían cometido una infracción al estacionar su propio coche-patrulla, en el lado equivocado de la carretera. Y como era obvio, se resistieron a ser amonestados.

Los pies en la tierra y la mirada en el cielo

“Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.” Juan 3:27 RVR1960
mirando al cielo
Muchas son las cosas que recibimos del Señor y los privilegios que obtenemos cuando servimos y honramos su nombre, pero es triste ver cómo algunas personas tienen un cambio repentino en su actitud a causa de estas bendiciones. Está bien que cuando tienes una responsabilidad cambies ciertas cosas en tu desempeño o cargo, pero eso no quiere decir que tú cambies quien has sido siempre, a causa de estas cosas; más exactamente, creer que eres superior o más importante que los demás por lo que Dios te ha encomendado hacer.
“Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.” Marcos 10:43-44 RVR1960
Dios no nos llamó a competir para determinar quién es mejor servidor que otro o quien cree ser mejor que los demás, Él lo que quiere es que le sirvamos con un corazón humilde, no creyéndonos más que nuestros hermanos o los demás, simplemente porque somos parte de un ministerio importante en la iglesia. Pidámosle a nuestro Padre que examine nuestro corazón y saque de nosotros ese orgullo vano, que cambie nuestra altivez en humildad y que entendamos de una vez, que la misma sangre que pagó Cristo por nosotros la pagó por todos los demás, sin tener en cuenta la trascendencia del cargo en la iglesia, en la sociedad, etc.