domingo, 28 de octubre de 2012

¿Y a mi Qué me Importa? - Reflexiones con Vídeo

En la vida hay muchas cosas que nos parecen sin importancia,
hasta que las circunstancias nos obligan a recapacitar y tomar una decisión al respecto.
¡No esperes más, todavía estás a tiempo de cambiar!


Problemas - Reflexiones

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba llena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta el coche. Cuando pasamos cerca del árbol sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que yo le había visto hacer un rato antes. “Oh, ese es mi árbol de los problemas”, contestó. “Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo pero una cosa es segura: Los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos, así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego, por la mañana, los recojo otra vez. Lo divertido es, dijo sonriendo, “que cuando salgo por la mañana a recogerlos no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.”
Este buen hombre me hace recordar que tenemos mucho más que un árbol para despojarnos de las aflicciones, tenemos al Padre celestial a nuestro lado que nos ayuda a llevar la carga por más pesada que ésta sea. Sólo entrégasela a El.
Salmos 55:22 “Echa sobre el Señor tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.”
Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”

No se trata...- Devocionales, Poesía - vídeo


No se trata de cuántas veces has caído, Dios mira el arrepentimiento verdadero, no te quedes en el suelo, no te excuses, cree que Él ya venció por ti.
No se trata de cuantas veces te han engañado y lastimado, se trata de que confíes en que Dios te ha hecho fuerte y que sólo Él no te falla, pero las personas te seguirán fallando por más que te quejes.
No se trata de que tengas baja autoestima, se trata de que has sido redimida o redimido con la sangre de un Cordero sin mancha.
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Isaías 61:10
No se trata de que tengas muchos o pocos dones, se trata de que los utilices con Jesús para su gloria, porque sin ÉL sería vanagloria.
No se trata de que tengas mucho o poco dinero, se trata de que Él de te da el pan de cada día que nunca te falta.
No se trata de si tienes muchos o pocos amigos, se trata de que tienes al mejor de tu lado, quien ha dado la vida por ti.
No se trata de que sientas todo en tu contra, sino de ir contra la corriente, de nadar contra ella y sonreír para que el enemigo llore.
No se trata de que le digas a Dios que tienes un gran problema, se trata de que le digas al problema que tienes un gran Dios.
Se trata de Su presencia en ti, renovándote cada día más y más, hasta llegar un día a la estatura de Cristo.
No se trata de cuantas humillaciones has pasado, se trata de que Jesús las sufrió por ti primero, y hoy Él te dice: "si Yo estoy en ti, yo te doy las fuerzas para que lo soportes así como yo lo hice, no tienes que utilizar ni una gota de tus fuerzas".

Todo lo puedes en Cristo que te fortalece (Filipenses 4:13) ¿Ya lo olvidaste?



Es por fe, no por obras - Evangelismo


“Obviamente, la promesa que Dios hizo de dar toda la tierra a Abraham y a sus descendientes no se basaba en la obediencia de Abraham a la ley sino en una relación correcta con Dios, la cual viene por la fe.” Romanos 4:13 (NTV).
Es por medio de la fe como el creyente obtiene las bendiciones de parte de DIOS. Y no por obedecer mandatos o la ley. Más bien por mantener una relación correcta con DIOS, de Padre e hijo. Pretender obtener bendiciones de parte de DIOS por medio de obras es sumamente desgastante. Lo correcto es entrar en el reposo que Cristo da a los suyos por medio de lo que Él ya hizo (Hebreos 4:10). Alguien que está enfocado primordialmente en no pecar y acatar mandatos, crea en sí mismo una fuerte conciencia del pecado, crea el lugar de una conciencia justa y purificada por la sangre de Cristo (Hebreos 10:22). Todo creyente debe arraigar en su corazón el regalo de justicia que ha recibido de parte de Jesús para así vivir en victoria sobre el pecado y la muerte. Repetimos: es un regalo de parte de DIOS por el cual no debe intentar pagarse por medio de obras, sino solamente recibirse por medio de la fe (Efesios 2.8-9).
Vivir por medio de la fe y no tratar de justificarnos ante DIOS por determinadas obras, trae alivio y vida a nuestra alma (Gálatas 3:10).
Dimensiona ésto: si tú has aceptado a Jesús en tu corazón Él te ha posicionado en un lugar perfecto ante DIOS como hijo suyo. Dentro de ti existe un vínculo directo al Padre Eterno (Romanos 8:15-17). Siendo Él tu Padre, ¿no te dará por amor todas las cosas si ya te ha dado lo más valioso en Jesús?
No trates de guardar una ley y a un juez duro, mejor agrada de todo corazón a tu Padre que te ha dado todo por amor. Así realizarás buenas obras por amor y para obtener el favor de DIOS.
Enfócate por medio de la fe en lo que Jesús ya hizo, y no en el límite que representan tus esfuerzos y buenas obras.

RECIBE TODO LO QUE TIENE DIOS PARA TI POR MEDIO DE LA FE.

Quiero Llevar Mucho Fruto - Devocional - vídeo

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Juan 15:2.
He aquí una promesa preciosa para quien desea llevar fruto. De momento presenta sólo un carácter de posibilidad.
¿El pámpano que lleva fruto ha de ser podado?
¿Deberá cortar el cuchillo lo mejor y más provechoso?
Así debe ser, podar el pámpano que lo lleva, porque la mayor parte de la obra purificadora del Señor se lleva a cabo por medio de aflicciones, cualesquiera que sean sus naturalezas.
No son a los malvados sino a los justos a quienes les han sido anunciadas las tribulaciones en esta vida. Pero el fin compensa sobradamente lo doloroso de los medios. Si por ello resulta mucho fruto para el Señor, poco nos importará la poda y la pérdida de algunas hojas.
Sin embargo, en ocasiones, esa limpieza es hecha por la Palabra, sin necesidad de que vengan las pruebas; este pensamiento lima todo lo áspero de la promesa. 
Por medio de la Palabra llegaremos a ser más suaves y más útiles. El Señor, que ha hecho que nosotros llevemos algún fruto, obrará en nosotros hasta que logremos una mayor prosperidad.
¿No es esto motivo de alegría? En verdad hay más consuelo en la promesa de que hemos de llevar mucho fruto, que si nos hubieran prometido riquezas, salud y honores.
Hoy quiero ser tierra fértil para poder dar mucho fruto.
¡Señor Jesús, cumple pronto la palabra misericordiosa que me has dado, y haz que abunde yo en frutos. Amén.