Una de las cosas que necesitamos para no pecar es tener dominio propio, que consiste en tener la fuerza de voluntad necesaria para decir que no a las cosas que no nos convienen y que desagradan a Dios.
Unos de los mejores ejemplos en la biblia está representado por Daniel, nombre cuyo significado y también su premisa es "Dios es mi justicia", y sus amigos Ananías que significa (Dios es misericordioso), Misael (¿Quién como Dios?), y Azarías (fuerza de Dios), a los cuales les cambiaron el nombre como muestra de que iban a iniciar una nueva vida, la de ser servidores del rey Nabucodonosor, para que dejaran atrás sus costumbres y creencias.
Muchas veces, las personas que nos rodean nos cambian los nombres o nos ponen apodos, por lo general con un significado un tanto burlesco, y porque de alguna manera quieren influenciar de manera negativa en nuestra vida. Cuando suceda esto renunciemos a esas palabras, y creamos en lo que Dios puede hacer en cada uno de nosotros y no hacer los planes que el mundo y las personas quieren que tengamos. A veces nuestra familia o amigos quieren, con un pretendido buen fin, que se lleven a cabos esos planes en nuestra vida, pero tal vez esos planes no te agraden o tengas cosas que no ayuden en tu vida como cristiano. Lo importante es que, estemos donde estemos, no nos dejemos contaminar por las cosas que el mundo nos ofrece, y eso no quiere decir que nos tengamos que aislar de las personas que no conocen de Dios, al contrario, porque Dios ha depositado su gracia en nosotros para impactar la vida de los demás, para que también lo conozcan.
Muchas veces, las personas que nos rodean nos cambian los nombres o nos ponen apodos, por lo general con un significado un tanto burlesco, y porque de alguna manera quieren influenciar de manera negativa en nuestra vida. Cuando suceda esto renunciemos a esas palabras, y creamos en lo que Dios puede hacer en cada uno de nosotros y no hacer los planes que el mundo y las personas quieren que tengamos. A veces nuestra familia o amigos quieren, con un pretendido buen fin, que se lleven a cabos esos planes en nuestra vida, pero tal vez esos planes no te agraden o tengas cosas que no ayuden en tu vida como cristiano. Lo importante es que, estemos donde estemos, no nos dejemos contaminar por las cosas que el mundo nos ofrece, y eso no quiere decir que nos tengamos que aislar de las personas que no conocen de Dios, al contrario, porque Dios ha depositado su gracia en nosotros para impactar la vida de los demás, para que también lo conozcan.