lunes, 17 de septiembre de 2012

¡Levántate y Ve! - Crecimiento Personal

Dios llamó a Jonás para que fuera a Nínive a predicar. En dos oportunidades le dice: “Levántate y ve a Nínive”. La primera oportunidad fue cuando le llamó para enviarle como profeta a esa ciudad. Sin embargo, Jonás se levantó para huir de la presencia de Dios a Tarsis.
Después de que Jonás fuera lanzado al agua y tragado por un gran pez, estando en su estómago por tres días, oró a Dios con humildad y fue escuchado. Dios hizo que el pez lo vomitara y por segunda vez le dijo: “Levántate y ve a Nínive”. Jonás se levantó y fue a cumplir lo que Dios le mandaba, aunque en su corazón no había alegría por obedecer a Dios.
Nínive era una ciudad poderosa y perversa, enemiga del pueblo de Israel. Desde niño Jonás había aprendido a odiar a los asirios y a temer sus atrocidades; les aborrecía por que eran crueles en las batallas, torturaban a sus opositores, practicaban la idolatría, prostitución y la  brujería, y estaban muy separados de Dios.
Nínive representaba para Jonás el temor, el rencor, el odio, las heridas más profundas en su corazón, representaba el dolor.
¿Cuántas veces hemos huido como Jonás para no afrontar ciertas situaciones o personas que han marcado nuestro corazón con profundas heridas?.
¿Cómo afrontamos el dolor ante la pérdida de un ser amado, de un amigo, ante un fracaso?
¿Será que como Jonás perdemos la perspectiva hasta de querer vivir?
Dios le mandó levantarse: A cambiar de condición, a ver las cosas desde un lugar más alto, a despertar… “Y Ve a Nínive”. A enfrentar lo que le impedía avanzar, olvidar, perdonar, y cumplir con el propósito para el cual Dios le había llamado.
Pero Jonás no fue con un corazón alegre.
¿Estaremos aprovechando la oportunidad que Dios nos da hoy de comenzar de nuevo nuestra historia, a pesar de nuestro pasado, a pesar de nuestro dolor?
¡Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!. Isaías 60:1

Damos - Vídeo Reflexivo



Te has preguntado alguna vez ¿por qué ofrendamos? o ¿por qué diezmamos? Espero que Dios te hable por medio de este vídeo y entendamos por qué DAMOS 

Una Decisión para el Futuro - reflexión - vídeo

Fue algo trágico, doloroso, indescriptible. Las imágenes de televisión transmitían las fotografías de la princesa Diana de Gales mientras agonizaba. Junto a su cuerpo un grupo de paramédicos buscaba afanosamente prestarle auxilio. El espacio estaba semioscuro. Minutos antes el vehículo en el que se movilizaba, en un túnel de París, se había estrellado aparatosamente.
Se trata de un documental que difundió la cadena CBS sobre la investigación francesa del accidente en el que la alta dignataria perdió la vida, en 1997.
Peter Hunt, uno de los especialistas que analizó las imágenes, comentó que Diana era “reconocible”. Las fotos, que se supone fueron tomadas por uno de los paparazzi que la perseguía, aparecieron solamente durante quince segundos en un programa que duró una hora. “Es obvio que por el gesto de su rostro debía estar sufriendo”, dijo Hunt.
Estar a las puertas de la muerte es traumático para quien quiera que sea, indistintamente de si es pobre o rico. Es el momento crucial en el que nos enfrentamos al paso hacia la eternidad.
¿Dónde estaremos después de cruzar el umbral que nos separa del más allá? La decisión la toma cada uno. Es individual. ¿Por qué razón? Porque usted y yo tenemos la posibilidad de ser Salvos de la perdición eterna.
Juan 5:24
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

¿Qué se necesita para tocar a Jesús? - devocional

Considero que la mayoría de nosotros anhelamos un milagro o una respuesta de Dios. Todos sin excepción creo que tenemos peticiones que quisiéramos ver cumplidas por parte del Señor, pero la pregunta es: ¿Cómo puedo hacer para recibir mi respuesta?
Cuando Jesús realizo su Ministerio aquí en la Tierra se hizo popular por su forma de enseñar, por sanar a los enfermos y por realizar milagros sorprendentes; la gente comenzó a propagar todo lo que Él andaba haciendo, así que la gente se hizo a la idea de que tocarlo era lo que necesitaban para resolver sus problemas.
La Biblia dice: “Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.” Lucas 6:19 (Reina-Valera 1960).
Era increíble la fe de la gente; ellos consideraban que sólo necesitaban tocarle para ser sanados de sus enfermedades por lo que hacían lo que fuera posible por tocarle. Ahora bien, ¿Qué se necesita para tocar a Jesús?, para que la gente pudiese tocar a Jesús necesitaban ACERCARSE A ÉL.
Ninguno de nosotros podemos recibir de Él algo si no nos acercamos a Él. La gente, en los tiempos en que Jesús anduvo en la Tierra, sabía que al tocarle saldría poder de Él y les sanaría y por eso mismo hacían cualquier cosa por acercase a Jesús, y si eso implicaba abrirse paso entre la multitud lo hacían como la mujer del flujo de sangre (Mateo 9:18-26). Si para acercarse a Jesús tenían que gritar desmedida e insistentemente como Bartimeo, pues lo hacían (Marcos 10: 46-52); si había que subirse a un árbol para ser visto por Jesús y así ser llamado por Él mismo, entonces se hacía, como Zaqueo lo hizo (Lucas 19:1-10).
La pregunta de este día es: ¿Qué estas haciendo para acercarte a Jesús?
La mayoría de nosotros cuando nos vemos enfrentados a dificultades que consideramos que son más fuertes que nosotros, en lugar de acercarnos más a Dios, lo que hacemos es alejarnos. ¿Por qué? porque el mismo sentimiento de derrota nos lleva a pensar que quizá Dios no está con nosotros, o que quizá no somos tan “santos” como para que Él pueda responder a nuestras peticiones.
En esos momentos en donde puede parecer que todo está en tu contra, en donde pareciera que Dios “se ha escondido” o “se ha ido de tu vida”, por lo menos debes ACERCARTE MÁS A ÉL, porque no hay otra forma de solucionar aquellos problemas que se nos descontrolaron que yendo a DIOS y pidiéndole que Él actúe.
¿Quieres tocar a Jesús?, ¿quieres que Él responda tus peticiones?, entonces ACÉRCATE MÁS A ÉL CADA DÍA.

“Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.” 

Hebreos 4:16 (Traducción en lenguaje actual)

¿QUIERES TOCAR A DIOS? ENTONCES: ¡ACÉRCATE A ÉL!

¡Claro que puedes! - Devocional - vídeo

Todos hemos querido en alguna ocasión darnos por vencidos, hablo de esos momentos en donde pareciera que es mas fácil rendirnos, en lugar de seguir luchando por algo que no está bajo nuestro control y que por más que insistamos no vemos una respuesta.
A veces parece que se nos olvida rápidamente lo que Dios sí ha hecho en nuestra vida y permitimos que, de un momento a otro, un sentimiento de derrota inunde nuestro ser provocando que nuestros pensamientos se llenen de puras frases y palabras, que lejos de alentarnos nos terminan de desanimar todavía más.
Estar parado allí, en ese momento en donde las fuerzas parece que se acabaron, en donde por alguna razón queremos rendirnos y no seguir luchando, es uno de los momentos más duros que experimentamos.
Pero a pesar de todo esto hay algo que me llama la atención, y es que siempre que un sentimiento de derrota inunda nuestra vida y los deseos de rendirnos aparecen, Dios se la ingenia y, de alguna manera, hace que recobremos esa fuerza que momentos antes creíamos no tener.
Personalmente recuerdo muchos momentos en donde sentía que ya no podía más, en donde parecía que era más fácil darme por vencido que seguir luchando, en donde las fuerzas se me habían acabado y en donde me encontraba solo con el Señor, a punto de colgar mis guantes, de decirle que ya no podía, ni quería seguir luchando más.
Pero en cada momento de esos, en cada situación en donde quise rendirme, Dios siempre se las ingeniaba y provocaba en esa habitación un ambiente diferente; mi habitación se llenaba de su presencia, podía sentir su abrazo y aquel hombre que estaba a punto de rendirse ahora lloraba como un niño, mientras su Padre lo abrazaba con ternura y le decía: “¡Claro que puedes, eres mi hijo!”.
Sentir la presencia de Dios en esos instantes fue una de las mejores experiencias que sentí en mi vida cristiana. Cada vez que quería rendirme Dios me hacia sentir que no estaba solo, que Él estaba a mi lado.
Quizás los últimos días un pensamiento o sentimiento de derrota ha estado inundando tu mente y tu ser. Puede que sientas en este momento que es mas fácil rendirte que seguir luchando, quizá sientes que aunque quieras seguir ya no puedes, que todo está acabado, que todo está perdido.
Pero hoy quiero invitarte a hacer algo diferente, ve a un lugar a solas en donde no haya nadie más. Quizá en este momento puede que estés solo en esa habitación, oficina o donde sea.
Quiero que sepas que Dios conoce el sentimiento que en esta hora te embarga; quiero que sepas que a Dios no se le ha escapado ningún detalle de tu vida, y aunque en este momento te sientas solo y olvidado no lo estás, porque Dios está allí mismo junto a ti y Él aún no ha terminado contigo.
Dios sabe lo mal que lo estás pasando. Él sabe lo que sientes, que ya no tienes más fuerzas para seguir luchando, pero a pesar de ello Él sigue creyendo en que lo vas a lograr, no por lo que en este momento sientas sino porque Él lo hará en tu vida.
Cierra tus ojos allí donde estás, deja que Dios te abrace fuertemente, deja que Él te haga sentir lo importante que eres para Él, permite que te susurre al oído y te diga: “¡Claro que puedes, eres mi hijo o eres mi hija!”.
Si vas llorar como un niño delante de Él, hazlo, porque mientras lo hagas Dios te abrazará más fuertemente, te hará sentir suyo, acariciará tu cabeza y, mientras limpia las lagrimas de tu rostro, te dirá:

“¡Claro que puedes, porque YO estoy contigo!”

“Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones”. 

Filipenses 4:13 (Traducción en lenguaje actual)
Enrique Monterroza