miércoles, 2 de julio de 2014

La cultura de la queja

¿A que estás convencido de que la queja es muy fácil?, ¿que es muy fácil quejarse? De hecho, quejarse es casi un deporte. Nos quejamos de los políticos, del gobierno, del alto precio de la luz, de por qué no nos llega lo que ganamos... Lamentablemente, esta mentalidad la estamos transmitiendo a nuestros hijos y consecuentemente, estamos criando a una generación de jóvenes que se creen merecedores de ciertos derechos.
Ahora casi todos los niños creen tener derecho a sentirse como un triunfador. Al final del curso académico cada niño se cree merecedor de un regalo por el simple hecho de estudiar.
De hecho, muchas personas creen que se merecen algo sin ningún esfuerzo. Muchos creen que tienen derecho a algo simplemente por presentarse. Muchos creen que merecen comenzar ya en la cima. Cuando una persona está convencida de que merece todos los derechos, termina quejándose de todo y de todos cuando no obtiene lo que creía merecer. O lo que es lo mismo, pensar que nos merecemos algo nos convierte en niños mimados y dependientes.

Dios ha desarrollado... operaciones únicas (2)

Al recorrer la historia de la Iglesia, nos encontramos con la realidad de que Dios ha usado opciones diferentes. Sus métodos son variables. Él siempre cambia sus métodos. Dios abrió una sola vez el Mar Rojo; también una sola vez paró el sol a través de Josué; Jesús invitó solo una vez a Pedro a caminar sobre las aguas; y solo una vez fue al Calvario. Muchas de sus operaciones nos sorprenden a veces, porque van más allá de nuestros propios esquemas. Dios es tan creativo que se resiste a repetir esquemas. Él mismo lo dijo: “Yo hago nuevas las cosas”. Una operación de ayer, de pronto, ya no funciona hoy. 

Su creatividad va más allá de los límites estrechos de nuestra mente. Sin embargo, aunque lo entendemos, muchas veces tratamos de usar métodos o armaduras ajenas, intentando repetir operaciones que hoy ya no encajan. Uno puede gozarse en la historia de la Iglesia, al estudiar la forma en cómo Dios operó ayer y, aunque tratemos de ponernos esa armadura, solo produciremos ruido; porque hoy, de pronto, Dios ya no quiere que usemos armaduras, sino que vayamos solos con una honda y unas piedras lisas. 

Tengo todo lo que necesito

Por naturaleza, el ser humano nunca está totalmente satisfecho de su situación actual. Siempre queremos más, porque somos seres dinámicos, cambiantes, y por eso estamos soñando y generando ideas de lo que queremos lograr. Tenemos el anhelo de crecer y avanzar, y cuando disfrutamos y crecemos, es muy positivo agradecer a Dios por todo ello. Por desgracia, estamos inmersos en un mundo del “si tan solo tuviera”, de modo que todo parece insuficiente. De niño quería ser adulto; en la escuela quería ser como los alumnos de último grado; en mi adolescencia me quejaba por ser muy delgado, de universitario quería trabajar en mi profesión o en lo que fuese; ya de profesional quería un mejor trabajo, y cuando lo tuve, en la oficina no veía la hora de estar en casa; y en la casa estaba pensando en los trabajos pendientes de la oficina. Cuando compré mi primer coche, ya estaba pensando en el siguiente; de novio quería casarme; tuve mi casa pero quería una más grande; y así una serie de vivencias hasta que llegué a la edad adulta y...¡vaya!, quería ser joven y delgado de nuevo.
Si te es familiar lo que acabas de leer, es importante que consideres que el contentamiento viene de adentro no por satisfacer las necesidades externas; así que considera los siguientes puntos para centrararte en lo que tienes y no en lo que te hace falta:

Especial

especial

Quizá sientas que a nadie le importas, que no tienes nada que te haga especial. 
Quizás son muchos los que te han ignorado por completo 
y te han hecho sentir insignificante. 
Tú mismo crees no tener valor y cada noche al acostarte a dormir, 
solo preguntas envuelven tu mente.

Pero hoy Dios quiere recordarte…
que TE AMA como nadie,
que ERES SU MAYOR TESORO,

que TIENES MUCHO VALOR porque Él con su sangre te compró.

Él no te ignora, no eres indiferente para quien siempre ha pensado en ti. 
A veces tocas las puertas y nadie en este mundo te abre, 
pero con Dios no existe ese problema, Él siempre está a tu alcance,
siempre accesible para ti.


Él desea que te ames y que seas consciente de que tienes identidad en Él.
Y esa identidad hace que recuerdes, que no importa lo que suceda 

o lo difícil que haya sido tu día, porque tú eres hijo(a) de un GRAN REY.

Él es el rey de tu vida y corazón; el mero hecho de saber eso debe hacer que levantes tu cabeza hacia arriba y te sientas su príncipe o su princesa.


La batalla en tu mente

¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual?, ¿qué es lo que el enemigo está usando para hacerte sentir culpable y no perdonado?
¡Qué astuto es el enemigo!, porque de verdad, se necesita mucha astucia para hacernos creer cosas que no son ciertas.
Debemos tener muy claro que todos pecamos y que nuestra naturaleza pecaminosa nos orienta a buscar el pecado, pero la diferencia desde el día en que le entregamos nuestra vida a Cristo, es que ya no vivimos para satisfacer ese deseo carnal de pecado, sino para negarnos a nosotros mismos y vivir para Dios.
Teniendo en cuenta esto, y que nuestra tendencia es a ser fácilmente seducidos por el pecado, debemos tener cuidado cuando nos detenemos a escuchar la voz del enemigo de nuestras almas, quien es un experto en acusarnos y culparnos por cada cosa, por mínima que parezca.
¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual?, ¿Qué es lo que el enemigo esta usando para hacerte sentir culpable y no perdonado?Es muy normal saber de personas que no pueden alcanzar la felicidad en los caminos de Dios, porque el enemigo los hace sentir culpables por tener deseos pecaminosos en su mente.
Mas pensamientos negativos todos los tenemos, y muchos los tenemos diariamente, pero la Biblia nos da las claves para vencer esta situación. Dios no nos va a juzgar por pensar mal, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, por eso el Apóstol Pablo nos da un consejo para ayudarnos a revertir esta situación: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960).
¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual?, ¿qué es lo que el enemigo está usando para hacerte sentir culpable y no perdonado?
El enemigo es muy astuto y buscará cualquier situación por mínima o insignificante que parezca para acusarte, para hacerte sentir inmerecedor de Dios, para hacerte sentir sucio, hipócrita y en ocasiones hasta introducirá en tu mente el pensamiento de que Dios ya está cansado de ti. Sin embargo, nada de eso es cierto, Dios nunca se cansa de nosotros, al contrario, renueva cada día su misericordia sobre nuestras vida, extiende sus brazos para que vayamos a Él y podamos vencer cualquier situación, pues Él ha prometido estar con nosotros cada día de nuestra vida.