miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Cuál es la diferencia entre un talento y un don espiritual? - Pregunta cristiana - Vídeo

Respuesta: Existen similitudes y diferencias entre talentos y dones espirituales. Ambos son regalos de Dios. Ambos incrementan su efectividad con el uso. Ambos están para ser usados en beneficio de otros, no para propósitos egoístas. 1 Corintios 12:7 dice que los dones espirituales son otorgados para edificar a otros… no a uno mismo. 

Así como los dos grandes mandamientos tratan de amar a Dios y a los demás, uno debe usar sus talentos para ese propósito. Pero los talentos y dones espirituales difieren según a quiénes fueron dados y cuándo.


A una persona, sin importar su creencia en Dios o en Cristo, le es dado un talento, natural o espiritual, como resultado de una combinación genética y su medio ambiente (algunos tienen una habilidad natural para la música, arte, o matemáticas, y crecer en una familia musical, le ayudará a uno a desarrollar el talento por la música), o...también, porque Dios deseó dotar a ciertos individuos con ciertos talentos (por ejemplo, a Bazeleel en Éxodo 31:1-6)


Los dones espirituales son dados a los creyentes por el Espíritu Santo (Romanos 12:3, 6), en el momento de poner su fe en Cristo para el perdón de sus pecados. En ese momento el Espíritu Santo le otorga al nuevo creyente el o los dones espirituales, que Él desea que tenga (1 Corintios 12:11)

Ser mejor cada día - Devocional

Existe una gran diferencia entre hacer las cosas mal, y hacerlas bien creyendo que somos perfectos; es en el punto medio donde hacemos los esfuerzos por cambiar, por mejorar las cosas; es el punto donde sabemos que algo está mal y lo intentamos todo para superarlo. Es ahí donde debemos permanecer, en la lucha constante por mejorar, haciendo cada día más de lo que ya hemos hecho.
Tú naciste para ser diferente, sobresaliente en lo que haces sin pretender ser perfecto, pero sí esforzándote sabiendo que tienes algo más: la ayuda de Dios y su bendición en todo tiempo. El esfuerzo que pones en lo que haces, determina e influye mucho en el resultado final. Dios está interesado en hacer de ti una persona de excelencia, que no se conforme, sino que busque ser mejor cada día, y que aunque a veces cometa errores, haga lo posible por corregirlos.
Tal vez no estás satisfecho con todo lo que has hecho, y tal vez muchas cosas no han salido bien, pero Dios las conoce mejor que nadie. Debes saber que más que sentirte culpable o lamentarte por no poder ser perfecto, Dios está buscando corazones dispuestos a cambiar y no corazones que crean que ya alcanzaron el punto máximo a donde alguien puede llegar.
Los grandes hombres de la Biblia, antes de ser quienes fueron, cometieron errores, estuvieron faltos de fe, de sabiduría, de carácter, pero con el tiempo y con su esfuerzo Dios fue obrando en ellos, cambiándoles para convertirles en lo que hasta hoy han sido, ejemplos a seguir; ellos no fueron siempre los mejores, a muchos de ellos Dios les sacó de tener vidas en pecado, en desobediencia, para llevarles donde Él quería que estuvieran.

¿Qué dice la Biblia acerca del juego? ¿Es pecado el juego? - Preguntas y respuestas bíblicas - Vídeo

Respuesta: El juego puede ser definido como “arriesgar el dinero en un intento por multiplicarlo en algo que va contra las probabilidades”. La Biblia no condena específicamente el juego, las apuestas o la lotería. Sin embargo, la Biblia nos advierte que debemos mantenernos libres del amor al dinero (1ª Timoteo 6:10; Hebreos 13:5). La Escritura también nos anima a mantenernos libres de intentar “enriquecernos rápido” (Proverbios 13:11; 23:4-5; Eclesiastés 5:10). En definitiva, el juego está enfocado al amor al dinero e indudablemente tienta a la gente con la promesa de riquezas rápidas y fáciles.

¿Qué hay de malo con jugar? Jugar es un asunto complejo, aunque se haga con moderación y solamente de vez en cuando. Es un despilfarro de dinero, pero no es necesariamente “perverso”. La verdad es que la gente malgasta el dinero en todo tipo de actividades y jugar no es, ni más ni menos, nada más que despilfarrar el dinero, es como ver una película, como comer una comida innecesariamente costosa, o comprar un artículo inútil. Al mismo tiempo, el hecho de que se desperdicie el dinero en otras cosas, no justifica el juego. El dinero no debería ser malgastado. El dinero excedente debería ser guardado para necesidades futuras, o dado a la obra del Señor, nunca perdido en el juego.

Aunque la Biblia no menciona explícitamente el juego, sí menciona juegos de “azar” o de “suerte”. Tenemos unos ejemplos: en Levítico, Aarón echó suertes sobre los dos machos cabríos, uno para Jehová y el otro para Azazel. José echaba suertes para determinar la asignación de tierras a las diferentes tribus. Nehemías echaba suertes para determinar quién viviría dentro de los muros de Jerusalén y quién no. Los apóstoles echaban suertes para determinar el reemplazo de Judas. Proverbios 16:33 dice, “Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto viene del Señor”. En ningún lugar de la Biblia se usa el juego o “azar” para entretenimiento, o se presenta como una práctica aceptable para los seguidores de Dios.

Todo lo que esté en tus manos - Ánimo en mensaje


“Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo, ni planes, ni conocimiento, ni sabiduría.”
Eclesiastés 9:10 Nueva Versión Internacional

He encontrado en la Biblia los mejores y más sabios consejos; éste, aunque puede ser algo fuerte, es uno de ellos, pues habla de aprovechar todas las oportunidades que se nos presenten, mientras tengamos vida. Cada uno de nuestros días es una oportunidad de hacer todo cuanto pensemos hacer.

Dios nos ama a todos, y todos tenemos oportunidades; puede que éstas se nos presenten en distintos momentos o de diferentes maneras, pero a todos se nos dio una oportunidad de vida y con ella, todos los días, la oportunidad de intentar todo lo que esté a nuestro alcance para cumplir nuestras metas.

todo lo que este en tus manosEres capaz, eres inteligente, la gracia de Dios está en tu vida, tienes todo en tus manos para hacer lo que tanto deseas,... aprovecha pues el tiempo, disfruta tu vida, toma nuevos retos pues hay que arriesgar para ganar.

Si de algo podemos estar seguros es de que un día se nos acabarán las oportunidades; pero mientras esté al alcance de nuestras manos, hagamos todo lo que nos sea posible, no tengamos miedo de intentar algo.

Ver la vida de una manera positiva influye considerablemente en nuestro ánimo y entusiasmo para hacer las cosas, porque nos lleva a tomar decisiones. Es como una cadena que comienza por una idea o un sueño, seguida por el deseo de realizarlo, y terminando en la acción que lleva a convertirlo en realidad.

Tu vida está llena de posibilidades de lograr grandes cosas, todo empeño y todo esfuerzo tiene recompensa, no temas al fracaso, no temas llevar a cabo tus planes, tu llamado, tus anhelos más grandes; no haber hecho el intento es peor que un fracaso.

¡Dios bendiga todo lo que hay en tus manos, y abra tus ojos para que puedas ver todas las oportunidades que tienes, que comprendas que todo se hace en vida, porque mientras hay vida hay oportunidad!

Eres un hijo e hija amado/a de Dios a quien ha llenado de sueños y oportunidades para realizar cuanto puedas. Este es tu mensaje del día: "si está en tus manos, ¡hazlo!" Porque Dios no se equivoca al repartir capacidades, dones y oportunidades.

El presidente y el muchacho - Reflexiones - Vídeo

Un joven soldado de la Unión perdió a su hermano mayor y a su padre en la batalla de Gettysburg.  El soldado decidió ir a Washington, con la intención de entrevistarse con el presidente Lincoln y pedirle que le liberara de cumplir el servicio militar, para poder volver a su casa y ayudar a su madre y a su hermana en las labores agrícolas.
El guardia que estaba de turno en la Casa del Gobierno le comunicó que no podía ver al Presidente, porque estaba muy ocupado. Le ordenó que se fuera y volviera al campo de batalla.
Desilusionado, el soldado se sentó en un banco de la plaza cercana a la Casa Blanca. Allí estaba, sin saber qué hacer, cuando se acercó un niño adonde estaba y viéndole triste, le preguntó qué le ocurría. El soldado le contó su historia.
-Yo puedo ayudarle -sentenció el muchachito, conmovido.
Tomando la mano del soldado, le llevó de vuelta al portón de la Casa Blanca. Aparentemente el guardia no les vio, pues no fueron detenidos. Caminaron directamente hasta la puerta del frente de la Casa Blanca y entraron. Allí dentro, pasaron delante de generales y oficiales, pero ninguno dijo una palabra. El soldado no entendía lo que sucedía.
Finalmente, llegaron al Salón Oval, donde el Presidente estaba trabajando. El muchachito simplemente entró, conduciendo al soldado. Detrás del escritorio, estaban Abraham Lincoln y el Secretario de Estado examinando planes de batalla.
El Presidente miró al niño y luego al soldado, y dijo:
-Buenas tardes, Todd. ¿Quieres presentarme a tu amigo?
Y Todd respondió:
-Papá, este soldado necesita hablar contigo.
El soldado le hizo la petición al presidente Lincoln, y allí mismo obtuvo el permiso que necesitaba.
Acuérdate de que nosotros también tenemos acceso al Padre celestial por medio de su Hijo, Jesucristo.  Él es nuestro intercesor, y podemos ir a su presencia en cualquier momento y hora.
Efesios 2:13,18
Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo… Pues por medio de él tenemos acceso al padre por un mismo Espíritu.