martes, 22 de enero de 2013

Mal agradecidos - Mensaje

mal agradecidos
“Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.”  
(Efesios 5:20)
Una vez, un líder espiritual que vivía en un pequeño pueblo pesquero, después de una terrible tormenta, colocó en una de las pilastras de la iglesia un cartel con los nombres de nueve pescadores, y, sobre tales nombres, la frase: “Perdidos en el mar”.
La noticia cundió rápidamente por toda la ciudad, a tal punto que, uno tras otro, los nueve hombres mencionados en el cartel, llegaron donde el líder a protestar, porque ellos, si bien es cierto que habían naufragado, también habían sido rescatados oportunamente. Por lo tanto no se hallaban en calidad de  extraviados, como anunciaba el cartel.
Días después, en la reunión dominical, el referido líder espiritual se dirigió a los presentes diciendo entre otras cosas lo siguiente: “El otro día se me pidió que orara por once pescadores que habían naufragado. De esos once, sólo dos vinieron después a solicitarme que le diera gracias a Dios por haber permitido que fuesen felizmente rescatados. Por lo tanto, al haberse acercado sólo dos, supuse entonces que los otros nueve pescadores, si no vinieron a agradecer, era porque se habían ahogado”. 
Queridos hermanos, con cuánta frecuencia, en nuestra vida diaria, nos parecemos a esas nueve personas “olvidadizas” e ingratas. Diariamente el Señor nos confiere vida, salud, sueños, metas, triunfos, alimento, techo, familia, aire para respirar, luz para los ojos, paisaje para los sentidos y muchísimas cosas más y, sin embargo, en una actitud miope, mezquina, o de soberbia, nos  pasamos casi toda la existencia sin agradecerle también diariamente, por su bondad y misericordia, pensando a lo mejor que lo merecemos, y que todo radica en nuestros esfuerzos.
Por eso la pregunta es: ¿Hoy, recién abriste tus ojos a la luz de un nuevo día, apenas te levantaste  o pusiste tu pie sobre el suelo, le diste gracias a Dios por el precioso regalo de un nuevo día de vida?
No te quedará más remedio que contestarla, y hacerlo con sinceridad, porque sabes muy bien que a Dios no puedes mentirle.

“Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia”

(I de Crónicas 16:34)  

La Taza de Té - reflexiones - vídeo

Un hombre calvo y demacrado se hallaba en su cama, con la cara pálida, ya que le habían trasplantado la médula ósea porque tenía leucemia.
La enfermera Hanne Dina se le acercó, le saludó y le preguntó si quería sopa, y él dijo que no, que sólo quería dormir. Al rato Hanne le llevó la medicina y él se la tomó con disgusto y volvió a hundirse en la almohada.
Hanne fue a la cocina del hospital, hizo para ella una taza de té, preparó una bandeja, colocó la tetera y dos tazas y se dirigió al cuarto del enfermo, preguntándole: ¿Le molesto si tomo el té aquí? Quisiera ver las noticias aquí mientras tomo el té.
Claro que no me molesta respondió. Ella encendió el televisor mientras le decía: Traje una taza extra por si quiere té. Sí, me sirve media taza, por favor, respondió el enfermo.
Al día siguiente Hanne volvió de nuevo con la bandeja y dos tazas y así lo hizo durante una semana. Pocos días después el enfermo se fue: se había restablecido lo suficiente para irse a terminar su convalecencia en su casa.
Cuatro meses más tarde Hanne estaba en un centro comercial cuando oyó una voz potente. ¡Hanne, qué gusto de verla”. La enfermera le reconoció. Era el enfermo de la taza de té. Él la abrazó y presentándole a la esposa , dijo: “Ésta es Hanne, la mujer que me salvó la vida con una taza de té”.
Pequeños gestos pueden mostrar grandes amores y grandes simpatías. No tenemos idea de lo que Dios puede hacer con lo poco que tenemos a mano. Pueden ser dos panes y dos peces pero con el aderezo del corazón, algo milagroso puede suceder. No menosprecies lo que tienes y extiéndelo hoy al que está cerca de ti.
“Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante”. Mateo 10:42
Luego tomó los cinco panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió los panes y los pescados en pedazos y se los entregó a sus discípulos, y ellos los repartieron a la gente.Mateo 15:36
Jesús les dijo: –Denles ustedes de comer. Pero ellos respondieron: –Sólo tenemos cinco panes y dos pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente, tendríamos que ir a comprar comida. Lucas 9:13



El Dios Todopoderoso - devocional

Cuando los problemas se multiplican, cuando las salidas se terminan, cuando todo nos parece contrario y no existe una solución, es allí en donde debemos recordar el poderío de nuestro Dios.
A veces parece que olvidamos que de nuestro lado tenemos a un Dios Todopoderoso que es capaz de hacer lo que nosotros o las demás personas consideran imposible.
Job, aquel hombre que sufrió en carne propia múltiples problemas, reconoció en medio de su crisis al Dios Todopoderoso: “El Dios todopoderoso me hizo, y con su espíritu me dio vida.” Job 33:4 (Traducción en lenguaje actual).
Job, a pesar de estar experimentando una crisis tras otra, reconoció también lo siguiente:“El Dios todopoderoso nunca hace nada injusto.” Job 8:3 (Traducción en lenguaje actual).
También Job nos dejó un sabio consejo: “Vuelve la mirada al Todopoderoso; apréndete de memoria sus enseñanzas, y él te devolverá la felicidad.” Job 22:22.23 (Traducción en lenguaje actual).
¿Cuál es el problema que estás afrontando que el Todopoderoso no pueda solucionar?, ¿qué crisis es tan terrible que Dios no sea capaz de cambiar?, ¿qué desierto es tan grande que Dios no sea capaz de hacerlo florecer?
Es hora de volver nuestra mirada al Dios Todopoderoso, es momento de sumergirnos en su presencia, aprender su Palabra y sobre todo vivirla y, cuando hagamos eso, dejaremos de ver lo difícil de la situación y comenzaremos a ver la luz, que nos guía por el camino a seguir para encontrar el descanso.
La voluntad de Dios para nuestras vidas no es que nos preocupemos exageradamente, sino que aprendamos a descansar confiados en su PODER SOBRENATURAL. Ese que es capaz de hacer que lo imposible sea posible.
Hoy te invito a depositar tu confianza en Dios; no importando la situación que estés experimentando en este momento confía plenamente en Dios y en la capacidad de su poder para actuar en tu vida y entonces Dios comenzará a honrar tu fe.

¡Recuerda que de tu lado tienes a un Dios Todopoderoso!

Conmigo estás - Reflexiones con vídeo

Sé que el día llegará
Junto a ti podré estar
Cara a cara te veré

Rodeado en tu poder
Se apaga mi temor
En la luz de tu amor
Donde puedo encontrar
Tu eterna libertad
Donde fluye adoración
Y las calles de oro son
Levantamos alabanza a ti Señor
No hay llanto
No hay más dolor

No hay muerte
Conmigo estás
Conmigo estás
No hay noche
No hay aflicción
No hay culpa
Conmigo estás
Conmigo estás

Aun en la dificultad
En ti puedo confiar

Firme permaneceré
Tu promesa eterna es
Se levanta una canción
De sublime adoración
Por tu gloria y majestad
Sé que el día llegará

Cuando el mundo viva en paz
Sin violencia ni maldad

Levantamos alabanza a ti Señor
Por la eternidad
Mi alma ofrecerá

Toda gloria a ti Señor
Que se haga Dios
Tu voluntad

En la tierra como en el cielo


Voluntad - Reflexiones - vídeos

Se dice que a una buena mujer, al caer enferma, le preguntaron si quería morir o vivir, a lo cual contestó:
-Lo que Dios quiera.
-Pero, dijo uno de los presentes, si Dios lo dejara a tu voluntad para decidir ¿qué escogerías?
-Oh, si Dios me dejara a mí escoger yo le volvería a dejar a Él decidir.
¡Qué actitud más digna de admirar la de esta bella dama..! Supo aceptar que Dios tiene la última palabra aun estando al borde de la muerte.
“La voluntad de Dios no es como jugar a la búsqueda del tesoro en que Dios lo esconde y tú tratas de descubrir dónde está. Nuestra tarea no es encontrar la voluntad de Dios. Es tarea de Dios revelarla, y la nuestra es la de ser receptivos y estar listos para captarla.” La biblia nos recuerda que Él nos hará entender, y nos enseñará el camino en que debemos andar. (Salmos 32:8) 
Lucas 22:42
Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Salmo 143:10
Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me
guíe a tierra de rectitud.