jueves, 18 de octubre de 2018

La luz

Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz. Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas. Génesis 1:3-4
La oscuridad es la ausencia de luz. Donde hay tinieblas es porque falta algo que ilumine y dé claridad y resplandor.
la luzAsí es en nuestras vidas, donde muchas personas temen a la oscuridad, a la noche, porque donde no permanece la luz es porque hace falta algo.

Dios vio que la luz era buena, mas no dijo nada respecto a las tinieblas. Pero Él creó todo con entendimiento, y a lo largo del tiempo y a través de su palabra sabemos que lo que debe permanecer es la luz, y es de la que nos debemos encargar que exista para hacerla brillar y alumbrar donde haya oscuridad. 
Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. Mateo 5:14-16
Nosotros somos la luz del mundo, debemos brillar en medio del mundo que aún no conoce de Cristo, en medio de esos que están en tinieblas, en prisiones, en los abismos de pecado y muerte.
¿Pero cómo podemos brillar?
Las lámparas no pueden dar luz sin electricidad o baterías. Así mismo no podemos ser luz y dar testimonio de ser de Él, si no estamos conectados a Él.
Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12

Pedir ayuda

Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que te haga?
El ciego le dijo: —Maestro, que recobre la vista. Marcos 10;51
Resultado de imagen de Pedir ayuda a DiosUn email de una amiga que me llegó casi al final de un largo día, no lo abrí. Estaba trabajando horas extras para ayudar a un familiar con una enfermedad grave. No tenía tiempo para distraerme.
Al día siguiente, cuando abrí el mensaje, vi esta pregunta: «¿Puedo ayudarte en algo?». Avergonzada, empecé a contestar que no, pero después, haciendo una pausa, noté que su pregunta sonaba conocida; incluso parecía divina.
¡Claro!, Jesús la hizo. Al escuchar que un ciego lo llamaba, Jesús se detuvo y le preguntó a este hombre, llamado Bartimeo, algo similar: ¿Puedo ayudarte? «¿Qué quieres que te haga?» (Marcos 10:51).
La pregunta es asombrosa. Muestra que Jesús, el Sanador, anhela ayudarnos. Pero primero se nos invita a practicar un paso de humildad: admitir que lo necesitamos. Bartimeo, el mendigo «profesional», estaba realmente necesitado; era pobre, estaba solo y abatido, y posiblemente con hambre. Pero al querer una nueva vida, dijo con sencillez: «Maestro, quiero ver». Y Jesús lo sanó.
Mi amiga esperaba de mí un pedido igualmente sincero. Entonces, le prometí orar para saber cuál era mi necesidad y que, con humildad, —lo más importante—, se lo diría. ¿Sabes cuál es hoy tu necesidad básica? No solo dile a un amigo que te pregunte, sino también a Dios en lo alto. 
Señor, ayúdame a saber recibir la ayuda de ti y de otros.
«… Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes». 1 Pedro 5:5

La inspiración de la Biblia

...y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:15-17
Hay únicamente dos textos en el Nuevo Testamento que hablan acerca de la inspiración de la Biblia, pero ambos tienen una singularidad muy notable en cuanto a su valor crítico, que es preciso analizar. En el primer pasaje se aprecia más el factor divino (2 Timoteo 3:15-17), mientras que el segundo pasaje se centra en el factor humano (2 Pedro 1:19-21) Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día amanezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 20 Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Deducimos con esto que la Biblia es un libro único, y aunque muchos incrédulos traten de desacreditarla, su valor es resaltado al considerar algunos aspectos:
Resultado de imagen de La inspiración de la Biblia1. ÚNICA EN SU CONTINUIDAD.
La Biblia fue escrita a lo largo de 1.600 años, 60 generaciones; fue escrita por más de 40 autores humanos de todas las clases sociales: reyes, campesinos, filósofos, pescadores, poetas, eruditos, etc. Moisés fue un líder político, adiestrado con la mejor educación de Egipto, Pedro fue un sencillo pescador, Amós fue un pastor de ovejas, Josué fue un general militar, Nehemías un copero, Daniel fue el primer ministro del rey, Mateo fue un cobrador de impuestos, Pablo un filósofo, etc.
Asimismo, la Biblia fue escrita en diferentes lugares, Moisés escribió en el desierto, Jeremías en una celda, Daniel en un palacio, Pablo dentro de la prisión, Lucas mientras viajaba, Juan desde una isla. Por lo tanto, la Biblia es única en su continuidad.
La Biblia también fue escrita en diferentes épocas, David escribió en tiempos de guerra, Salomón en tiempos de paz; algunos escribieron desde la cumbre del gozo, y otros desde las profundidades de la tristeza y la desesperación. Fue escrita en tres continentes: Asia, África y Europa, y en tres idiomas: hebreo, arameo y griego.
Entonces, la Biblia no es como cualquier otro libro, pues a pesar de tanta diversidad, la Biblia tiene unidad en su continuidad porque fue inspirada por Dios.
2. ÚNICA EN SU CIRCULACIÓN.
La Biblia ha sido leída por mucha gente y publicada en más idiomas que cualquier otro libro. Hacia el año 1.960, a la Sociedad Bíblica Británica, para cumplir con las demandas de material que tenía, le era necesario publicar una copia cada tres segundos durante el día y la noche, para así poder despachar las Biblias a diversas partes del mundo.
3. ÚNICA EN SU TRADUCCIÓN.
Fue el primer libro que se tradujo. El Antiguo Testamento fue escrito originalmente en hebreo, pero se tradujo al griego en el año 250 a.C. Esta versión se conoce como la septuaginta (LXX). A partir de entonces la Biblia ha sido traducida, vuelta a traducir y parafraseada más que cualquier otro libro en el mundo.
Al llegar a 1.966, la Biblia se había registrado en 240 idiomas y dialectos distintos. Libros y secciones separadas se habían traducido a 740 idiomas. En la actualidad, la Biblia está traducida a más de 1.000 idiomas y dialectos distintos en todo el mundo.