martes, 23 de junio de 2020

Un puente hacia la vida

La historia del diluvio y de cómo un hombre construyó una barca en la que subieron él y su familia para ponerse a salvo de las aguas, de cómo subieron animales para preservar la continuidad biológica de las distintas especies, trasciende los tiempos, las culturas.
A pesar de su antigüedad, hoy permanece más vigente que nunca la epopeya de quien le tocó vivir en épocas tumultuosas, caóticas, como los días de Lot y de las tristemente célebres Sodoma y Gomorra. Noé.
Difícilmente Noé en sus días y con su fe puesta en su Señor, construyendo el Arca pudo vislumbrar el formidable significado que tendría la embarcación más allá de toda circunstancia, para las generaciones que habrían de venir en el futuro.
La historia de Noé es sencillamente apasionante. Construir una embarcación en medio del desierto debió ser una misión además de difícil, para nada carente de las risas y burlas de los demás. Solo a un loco podría ocurrírsele construir una barcaza en medio del desierto. Sin embargo, Noé cumplió su misión con un grado de detalle y precisión sorprendente. Hoy en día, ingenieros y expertos armadores de barcos no dejan de asombrarse ante la sencilla pero eficiente ingeniería de la barca, que por otra parte y según parece, en la actualidad aún se conservarían restos de la misma en la cima del monte Ararat en la frontera entre Turquía y Rusia.
Pero si hay algo verdaderamente asombroso, es que a pesar de las distancias en el tiempo, entre la embarcación de Noé y la cruz de Jesús surgen al menos dos denominadores comunes.

El Dios de toda esperanza

Aun cuando no había motivos para tener esperanza, Abraham siguió teniendo esperanza porque había creído en que llegaría a ser el padre de muchas naciones. Pues Dios le había dicho: Esa es la cantidad de descendientes que tendrás. Romanos 4:18
La "esperanza" es un estado de ánimo optimista, basado en la expectativa de unos resultados favorables relacionados con eventos o circunstancias de la vida. Tener esperanza lleva implícito estar confiado al albergar el deseo con anticipación. Todo esto redunda en tener confianza, seguridad, expectativas favorables que tenemos con Cristo. Fuera de Él no hay esperanza.
Este mensaje es para aquel que no conoce a Dios, y también para el creyente que ya conoce a Dios pero que no ha aceptado a Cristo como su salvador. Porque cuando Cristo murió colgado en la cruz, Él nos dio esperanza a todos los seres humanos al reconocerlo como nuestro salvador personal. Si ya está cansado de probar lo que el mundo ofrece, si está cansado de todo, hoy puede aceptar a Cristo y vivir confiado porque Dios está con usted.

Sigamos con Abraham

CUAL ES EL SIGNIFICADO DE LA ESPERANZA EN LA BIBLIA? – Romanos 15 ...El "creyó en esperanza contra esperanza"; cuando ya no tenía ninguna oportunidad de ser padre, él le creyó a Dios con todo su corazón y ahora es el padre de la fe; puso toda su confianza en Dios y Dios le dio un hijo.
El patriarca Abraham tenía tres razones muy grandes para no tener esperanza o confianza humanamente hablando.
1. Su esposa Sarai era estéril, «…mas Sarai era estéril, y no tenía hijos» Génesis 11:30Romanos 4:19
2. Sara era de edad avanzada. Génesis 17:17

3. Abraham también era de edad avanzada. Génesis 17:17Romanos 4:19
Cero posibilidades para Abraham, cero chances. Aparentemente no tenía muchas expectativas de ser padre de multitudes. Cuántas veces también nosotros enfrentamos situaciones o problemas en las que vemos que humanamente no tenemos ninguna posibilidad, sea una enfermedad o un problema financiero, y solo una intervención de Dios puede hacer la diferencia; y tenemos que creerle a Dios con todo nuestro corazón (como Abraham) y esperar en sus promesas; de pronto, el creador de los cielos y la tierra, el Dios todopoderoso viene en nuestra ayuda, ocurre el milagro y Dios nos saca de esa necesidad; aleluya, gloria a Dios. Pero Abraham tenía una razón muy grande para tener esperanza, la promesa de Dios.
Hay una historia en la biblia que es la mujer del flujo de sangre. Esa mujer ya no tenía ninguna posibilidad de ser sanada de su enfermedad, según Marcos 5:25-26, «…hacía doce años padecía de flujo de sangre y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada le había aprovechado, antes le iba peor…»
¿Usted cree que ella tenía alguna expectativa de que iba a sanar? dice el texto: «…había sufrido mucho, gastado todo lo que tenía, y antes le iba peor…», pero un día frente a ella estaba pasando Jesucristo el hijo de Dios, el Dios de toda esperanza, que por cierto iba a resucitar a la hija de Jairo, y ella decía: «…si tocare tan solamente su manto, seré salva…», y tocó el manto del maestro y fue sana, en «…esperanza contra esperanza…»
En Hebreos 10:23 el escritor nos anima a no perder la esperanza en Dios. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es que prometió. En otras palabras contemos con todas las posibilidades.
Cuando las circunstancias y los problemas o desafíos de la vida que a veces enfrentamos, nos griten que no hay esperanza, que aparentemente no tenemos muchas posibilidades, nosotros como Abraham debemos seguir creyéndole a Dios y gritar con todas nuestras fuerzas, "¡creo!", hay esperanza para mí, para mis hijos, para mi esposa(o), porque fiel es que prometió.

Confesión de pecados, perdón y limpieza

La confesion de pecadoSi decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso y su palabra no está en nosotros. (1 Juan 1:8-10).
En un mundo donde a veces nos vemos confundidos por las muchas teorías acerca de religiones y salvación, podemos preguntarnos ¿qué hacer para recibir el perdón de Dios y la salvación? Y por eso estudiaremos acerca del pecado, el perdón de Dios y la Salvación. 

1. Debemos reconocer nuestra realidad de pecadores.

¿Conoce usted a alguna persona que no haya cometido pecado en esta tierra? (verso 8). Reconozca usted que hemos pecado contra Dios.

2. ¿Como podemos ser libres del pecado y ser perdonados?

Según el verso 9, para ser libres del pecado y perdonados debemos: Habiendo reconocido nuestro pecado, confesar el pecado a Dios y pedir perdón.
¿Cree usted en el perdón? (Proverbios 28:13)
Según el verso 13 de Proverbios 28, ¿qué le sucede al que confiesa su pecado? Por supuesto, es perdonado.
Y según el mismo verso, ¿qué le sucede al que no confiesa sus pecados y sigue perdiendo su tiempo en una vida de maldad? Claro es que nunca prosperará, ni se siente limpio y sigue siendo un pecador.

3. ¿Quiere usted ser libre del pecado y ser limpio?

Únicamente en Jesús podemos ser libres totalmente del pecado, ser limpiados de toda maldad y recibir la Salvación (Juan 3:17-18).

Decídete a rendir tu corazón a través de tu boca, confesando tus pecados y pidiendo perdón y salvación a Dios, y seguro que Él quiere perdonarte y darte salvación.