jueves, 29 de mayo de 2014

Hoy No, Mañana Sí… - Crecimiento personal-espiritual

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.” 
¿Eres de las personas que siempre pospones las cosas para mañana?  ¿Has dilatado tus sueños y no sabes qué hacer?
Seguir posponiendo tus sueños, o seguir posponiendo algún asunto en el hogar o en el trabajo, a la larga cuesta mucho y puede traer mucho dolor. La dilación o procrastinación es uno de los problemas más habituales, que presentan las personas que buscan siempre crear plazos. Se estima, de acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de Calgary, que el 95% de las personas postergamos al menos ocasionalmente, pero que hay de un 15 a un 20% que lo hacen de manera frecuente por problemas.
Es muy común encontrarse con personas que dicen:
“Hoy no lo termino, mañana lo hago”

“La próxima semana empiezo”
“El año que viene sí me comprometo” 
Pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidenciaMuchas personas van fácilmente a la auto-derrota al postergar sus sueños, creyendo que habrá un mañana cuando las cosas cambien, cuando el viento se ponga a su favor. Porque la esperanza en el mañana les dice: “mañana sí tendré tiempo”
Pero el sabio Salomón escribió: “Quien vigila al viento, no siembra; quien contempla las nubes, no cosecha.”
La postergación es un hábito que, de acuerdo a investigaciones realizadas, cuesta daños a nuestro organismo, ocasiona estrés y puede provocar otras enfermedades como la gripe o ciertos trastornos digestivos. Otras veces también postergamos la visita al médico o al odontólogo, en fin,... Puedes sacar la cuenta de cuánto te ha costado ir a un especialista en salud y comprobar por ti mismo, el coste de la dilación o postergación.
Hay muchas causas por las cuales las personas postergan. Una razón es porque esperan muy poco de la vida, porque han perdido sus sueños. Sus expectativas son muy bajas y buscan evitar el rechazo. Tienen miedo por la pérdida de confianza en sí mismos y como consecuencia, sus desempeños son mediocres. ¿Esperas muy poco de la vida? ¿Cuáles son tus expectativas de vida? ¿Cuántos años, y cómo los esperas vivir?
Otras personas dilatan, porque no le dan la verdadera importancia a la relación que tienen o a la tarea que realizan. Estas personas viven aplazando cosas que son cruciales en la familia o en el trabajo y, consecuentemente, viene la infidelidad, el divorcio, el despido, la quiebra económica, entre otras. ¿Me importa mi familia? ¿Me importa mi trabajo o negocio? ¿Qué puedo hacer para cambiar mi situación y llevarla a un nuevo nivel?
Otros postergan porque se distraen con asuntos triviales, que los sacan de su principal actividad o actividades y viven esperando que el elemento distractor se vaya, para poder continuar. ¿Cuáles son las tentaciones que me distraen y no me dejan ser productivo? ¿Cuál es mi responsabilidad? ¿Cuál es mi compromiso para no distraerme y cumplir con mis deberes?
No necesariamente quien posterga es perezoso, pero es genial esta frase de Salomón: “El perezoso ambiciona y nada consigue; el diligente ve cumplidos sus deseos.”
Si hasta ahora no has conseguido tus sueños, no has logrado tus metas, no estás obteniendo lo que deseas en la vida, es porque has postergado. Hoy es un buen día para vencer a la procrastinación y comprometerte a ver cumplidos tus deseos.
Es tiempo de ponerte en acción.

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