Después de haber quitado los enemigos de su vida y de su reino, Salomón se enfoca en construir y crecer (versículos 1-2). Como él... primero sana tu corazón, quita de tu vida a los enemigos del propósito de Dios y de la santidad de Dios, y luego ¡crece!, crea actitudes nuevas, fe nueva, relaciones nuevas, esperanzas nuevas, proyectos nuevos. Deja lo que te limita, lo que te estorba, lo que te lastima y luego enfócate en conquistar las oportunidades que Dios te da.
Si vas por la vida siempre chorreando sangre por las heridas del pasado, no vas a llegar a ningún lado, nunca. Primero sánate y después conquista.
Deja de dar lástima. Basta de tratarte como una pobre víctima y hazte responsable de tu vida. Busca ayuda, pide consejo, toma decisiones de perdón, de sanidad, de fe... Primero sánate y después crece y construye.
Deja de dar lástima. Basta de tratarte como una pobre víctima y hazte responsable de tu vida. Busca ayuda, pide consejo, toma decisiones de perdón, de sanidad, de fe... Primero sánate y después crece y construye.
A CORAZÓN ABIERTO
El verso 3 comienza mostrándonos el corazón de Salomón. ¿A quién ama y de qué manera lo demuestra?
No basta con decir: “¡Te amo Dios, te amo tanto!”, y dejar caer tres lágrimas. Tienes que tener actitudes de amor a Dios. No se trata sólo de palabras sino de acciones de fe, de las decisiones de obediencia que tomes, por medio de las que expresas tu amor por Dios.
No es que no le declares tu amor a Dios. Sí, tienes que hacerlo, a eso se llama adoración. Se trata de que, a las palabras de amor le sumes decisiones y actitudes de amor. Acciones de fe que muestren lo que hay en tu corazón por Dios. Es lo que hacía Salomón.
¿Con qué acciones concretas demuestra Salomón que realmente ama a Dios? (versos.3-4, 15)El verso 3 comienza mostrándonos el corazón de Salomón. ¿A quién ama y de qué manera lo demuestra?
No basta con decir: “¡Te amo Dios, te amo tanto!”, y dejar caer tres lágrimas. Tienes que tener actitudes de amor a Dios. No se trata sólo de palabras sino de acciones de fe, de las decisiones de obediencia que tomes, por medio de las que expresas tu amor por Dios.
No es que no le declares tu amor a Dios. Sí, tienes que hacerlo, a eso se llama adoración. Se trata de que, a las palabras de amor le sumes decisiones y actitudes de amor. Acciones de fe que muestren lo que hay en tu corazón por Dios. Es lo que hacía Salomón.
¿Y tú qué haces para demostrar o expresar tu amor por Dios? ¿Obedeces su Palabra? ¿Evangelizas? ¿Eres agradecido? ¿Sirves a Dios de alguna manera? ¿Bendices a otros? ¿Renuncias al pecado? ¿Te mantienes lejos de lo que Dios rechaza? ¿Le crees? ¿Te congregas? ¿Hablas con Él? ¿Le dedicas tiempo? Y los ejemplos podrían continuar… ¿De qué manera le muestras tu amor?
¿Cuál es el resultado de amar y buscar a Dios? (verso 5) Pide lo que quieras que yo te dé.
¡El poderoso Creador de los cielos y la tierra, el Rey del universo, el Santo y Amoroso Papá celestial se acerca y nos habla.
Que Dios mismo te hable no tiene precio… para todo lo demás existen los apóstoles, profetas, pastores, maestros y líderes. Sí, por medio de ellos también nos habla Dios, pero que Él venga y te hable directa y personalmente… eso es ¡espectacular!
El Espíritu Santo tiene algo para decirte a ti específicamente. Sólo necesitas buscarle y aprender a amarle, y Él te hablará. Él se revelará a tu vida de una forma increíble.
Que Dios mismo te hable no tiene precio… para todo lo demás existen los apóstoles, profetas, pastores, maestros y líderes. Sí, por medio de ellos también nos habla Dios, pero que Él venga y te hable directa y personalmente… eso es ¡espectacular!
El Espíritu Santo tiene algo para decirte a ti específicamente. Sólo necesitas buscarle y aprender a amarle, y Él te hablará. Él se revelará a tu vida de una forma increíble.
¿Qué le pide Salomón a Dios? (versos 6-9). "Corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo."
Sabiduría es la capacidad de encontrar solución a los problemas. Es la capacidad para resolver situaciones complicadas y difíciles. Salomón le pidió a Dios sabiduría y discernimiento. Y Dios se lo concedió, y le dio aún más de lo que había pedido, porque Salomón oró de acuerdo al corazón de Dios y no para su propio beneficio personal (versos 10-14)
Sabiduría es la capacidad de encontrar solución a los problemas. Es la capacidad para resolver situaciones complicadas y difíciles. Salomón le pidió a Dios sabiduría y discernimiento. Y Dios se lo concedió, y le dio aún más de lo que había pedido, porque Salomón oró de acuerdo al corazón de Dios y no para su propio beneficio personal (versos 10-14)
SERRUCHEMOS AL NENE
Sí. Suena sangriento, brutal, despiadado, insensible y asqueroso. Pero aunque suene así, esa fue la solución que Salomón les ofreció a las dos prostitutas que se peleaban por el bebé: mitad para cada una (versos 16-25).
Ante semejante crueldad, ¿cómo reacciona la verdadera madre del bebé? (verso 26)
Cualquier madre que ame a su hijo reaccionaría de la misma manera. “No le mates. Prefiero que se lo des a esa impostora mentirosa antes de verle muerto”.
¿Qué hace entonces, Salomón? (verso 27), ¿y cuáles son las repercusiones de su sabia decisión? (verso 28) Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.
Ante semejante crueldad, ¿cómo reacciona la verdadera madre del bebé? (verso 26)
Cualquier madre que ame a su hijo reaccionaría de la misma manera. “No le mates. Prefiero que se lo des a esa impostora mentirosa antes de verle muerto”.
¿Qué hace entonces, Salomón? (verso 27), ¿y cuáles son las repercusiones de su sabia decisión? (verso 28) Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.
Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.
Cuando pidas conforme al corazón de Dios, Él te responderá y te dará, pero luego, lo que recibiste será puesto a prueba. Dios probará qué uso haces de aquello que Él te dio, cómo lo tratas, cómo lo cuidas, cómo lo administras. Si superas la prueba, Él te bendecirá aun más.
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