miércoles, 28 de mayo de 2014

Cómo vencer el mal

Aléjate de todo aquello que te haga retroceder. Huir del mal no es de cobardes sino de sabios.


Gálatas 6:7-8 "No se engañen. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna"

El promotor de todo pecado y maldad es Satanás. Miles de años atrás, Satanás era la mano derecha de Dios, era el ángel más precioso, el ángel que dirigía toda la alabanza, toda la adoración. 
Era un ángel que tenía un gran potencial para captar todo acto de Dios y aprovecharlo a través de la alabanza y la adoración. Se movía en ese mundo espiritual con gran revelación y sabiduría, estaba bien pegado a Dios.

La aparición del enemigo.
Pero, en un momento determinado, Satanás quiso ocupar el lugar de Dios y tomó la decisión de derrocarlo. Su idea tuvo un fracaso rotundo y Dios le expulsó del cielo, cuando se reveló en contra de su Voluntad, y arrastró a un tercio de todos los ángeles junto con él. Les llenó de ideas su cabeza, le prestaron oído y se fueron junto con Satanás.
Este ángel precioso, que estaba al lado de Dios, que Le escuchaba, que caminaba con Él, que ministraba la alabanza como nadie, un día decide transformarse en el enemigo número uno de Dios. ¿Por qué lo hizo?, ¿qué fue lo que le pasó?, si tenía un lugar de privilegio, un ministerio y un accionar privilegiado al lado de Dios.
Lo que sucedió es que Dios le anuncia que, la creación se iba a coronar con la creación del hombre y de la mujer, del ser humano.
Dios estaba creando al hombre con la finalidad de adorarle; todos hemos sido creados para ser de adoración delante de la presencia del Señor, íbamos a ser, al parecer del enemigo, competencia para él, y el diablo no quiere competencia.

Dios decide, pues, que el hombre iba a tener un potencial ilimitado, nos íbamos a poder mover con autoridad, con dominio y con poder, y tampoco esto le gustó, entonces empezó a generar odio.
El enemigo te odia: El diablo odia a la raza humana en gran medida, nos odia de tal forma, que siempre busca la oportunidad de hacernos caer, es tanto el odio que tiene contra nosotros, que siempre está maquinando alguna manera de hacernos caer.

El enemigo odia la creación de Dios. Satanás, desde el preciso momento en que empezó a odiar todos los planes que venían de parte de Dios, entonces, comenzó su caída. El diablo no pelea con Dios ya que la lucha no es contra Dios, no, el diablo es como un insecto al lado de un gigante todopoderoso como es nuestro Señor, y como contra Dios nadie puede pelear, él pelea contra ti y contra todos, pelea contra la creación de Dios.
El diablo está detrás de todo lo malo, detrás de las guerras, detrás del cáncer, las enfermedades, detrás de las inseguridades, de las violaciones, de los robos, detrás de las discordias, de las drogas, el alcohol, detrás de todo pecado. El diablo maquina constantemente, la manera de apartar la creación de Dios de su creador, maquina la forma de destruir nuestra vida, para que no vivamos las cosas maravillosas que Dios tiene para nosotros.
Dios creó al hombre y le puso en el jardín del Edén, y hasta allí se arrastro Satanás, le tentó encubiertamente, le engañó, y la humanidad cayó en la trampa. A partir de ese momento, todo lo que Dios le legó al hombre pasó por las manos del diablo, debido a la desobediencia de Adán y Eva.
La desobediencia causó:
1. Problemas espirituales:
Cada vez que una persona cae en algún pecado, es porque primero cayó en la tentación. Lo primero que aparece son los problemas espirituales. Antes de haber entregado nuestra vida al Señor, estábamos bajo la muerte espiritual, y sólo a través de Jesús podemos alcanzar la VIDA.

2. Problemas interpersonales:
Caín y Abel, hijos de Adán y Eva se iban a hacer famosos porque entraron en una disputa y uno terminó matando al otro, porque cuando hay pecado hay malas relaciones, hay desconfianza, y esto es otra consecuencia del pecado.

3. Problemas naturales:
La tierra termina siendo maldecida, aparecen las pestes, las inundaciones, los terremotos, todo lo que nos afecta negativamente, y hasta hoy en día, pareciera que las cosas están peor por las consecuencias de haberle dado lugar al pecado.

4. Problemas internos:
La tristeza, el dolor, la angustia, la culpa, todo lo que hace que tu vida no vaya ni para atrás ni para adelante, la tristeza, el odio, rencores y pecados, todos nos alejan de nuestro Creador.
Satanás sigue haciendo todo lo posible por destruir la creación de Dios, lo hace de una manera disimulada, usa formas sutiles. Pone al pecado como algo normal, algo cultural, incluso trata de introducir dentro de la iglesia de Jesucristo, el creer que lo que es pecado delante de Dios, es algo normal, que no pasa nada si desobedeces a Dios.

CÓMO VENCER AL PECADO
- Lo primero que tenemos que hacer es huir, el enemigo siempre te va a estar mandando carnadas para que piques y quedes enganchado en el anzuelo, y lo va a hacer en tus mejores momentos. La mayoría de las veces no te va a mandar el ataque cuando estás mal, sino en los mejores momentos de lucidez.
Jesús había recibido toda la esencia de Dios, se bautizó, fue al desierto, y allí es donde vino el enemigo a tentarle. El enemigo quiere tentarte en tus mejores momentos. Tienes que saber de qué lugares tienes que huir, si tuviste problemas con las drogas, el alcohol, la prostitución, la pornografía, huir de todo lo que tenga relación con ello.
Y también tienes que saber de qué amistades tenes que huir. Aléjate de todo aquello susceptible de hacer que el enemigo te tiente y vuelvas para atrás. Huir del mal no es de cobardes sino de sabios.

- Di: Me voy a llenar de todo lo bueno de Dios, palabras de Dios, promesas del Señor, para que el enemigo no vuelva a tener autoridad para venir a tentarme. La biblia dice que: "nuestra lucha no es contra carne y sangre", lo espiritual se vence con lo espiritual, llénate de la palabra de Dios, de la alabanza, de la adoración para que puedas declarar y decretar palabra de Dios, palabra de bendición y milagros del Señor para tu vida. Si estás en problemas por la tentación, busca a la persona adecuada, es decir, busca a tu líder, busca a tu pastor.

- Levantar barrera, tienes que levantar un cerco espiritual alrededor de ti. ¿De qué manera?, a través de la oración, a través de tener a alguien con quien puedas conversar de las cosas que te están pasando. Pero también lo vas hacer cuidándote, tú sabes donde hay áreas que tienes que cuidar, sabes las personas de las cuales tienes que alejarte, para que puedas levantar ese vallado de protección alrededor de tu vida. Tienes que buscar a alguien a quien rendirle cuentas, alguien con quien hablar de las cosas que te pasan; hay cosas íntimas que no se las puedes estar contando a cualquiera, pero busca alguien que sea de tu confianza, y que te pueda ayudar para resolver tus cosas.
Tengo que tomar mi cruz, dijo Jesús. Toma tu cruz y sígueme. ¿Qué significa tomar la cruz?, significa morir cada día a esa naturaleza pecadora, tenemos que aprender cada día a crucificar esos malos deseos; todos los tenemos porque somos seres humanos, todos tenemos tentaciones. No te sientas mal porque pases por tentación, porque tentación es tentación y pecado es pecado, y la tentación no es pecado, es el paso previo. Y lo que hagas con la tentación es lo que va a determinar que sea pecado o que haya quedado sólo en una oferta del diablo, oferta que siempre será tentadora y hermosa, que al principio parece buena pero te debilita, te enferma y te mata, porque busca tu destrucción. Entonces, nosotros tenemos que aprender a decir NO, aprender a tomar nuestra cruz y seguir a Jesús, tomar nuestra cruz y morir cada día en esas aéreas donde la tentación quiere venir en contra de nuestras vidas.

EL ENEMIGO SÓLO PUEDE TENER SOBRE NUESTRAS VIDAS, LA AUTORIDAD QUE NOSOTROS LE CEDAMOS.
Señor te doy gracias porque en los momentos de mayor tentación, sé que me acompañarás y me librarás del mal. Sigo avanzando así a la meta, nada me detendrá. 

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