viernes, 30 de mayo de 2014

Si Tú me faltaras, ¿qué sería de mí?

A veces, cuando las personas están enamoradas dicen frases, tales como las siguientes: “mi amor, sin ti no podría vivir, mi vida no tendría sentido”. Otras personas, cuando sufren una desilusión amorosa exclaman: “¡no sé como vivir sin ella o él, me quiero morir!” Pero, pese a lo que sintieron cuando lo dijeron, lo cierto es que logran sobrevivir y sobreponerse al desamor o a la ausencia de quien los dejó.
Y yo digo “¿Dios, qué sería de mí si me faltaras? ¿Tendrían colores mis días, encontraría las fuerzas para seguir adelante? Porque pienso que sin Su presencia en mi vida, yo sólo respiraría, caminaría, existiría,... pero no podría disfrutar de todo lo bello que contemplo, ni sentir esa emoción que embarga mi interior al saberme amada por el Señor y al poder compartir ese amor con otros.
Sin Él hace tiempo hubiera abandonado todo. Porque mi mayor motivación es que las personas reciban paz, amor, consuelo, gozo, y que como consecuencia de todos estos sentimientos, sean impulsados a acercarse más a Dios, a conocerle y a creerle. Porque hay muchos que están convencidos de que LE necesitan y otros de que ya tienen a Dios en su vida, pero no hacen nada por transmitirle ese amor que tienen a Dios.
A pesar de mi ilusionismo, que no fanatismo, soy de hecho, una persona muy imperfecta que lucha cada día por ser alguien mejor. No por lo que los demás puedan pensar u opinar de mí, aunque eso es importante hasta cierto punto, sino porque deseo tener siempre la conciencia tranquila y mucho más aún, quiero que mi Padre Celestial se sienta muy orgulloso y muy amado por mí; pues el lugar más especial en mi vida lo ocupa sólo Él. 
Sé que no le puedo impresionar, pero quiero servirle y venir ante su presencia tal como soy y sin reservas. Quiero mi vida aferrada a Dios porque sencillamente, sin Él todo sería muy carente de sentido para mí.
Y tú querido amigo(a), ¿has pensando qué sería de tu vida si Dios no estuviera contigo? Y tú que no le conoces aún, que has escuchado hablar de Él en muchas ocasiones, pero no le has dado la oportunidad de intervenir e introducirse en tu vida… ¿no has considerado que ya es hora de aceptarle, de recibirle en tu corazón? ¿De que cada día recibas de Él nuevas fuerzas para seguir luchando? Seguro que tu vida dará un giro de 180 grados.

¿No crees que vale la pena intentarlo? Si me lo preguntaras a mí, yo te contestaría fuertemente, que sí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario