Aléjate de todo aquello que te haga retroceder. Huir del mal no es de cobardes sino de sabios.
Gálatas 6:7-8 "No se engañen. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna"
El promotor de todo pecado y maldad es Satanás. Miles de años atrás, Satanás era la mano derecha de Dios, era el ángel más precioso, el ángel que dirigía toda la alabanza, toda la adoración. Era un ángel que tenía un gran potencial para captar todo acto de Dios y aprovecharlo a través de la alabanza y la adoración. Se movía en ese mundo espiritual con gran revelación y sabiduría, estaba bien pegado a Dios.
La aparición del enemigo.
Pero, en un momento determinado, Satanás quiso ocupar el lugar de Dios y tomó la decisión de derrocarlo. Su idea tuvo un fracaso rotundo y Dios le expulsó del cielo, cuando se reveló en contra de su Voluntad, y arrastró a un tercio de todos los ángeles junto con él. Les llenó de ideas su cabeza, le prestaron oído y se fueron junto con Satanás.
Este ángel precioso, que estaba al lado de Dios, que Le escuchaba, que caminaba con Él, que ministraba la alabanza como nadie, un día decide transformarse en el enemigo número uno de Dios. ¿Por qué lo hizo?, ¿qué fue lo que le pasó?, si tenía un lugar de privilegio, un ministerio y un accionar privilegiado al lado de Dios.
Lo que sucedió es que Dios le anuncia que, la creación se iba a coronar con la creación del hombre y de la mujer, del ser humano.
Dios estaba creando al hombre con la finalidad de adorarle; todos hemos sido creados para ser de adoración delante de la presencia del Señor, íbamos a ser, al parecer del enemigo, competencia para él, y el diablo no quiere competencia.
Dios decide, pues, que el hombre iba a tener un potencial ilimitado, nos íbamos a poder mover con autoridad, con dominio y con poder, y tampoco esto le gustó, entonces empezó a generar odio.
El enemigo te odia: El diablo odia a la raza humana en gran medida, nos odia de tal forma, que siempre busca la oportunidad de hacernos caer, es tanto el odio que tiene contra nosotros, que siempre está maquinando alguna manera de hacernos caer.
El enemigo odia la creación de Dios. Satanás, desde el preciso momento en que empezó a odiar todos los planes que venían de parte de Dios, entonces, comenzó su caída. El diablo no pelea con Dios ya que la lucha no es contra Dios, no, el diablo es como un insecto al lado de un gigante todopoderoso como es nuestro Señor, y como contra Dios nadie puede pelear, él pelea contra ti y contra todos, pelea contra la creación de Dios.
El diablo está detrás de todo lo malo, detrás de las guerras, detrás del cáncer, las enfermedades, detrás de las inseguridades, de las violaciones, de los robos, detrás de las discordias, de las drogas, el alcohol, detrás de todo pecado. El diablo maquina constantemente, la manera de apartar la creación de Dios de su creador, maquina la forma de destruir nuestra vida, para que no vivamos las cosas maravillosas que Dios tiene para nosotros.
Dios creó al hombre y le puso en el jardín del Edén, y hasta allí se arrastro Satanás, le tentó encubiertamente, le engañó, y la humanidad cayó en la trampa. A partir de ese momento, todo lo que Dios le legó al hombre pasó por las manos del diablo, debido a la desobediencia de Adán y Eva.