sábado, 30 de mayo de 2015

El resfriado común

El resfriado es una enfermedad infecciosa que ataca al aparato respiratorio, bastante contagiosa, y que puede afectar a todas las personas sin importar su edad. Los síntomas principales son estornudos, secreción nasal, dolor de cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, dolor o flemas en la garganta, tos, cansancio y una sensación de malestar general.
Se considera a esta enfermedad una de las más comunes en el mundo y aunque se trata de un malestar leve, fácil de controlar y de corta duración, es también la principal razón de abstinencia laboral y escolar.
Es necesario destacar un aspecto importante. Con el paso del tiempo, el hombre ha desarrollado cientos de vacunas contra distintas enfermedades mucho más infecciosas, mortales y potentes, pero hasta hoy, el resfrío carece de una cura totalmente eficaz, que lo elimine por completo.
Solamente nuestro propio sistema inmunológico es capaz de acabar con el virus y restablecer la salud completa del individuo infectado. Todos los tratamientos o medicinas inventadas hasta ahora, solo se emplean para disminuir los impulsos cerebrales que desencadena esta patología. Y también se emplean como métodos preventivos. Nada más.
La recomendación médica para quien no quiera padecer un resfriado o quiera evitarlo, es mantener el sistema inmunitario en condiciones óptimas; durmiendo lo suficiente, reduciendo el estrés, llevando una alimentación adecuada y evitando el consumo de bebidas alcohólicas.
En resumen, el resfriado es una enfermedad capaz de infectar e interrumpir la movilidad óptima del hombre más fuerte, más inteligente, más atlético o más sabio del mundo. Sorprendentemente, el remedio se reduce a cuidar nuestro cuerpo con un buen descanso y una adecuada alimentación.
En el ámbito espiritual, el pecado en el hombre es similar a este virus ya que puede atacar a cualquier persona, y no hay un remedio eficaz que proporcione una inmunidad absoluta. Todos somos tentados y propensos a caer en sus redes.
Pero al igual que la recomendación para combatir el resfrío, el método para evitar el pecado o para despojarse de sus ataduras consiste en alimentar continua y adecuadamente nuestro sistema inmunológico, que es nuestro espíritu. Cuanto más fuerte sea nuestra convicción y conocimiento de Dios, el pecado tendrá menos fuerza sobre nosotros.
Sin embargo, existen aún creyentes que gustan de los remedios instantáneos y fáciles. Asistiendo una vez por semana, el domingo, a la iglesia, creen sentirse bien y efectivamente, logran olvidar todo lo malo por un momento pero al día siguiente el pecado sigue ahí atormentándolos.
El resfriado y el pecado no se curan definitivamente, con pequeños tratamientos de tabletas que se toman de vez en cuando, pues solo alivian momentáneamente. El tratamiento efectivo consiste en trabajar constantemente, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico. 
¿Cuánto estás trabajando en fortalecer tu espíritu?
“¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia? ¡Viviendo de acuerdo con tu palabra! Yo te busco de todo corazón; no dejes que me aparte de tus mandamientos. He guardado tus palabras en mi corazón para no pecar contra ti.” Salmos 119:9-11 Versión Dios Habla Hoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario