domingo, 31 de mayo de 2015

¿Adversidades? ¿Pruebas?

SANTIAGO 1:2-5  Hermanos míos, ustedes deben tenerse por muy dichosos cuando se vean sometidos a pruebas de toda clase. 3 Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento. 4 Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada.5 Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno.”
¿La adversidad te debilita o te da fuerzas?
Estos versículos nos dicen que debemos sentirnos muy dichosos cuando nos hallemos en diversas pruebas o adversidades, las pruebas de la vida. Evitar la prueba o la adversidad es evitar la vida. Para saber celebrar grandes triunfos hay que tener momentos difíciles.  ¿Te acuerdas de cuando saliste bien de una prueba difícil? ¿Cómo te sentiste?
adversidadHay una historia en la Biblia, en Números 13, cuando Moisés envía a 12 espías a Canaán (la tierra prometida). 10 de ellos, aunque dieron un buen informe, vieron muchos imposibles, y solamente 2 de ellos, Josué y Caleb, pensaron que sí se podía alcanzar la tierra prometida.
Ahora piensa que la tierra prometida representa uno de tus sueños. ¿Cómo lo estás viendo? ¿Estás viendo gigantes? ¿Estás viendo posibilidades o imposibilidades? ¿Piensas que no se puede? ¿Piensas que no estás capacitado para hacerlos realidad?
Si sigues leyendo el capitulo 14, te vas a encontrar a un Josué y Caleb completamente comprometidos con su misión y visión, y Josué hace una declaración sorprendente: “Los gigantes ya son pan comido” (expresión positiva en tiempo presente).
¿Cómo son tus pensamientos hoy? Si estás yendo rumbo a tus sueños o metas, es posible que te hayas encontrado con gigantes en el camino que no te dejan avanzar. Los gigantes tienen nombres como miedo, duda, u otros. ¿Cómo se llaman los gigantes con los que luchas? Vivimos en un mundo donde la mayoría te dice sí o no lo que debes hacer; lo puedes escuchar muchas veces: “NO SE PUEDE” .

Lo normal es escuchar: Tu matrimonio no se va a salvar, no hay esperanzas, divórciate.... Tu negocio no va a prosperar, olvídate de eso y ciérralo.... Tú no vas a poder obtener ese empleo, no estás capacitado para ello...  Tú no vas a poder pagar esas deudas, declárate en bancarrota,  etc., etc., etc.  En fin, el mundo te dice NO SE PUEDE, NO INSISTAS MÁS.

La adversidad puede golpear tranquilamente a tu negocio, tu matrimonio, tu salud, tu familia, o cualquier otro aspecto de tu vida. Ahora bien, piensa por un momento, que el mayor problema que afrontas ahora podría ser exactamente lo que necesitas para ir a otro nivel, que te permita alcanzar tus metas o sueños más importantes.
¿Qué problemas estás enfrentando que no te permiten ascender? Ante la adversidad debes preguntarte ¿Qué puedo aprender? ¿Qué lección me está queriendo enseñar Dios? ¿Qué oportunidades veo? ¿Qué bendición viene? ¿Cómo puedo transformar esta adversidad en algo productivo y valioso?
Dios tiene el poder de cambiar cualquier situación para nuestro bien.
  • La perspectiva de Dios no es la misma que la tuya… Dios ve el propósito y el resultado de tu prueba… Lo único que nosotros vemos es el dolor y el problema… Dios ve el futuro, pero nosotros vemos el presente.
  • Dios promete Su presencia a través de nuestras pruebas… Dios nunca nos dejará ni desamparará.
Bajo nuestra perspectiva los problemas no tienen sentido, pero nos debemos considerar muy dichosos cuando sabemos que DIOS ESTÁ HACIENDO ALGO GRANDE en nuestras vidas, algo positivo… Algo que traerá gloria y honor a Él.
Tanto el oro como el diamante necesitan ser procesados por fuego.
Gracias, Padre Celestial, por las muestras de tu amor. Gracias, porque en los momentos de mayor dificultad o decisión Tú estás para darme el valor y la fuerza para seguir adelante.  Gracias mi Dios. En el Nombre de Cristo, amén.

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