lunes, 26 de febrero de 2018

La ofrenda para los creyentes de Jerusalén

“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia” (1 Corintios 16:1).
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             Pablo aquí, nos da unas instrucciones genéricas inspiradas en cómo llevar a cabo una colecta para los necesitados. Esta ofrenda en concreto, no estaba destinada solo a los creyentes de Jerusalén, a la iglesia madre, como una manera práctica de mostrar su gratitud y los vínculos de amor que les unían con ella. Se ve que los judíos de Jerusalén eran muy pobres y recibían donaciones de parte de los judíos de otros países, lo cual no era menoscabo para ayudar a los verdaderos creyentes. Pablo, sabiendo que otros judíos recibían ayudas, está enseñando a los cristianos a cuidar de sus hermanos más pobres. Muchas iglesias recogían dinero para mandarlo a la iglesia de Jerusalén.   

            La recolección de la ofrenda no va precedida de una apelación emocionada para inducir a la gente a ser espléndida en su aportación. Al contrario, se lleva a cabo de una manera muy discreta. “Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas” (verso 2). Pablo no iba a recoger la colecta en persona. El dinero ya estaría listo para cuando viniera. Cada uno iba apartando cada semana según sus ingresos, lo cual es muy justo. Si el Señor prosperó mucho a una persona, debe dar más. La ofrenda es proporcional a los recursos de la persona. De esta manera no supone una carga adicional para los más pobres. Tampoco se recoge en un ambiente de emoción y presión, sino que cada uno, en la tranquilidad de su casa, decide delante de Dios lo que va a aportar. Así pues, cada semana se iba juntando más dinero, guardándolo, para la llegada de Pablo.

Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Salmos 121:1

¿Estuviste alguna vez en un lugar donde necesitas realmente que alguien te ayude? Puede haber sido en un momento muy malo, como cuando tu coche se averió en el tráfico y alguien se detuvo para ayudar. O tal vez una necesidad menor, como quedarse sin dinero en la caja del supermercado y alguien paga lo justo que usted necesita para los comestibles.
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Seguramente algunos de nosotros hemos necesitado la ayuda espiritual o emocional de otros, con oración y/o un abrazo. Y sin embargo… ¿no nos hemos preguntado en algún momento: ¿Dónde estaba Dios cuando más lo necesitaba? Miramos a nuestro alrededor por nuestra ayuda y no vemos absolutamente nada. Esto puede ser una prueba de nuestra fe en Dios.
Cuando el sirviente de Eliseo levantó la vista y vio que el ejército del rey sirio había rodeado su ciudad, perdió toda esperanza. Pero Eliseo oró: “Oh Jehová, abre sus ojos para que vea”. ”Entonces Jehová abrió los ojos del joven, y vio, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo”. (2 Reyes 6:17)
No hace falta ver literalmente la ayuda del Señor. En cambio, podemos confiar por fe, en que Dios responderá a nuestros clamores de socorro. Él puede abrir nuestros ojos espirituales para ver Su ayuda cuando la necesitamos. Como resultado, podemos experimentar el gozo y el consuelo de Dios ayudándonos en nuestros momentos de mayor necesidad.
Nuestro Señor promete que nunca nos dejará y que no nos abandonará. Como resultado, sabemos que Él es siempre consciente de nuestras necesidades. Nuestra ayuda en todo lo que necesitamos viene de Dios si lo buscamos primero.
Amado Señor, sé que Tú eres un Dios todopoderoso y omnisciente. Te pido me ayudes. En el nombre de Jesús, amén.

El fruto de la amistad

“Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que lo adoren. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad”.
Juan 4:23-24 (Biblia Nueva Versión Internacional)
Hay personas, sean jóvenes o adultos, que se ofrecen a involucrarse en el servicio a Dios dentro de la obra del ministerio, y, ¡caramba!, sorprende la facilidad con la que pierden el entusiasmo. Leyendo al apóstol Juan vamos a entender el porqué de estos síntomas.
Vemos que existen requisitos para la verdadera adoración, que es aquella que se realiza en espíritu y verdad.
El libro de Rut en la Biblia nos da bastante luz a este tema.
Entonces Booz anunció a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec y todo lo que fue de Quelión y Mahlón. Además he adquirido a Rut la Moabita, mujer de Mahlón, para que sea mi mujer a fin de perpetuar el nombre del difunto sobre su heredad, y que el nombre del difunto no sea cortado de entre sus hermanos ni de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy.
Rut 4:9-10 (Biblia Textual)
Teológicamente, podemos decir que Rut representa la iglesia y Booz representa al Cristo. El nombre de Rut en hebreo significa: “Amistad, compañera, colaboradora”; entendiendo que como iglesia debemos tener estas características. Algunos sostienen que el nombre de Booz es algo así como “firmeza, ingenio”, y también llevaba este nombre una de las columnas del templo de Israel.
En la ley Mosaica se sostenía que un Go-el era una persona que tenía el derecho de rescatar la herencia, reivindicar en la muerte de un pariente y ocuparse de la viuda. Y es exactamente lo que sucede según el relato del libro de Rut; de ellos (Rut y Booz) viene un linaje especial, fueron los padres de Obed, que significa: “Servir, servidor, ser esclavo, Adorador”.
Cuando Rut (amistad) se casó con Booz (goel) tuvieron a Obed (servidor-adorador)
La única forma que tenemos los creyentes de ser verdaderos adoradores es teniendo una amistad profunda y sincera con Cristo, nuestro Redentor, y en ello estriba el verdadero combustible que impulsa a ser comprometido y diferente del que vive como un simple reflejo de los demás.

Solo de esta manera podemos servir al Señor.


viernes, 23 de febrero de 2018

Billy Graham: Evangelista influyente de los Estados Unidos muere a los 99 años

El evangelista estadounidense Billy Graham, uno de los predicadores más influyentes del siglo XX, murió a los 99 años, el 20 de Febrero de este año.
Graham se convirtió en uno de los promotores más conocidos del cristianismo, comenzando su misión mundial en grandes escenarios en Londres en 1954.
Murió en su casa en Montreat, Carolina del Norte, dijo un portavoz de la Asociación Evangelística Billy Graham.
En su carrera de 60 años, se estima que predicó personalmente a 210 millones de personas.
Mas Graham llegó a millones más a través de la televisión; fue el primero en usar este medio para transmitir el mensaje cristiano.
Se convirtió en un cristiano comprometido a la edad de 16 años, después de escuchar a un evangelista viajero, y fue ordenado ministro en 1939.
Graham llamó la atención en los Estados Unidos cuando ocupó un ministerio de dos meses en una carpa gigante en Los Ángeles en 1949.
Al principio ambivalente sobre el movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, llegó a ser un partidario en la década de 1950, con congregaciones racialmente integradas.
El presidente Donald Trump lo llamó un hombre especial en un Tweet. Escribió: “El GRAN Billy Graham está muerto. No había nadie como él. Será extrañado por los cristianos y todas las religiones. Un hombre muy especial”.

Dios No se equivoca

Hace mucho tiempo, en un reino distante, un monarca no creía en la bondad de Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba esta verdad. En cualquier situación decía:
¡Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. Él nunca se equivoca!
Un día el rey salió a cazar junto a su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó. El súbdito consiguió matar al animal, pero no pudo evitar que Su Majestad perdiese el dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin mostrar ningún agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le preguntó a éste:
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Y ahora, ¿qué me dices? ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido atacado, y no hubiera perdido mi dedo.
El siervo respondió:
Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás eso, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es perfecto. ¡Él nunca se equivoca!
El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso en la celda más oscura y más fétida del calabozo.
Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.
Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso:
¡Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!
Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió que fuera a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo:
- ¡Querido siervo, Dios fue realmente bueno conmigo. Tú debes haberte enterado que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos. Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que estuvieses preso, tú que tanto lo defendiste? El siervo sonrió, y dijo:
Rey mío, si yo hubiera estado junto a usted en esa caza, seguramente hubiera sido sacrificado en su lugar, ya que no me falta ningún dedo. Por lo tanto, acuérdese siempre: ¡todo lo que Dios hace es perfecto, Él nunca se equivoca!
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Romanos 10:11
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será defraudado.

El Placer De Pecar

La tentación carece de favoritismos. De hecho, la tentación es común para todos… niños, adolescentes, y adultos.
La tentación ignora estatus social, económico y espiritual. De manera que no es sorprendente ser tentado.
Pero es importante señalar que la tentación no es pecado. Mientras te corra sangre por las venas ten por seguro que vas a ser tentado, así que no te sientas culpable por eso.
El problema de la tentación es que puede atrapar tu mente, imaginación, sentimientos, y voluntad. Una vez que los atrapa, determinas que comenzarás con ella. Es como si tu cuerpo te dijera “hazlo”… Y por lo regular, al principio las consecuencias de la tentación no se manifiestan inmediatamente; incluso puedes llegar a creer que te has salido con la tuya. Comienzas a engañarte con frases como: “¿Ves?, no me pasó nada”.
Empiezas a creer que eres un poquito más inteligente que los demás, porque aparentemente no te pasó nada; llegas a pensar que puedes sobrepasar los límites un poquito más. Pero al final terminarás destruyéndote; ¿Por qué? Porque el pecado siempre mata.

Las Cuatro Leyes Espirituales

Resultado de imagen de Las Cuatro Leyes EspiritualesLas Cuatro Leyes Espirituales son una manera de compartir las buenas nuevas de salvación, disponible por la fe en Jesucristo. Es una manera sencilla de organizar la información importante del Evangelio en cuatro puntos. 

La primera de las Cuatro Leyes Espirituales es 
“Dios lo ama y tiene un plan maravilloso para su vida”. Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”Juan 10:10 nos da la razón por la que vino Jesús. “He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. ¿Qué nos impide experimentar el amor de Dios? ¿Qué nos impide tener una vida abundante?


La segunda de las Cuatro Leyes Espirituales es, “La humanidad está contaminada por el pecado, y por lo tanto está separada de Dios. Como resultado, no podemos conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas”. Romanos 3:23 aporta esta información, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Y Romanos 6:23 nos informa de las consecuencias del pecado, “Porque la paga del pecado es muerte”. Dios nos creó para que tuviésemos compañerismo con Él, sin embargo, la humanidad trajo el pecado al mundo y, por lo tanto, está separada de Dios. Hemos arruinado la relación que Dios quería que tuviéramos con Él. ¿Cuál es la solución?

La tercera de las Cuatro Leyes Espirituales es, “Jesucristo es la única provisión de Dios para nuestro pecado. A través de Jesucristo, podemos tener nuestros pecados perdonados y restaurar una verdadera relación con Dios”Romanos 5:8 nos dice, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. 1ª Corintios 15:3-4 nos informa de lo que necesitamos saber y creer para ser salvos, “…que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras…” Y en Juan 14:6, Jesús mismo declara que Él es el único camino a la salvación, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Entonces, ¿cómo puedo recibir este maravilloso don de la salvación?

La cuarta de las Cuatro Leyes Espirituales aporta la solución: “Debemos poner nuestra fe en Jesucristo como Señor y Salvador, a fin de recibir el don de la salvación y conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas”. Juan 1:12 describe esto para nosotros, “Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Hechos 16:31 lo dice muy claro, “¡Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo!” Somos salvos solamente por gracia, solamente a través de la fe, y solamente en Jesucristo (Efesios 2:8-9).

Si usted quiere confiar en Jesús como su Salvador, dígale a Dios las siguientes palabras. ¡Decir estas palabras no le va a salvar, pero sí, el confiar en Cristo! Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle su salvación. Usted puede repetir esta oración ahora - “Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, y a través de la fe en Él yo puedo ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón – el don de la vida eterna! En el nombre de Jesús, ¡Amén!”



La gloria de Dios

Juan 11:1-40
La vida puede llegar a ser difícil, complicada y vivirla hasta frustrante. La ventaja de nosotros es que tenemos a Dios de nuestro lado.
  • Que ha prometido ser nuestro Pastor.
  • Que ha prometido estar con nosotros todos los días.
  • Que ha prometido incluso estar con nosotros en los tiempos difíciles, para que no nos pase nada malo.
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” Isaías 43:2
Solo hay algo que tú y yo debemos hacer para que sucedan milagros en los tiempos difíciles. Hay algo que nos toca hacer para que la mano de Dios se mueva a favor de nosotros.
Veamos:
Resultado de imagen de La gloria de DiosLA GLORIA DE DIOS
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?“ Juan 11:38-40 
¿Qué es la gloria de Dios? La gloria de Dios revela Su grandeza, Su poder, majestad, esplendor, santidad y mucho más. (1 Crónicas 29:11Habacuc 3:3-5).
También la gloria de Dios se refiere a la presencia visible de Dios entre su pueblo, GLORIA llamada a veces “Shejiná”. Ahora bien, “Shejiná” es una palabra hebrea que significa “morada (de Dios)”, palabra empleada para describir la visible manifestación de la presencia de Dios.
Moisés vio la gloria, Shekinah, de Dios en una columna de nube y de fuego (Éxodo 13:21) “Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduviesen de día y de noche.”
Ezequiel vio la gloria del Señor en el templo de Dios (Ezequiel 10:4) “Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín hacia el umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.”
Los pastores de Belén vieron la gloria del Señor en el nacimiento de Jesús (Lucas 2:9) “Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.”
Y Esteban la vio en el momento de su martirio (Hechos 7:55). “Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.”
La gloria de Dios en forma de nube (2 Crónicas 5:14). “Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”

martes, 20 de febrero de 2018

¿Tiene Usted Vida Eterna?

Resultado de imagen de ¿Tiene Usted Vida Eterna?La Biblia nos indica un claro camino hacia la vida eterna. Primero, debemos reconocer que hemos pecado contra Dios. En las Sagradas Escrituras leemos en Romanos capítulo 3 y el versículo 23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios, las cuales nos hacen merecedores de castigo. Debido a que a la larga todos nuestros pecados van en contra de un Dios eterno, únicamente valdría un castigo eterno. En Romanos capítulo 6 y el versículo 23 leemos, “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro.”

En 1 de Pedro capítulo 2 y el versículo 22, leemos que Jesucristo es el santo Hijo de Dios, sin pecado. En Juan capítulo 1, los versículos 1 y 14, leemos que el eterno Hijo de Dios se hizo hombre y murió para pagar nuestro castigo. En Romanos 5:8 leemos: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Jesucristo murió en la cruz (Juan 19:31-42). Él llevó la culpa que merecíamos nosotros (2 Corintios 5:21). Tres días más tarde se levantó de la tumba, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte. (1 de Corintios 15:1-4) Y en 1 de Pedro capítulo 1 versículo 3, leemos: “ Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”

¿Existe Dios? ¿Hay alguna evidencia de la existencia de Dios?

¿Existe Dios? Es interesante que se dé tanta atención a este debate. Las últimas encuestas nos dicen que más o menos el 90% de la gente en el mundo de hoy, cree en la existencia de Dios o en algún poder más alto. Aunque pueda parecer que la responsabilidad está en aquellos que creen que Dios existe, para de alguna manera probarlo, es más que posible que la responsabilidad esté sobre los que no creen.

Sin embargo, la existencia de Dios no puede ser probada o desmentida. Hasta
 la Biblia dice que deberíamos aceptar por fe, el hecho de que Dios existe, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6). Si Dios lo deseara así, simplemente podría aparecer, y probar a todo el mundo que Él existe. Pero si lo hiciera, no habría necesidad de fe. “Jesús le dijo: porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron” (Juan 20:29).
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Pero esto no significa que no haya ninguna evidencia de la existencia de Dios. La Biblia declara, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras” (Salmos 19:1-4). Al mirar las estrellas, al entender la inmensidad del universo, al observar las maravillas de la naturaleza, o al ver la belleza de la puesta del sol, vemos que todas ellas apuntan hacia un Creador, Dios. Si esto no fuera suficiente, también está la evidencia de Dios en nuestros propios corazones. Eclesiastés 3:11 nos diceTodo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que éste alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin. 

Hay algo en lo profundo de nuestro ser, que reconoce que hay algo más allá de esta vida y alguien más allá de este mundo. Intelectualmente podemos negar este sentimiento, pero la presencia de Dios en nosotros y a través de nosotros, está ahí, es innegable. A pesar de todo, la Biblia nos advierte que todavía hay algunos que niegan la existencia de Dios, “Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 14:1). Debido a que alrededor del 98% de la gente a través de la historia, en todas las culturas, en todas las civilizaciones, en todos los continentes, creen en la existencia de algún tipo de Dios, debe haber algo (o alguien) que causa esta creencia.

Para Él

“…Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e invisible… todo comenzó en él y para los propósitos de él…” Colosenses 1:16 (PAR).
La vida es el espacio de tiempo con el que contamos los seres humanos para orientar nuestra existencia. Lamentablemente, la mayoría de las personas no saben para qué están aquí en la tierra. Es normal que se dejen llevar por las circunstancias que les rodean y llegan a tomar decisiones sobre cosas que, antes de comprender la razón de su existencia, les llevan a un estado permanente de confusión.
Resultado de imagen de Para ÉlSin embargo, vale la pena mencionar que Dios está muy interesado en que podamos conocer sus propósitos, que van mucho más allá de nuestra familia, profesión, trabajo... y nuestros sueños y anhelos más deseados. Si le preguntáramos a Dios ¿cuáles son sus propósitos?, tal vez Él nos respondería que…
I. SUS PROPÓSITOS SON EL CORAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIAColosenses 1:16
El apóstol Pablo declaraba con estas palabras a los Colosenses, que todas las cosas creadas, especialmente la humanidad, encuentran la causa de su existencia en Dios y los propósitos que Él mismo designó. Para Pablo, el corazón de la existencia de todo ser humano está en vivir según los propósitos que Dios, sabiamente, diseñó para la plenitud y realización de todo ser humano. A través de este versículo, Dios quiere colocarnos en la posición adecuada para entender y vivir en sus propósitos.
Sin embargo, estamos viviendo tiempos muy difíciles; tiempos en los que la pérdida de valores, la falta de interés en las cosas de Dios, aunadas a las adicciones, el aborto, el divorcio, y muchas otras cosas, están llevando a las personas a un caos de confusión, en el que de una manera egoísta se engañan a sí mismos y pretenden engañar a los demás. Afortunadamente este versículo es muy poderoso. A través de él, Dios quiere que sepamos que fuimos creados por Él, y no para nuestros propósitos sino para los suyos; quiere que sepamos que así como el corazón humano le da vida a los cuerpos, sus propósitos son el corazón de nuestra existencia, y que al vivir en sus propósitos podemos alcanzar la plenitud y realizarnos en todo lo que emprendamos.

Cambiando en el desierto

En los desiertos Dios no solo prueba la fe, además pone a prueba todo lo que somos para ser mejores cada día. En las pruebas siempre estamos pidiéndole a Dios que responda a nuestras peticiones, pero nosotros no respondemos a las que Él nos hace a diario a través de su palabra.
Las pruebas se basan en esperar, tener confianza y fe, pero estamos a la expectativa de lo que Dios nos va a dar o de lo que pase a nuestro alrededor, y no tenemos en cuenta lo que pasa dentro de nosotros y lo que tenemos que dar.
cambiando en el desiertoLos desiertos no son solo para fortalecer nuestra área espiritual, ya que a Dios le interesa todo lo que tiene que ver con nosotros, y en vez de cuestionarlo por lo que nos está pasando, no nos evaluamos a nosotros mismos y analizamos que debemos cambiar. El desierto va más allá de no tener dinero, va más allá de las crisis en la familia, más allá de la enfermedad. Va hasta lo más profundo de nuestro ser, de nuestra alma, de nuestro corazón y hasta de los huesos. ¨Porque será medicina a tu cuerpo, y refrigerio para tus huesos.¨ Proverbios 3:8 (RVR1960).
Buscamos primero el cambio en las circunstancias externas, poniendo nuestra confianza en ellas, creyendo que eso nos va hacer cambiar para bien lo que llevamos dentro. Pero el trabajo de Dios en nuestra vida es totalmente a la inversa; el cambio comienza desde adentro y luego se ve reflejado en el exterior. Esta es una de las claves de los desiertos, que así como pedimos provisión, también pidamos revelación de qué es lo que Dios quiere que dejemos en ese desierto, para que al llegar a la tierra prometida no llevemos la basura.
¨No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.¨ Filipenses 4:11-12 (RVR1960).

sábado, 17 de febrero de 2018

¿Por qué hay tantas religiones? ¿Todas las religiones conducen a Dios?

Resultado de imagen de ¿Por qué hay tantas religiones? ¿Todas las religiones conducen a Dios?La existencia de muchas religiones y la creencia de que todas ellas conducen a Dios, confunde a muchos que realmente están buscando la verdad acerca de Dios, dando como resultado que alcen sus manos, frustrados, ante el reto de conocer con certeza la verdad absoluta sobre esta materia. O desisten en su frustración, y terminan adoptando la aseveración universal de que todas las religiones conducen a Dios. Los escépticos, por su parte, resaltan la creencia de que hay muchas religiones como prueba de que o no se puede conocer a Dios, o simplemente Dios no existe. 

Romanos 1:19-21 contiene la explicación bíblica por la que hay tantas religiones: “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, Su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.” El significado de estas Escrituras es claro. La verdad de Dios es vista y conocida por cada ser humano, porque Dios lo ha hecho así. Pero en vez de aceptar la verdad acerca de Dios y someterse a ella, la mayoría de los seres humanos la rechazan, y en cambio buscan su propia manera de entender a Dios. Pero esto no conduce a la "iluminación" respecto a Dios, sino a la futilidad de su pensamiento. Aquí es donde encontramos las bases de la razón para tantas religiones.

Mucha gente no quiere creer en un Dios que demanda rectitud y moralidad, así que se inventan un dios que no haga tales requerimientos. Mucha gente no quiere creer en un Dios que declara que es imposible que la gente gane su propio camino al cielo por medio de sus buenas obras; así que ellos se inventan un dios que acepta a la gente en el cielo si es que han llevado a cabo ciertos pasos, seguido ciertas reglas y/u obedecido ciertas leyes, al menos hasta donde pueden. Mucha gente no quiere relacionarse con un Dios que es soberano y omnipotente; así que imaginan un dios que sea más bien una fuerza mística, antes que un Dios personal y gobernante, soberano del universo. 

Cómo asumir las ofensas

No es sencillo guardar la compostura cuando uno se siente ofendido, a menos que estemos en unidad con el Espíritu Santo quien es el que nos convence a hacer lo correcto.
La ofensa es algo que vamos a encontrar más o menos habitualmente en nuestro caminar, pero cada cosa que vamos superando nos hace madurar y ser mejores para una vida más tranquila, y por supuesto, con nuestro firme propósito de ser aún más agradables a Dios.
Con el fin de ser más parecidos a Jesús, vamos a reconocer algunas de las cosas que nos dice la biblia para que aprendamos a asumir las ofensas.
1. Debemos perdonar rápido
Resultado de imagen de Cómo asumir las ofensasPerdonar es uno de los ejercicios más comunes y necesarios para el cristiano, además de que el perdón nos libera de tensiones innecesarias y enfermedades que nos estorban en nuestra vida. En Levítico 19:18 Dios lo dice, debemos amar a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos.
2. No debemos vengarnos
Es muy normal, es fácil sentirse irritado y responder, pero seamos como dice Santiago 1:19, lentos para enojarnos. De esta manera no llegaremos a vengarnos puesto que Dios siempre se encargara de defendernos. Proverbios 20:22.
3. No debemos devolver la ofensa
La palabra de Dios nos enseña que paguemos el mal con bien (Romanos 12:21). Nosotros no estamos para pagar de la misma manera; siempre en cualquier situación debemos reflejar a Jesús (Mateo 5:39).

4. No debemos estar en contra de esa persona
En Mateo 5:39 Jesús nos enseña que debemos dejar ganar, por decirlo de alguna manera, a esas personas que siempre quieren tener la razón; y por eso lo de dejar que golpee tu otra mejilla; aunque según su criterio, para nosotros pueda parecer una especie de derrota, en realidad no lo es. Solo esto puede demostrar que usted es una persona madura y que su carácter está siendo cada vez más parecido al de Cristo (Proverbios 26:4).

Un «Sí» de amor

... no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1 Juan 3:18

Inline image 1En agosto de 2016, Carissa subió a una red social fotos de una inundación devastadora. A la mañana siguiente, agregó una nota de una persona de esa zona, que pedía ayuda. Cinco horas después, ella y su esposo enviaron una invitación para que otros los acompañaran en su viaje de 1.600 kilómetros, para ayudar allí. Menos de 24 horas después, trece personas estaban en camino para servir en aquellos hogares que habían sido seriamente dañados.
¿Qué motiva a las personas a dejar todo y viajar horas, a mover muebles, demoler construcciones afectadas y brindar esperanza en un lugar donde nunca antes habían estado? El amor.
Piensa en estos versículos que ella subió con su invitación a ayudar: «Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y él hará» (Salmo 37:5). Esto es particularmente cierto cuando obedecemos el llamado de Dios a ayudar. El apóstol Juan dijo: «Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? » (1 Juan 3:17). Puede ser una tarea gigantesca, pero Dios prometió ayudarnos cuando «hacemos las cosas que son agradables delante de él» (verso 22).
Cuando surge una necesidad, podemos honrar a Dios estando dispuestos a decir un «Sí» de amor a lo que sentimos que Él está llamándonos a hacer por otros. 

¿Es bíblica la seguridad eterna? - ¿Una vez salvo, siempre salvo?

¿Es bíblica la seguridad eterna?

Resultado de imagen de ¿Es bíblica la seguridad eterna?Cuando alguien llega a conocer a Cristo como su Salvador, es llevado a una relación con Dios que garantiza su seguridad eterna. Judas 1; 24 declara, “A aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría”. El poder de Dios guarda de caer al creyente. Es asunto de Él, no está en nosotros presentarnos delante de Su gloriosa presencia. Nuestra seguridad eterna es el resultado de Dios guardándonos, y no de nosotros guardando nuestra propia salvación.

El Señor Jesucristo proclamó, “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:28-29). Ambos, Jesús y el Padre nos han sujetado firmemente en sus manos. ¿Quién podría arrebatarnos del Padre y del Hijo?


Efesios 4:30 nos dice que los creyentes han sido “sellados para el día de la redención”. Si los creyentes no tienen seguridad eterna, el sello no sería para el día de la redención, sino únicamente valdría para el día de pecado, apostasía, o incredulidad. Juan 3:15-16 nos dice que todo aquel que cree en Jesucristo “tiene vida eterna”. Si a una persona se le promete vida eterna, pero luego se le quita, ésta, en realidad nunca fue “eterna”. Si la seguridad eterna no es verdadera, las promesas de la vida eterna de la Biblia son una equivocación.

Pero el argumento más poderoso de la seguridad eterna se encuentra en Romanos 8:38-39, “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”. La seguridad eterna está basada en el amor de Dios hacia aquellos a quienes ha redimido. Nuestra seguridad eterna ha sido comprada por Cristo, prometida por el Padre, y sellada por el Espíritu Santo.

miércoles, 14 de febrero de 2018

¿Deben los cristianos seguir pidiendo perdón por sus pecados?

Una pregunta frecuente es “¿Qué sucede si peco, y luego muero antes de tener la oportunidad de confesarle ese pecado a Dios?” Otra pregunta común es, “¿Qué sucede si cometo un pecado, pero luego lo olvido y nunca lo recuerdo para confesarlo a Dios?” Ambas preguntas están basadas en una falsa suposición. La salvación no estriba en creyentes tratando de confesar y arrepentirse de cada pecado que cometan antes de morir. La salvación no está basada en si los cristianos han confesado y se han arrepentido de cada pecado. Sí, por supuesto, debemos confesar nuestros pecados a Dios tan pronto como nos demos cuenta de que hemos pecado. Sin embargo, no es prioritario pedir siempre perdón a Dios, ya que cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo para salvación, TODOS nuestros pecados son perdonados. Jesús murió para pagar el castigo por todos nuestros pecados, y al ser perdonados, ya está incluido el perdón (por todos ellos). ...en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. (Colosenses 1:14De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él crean recibirán perdón de pecados por su nombre. Hechos 10:43).
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Lo que sí debemos hacer es confesar nuestros pecados: “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9). Es importante que La Escritura, y en especial este verso, no menciona el pedir perdón a Dios. En ninguna parte de la Escritura se enseña que los creyentes en Cristo deban pedir perdón a Dios. Lo que 1 Juan 1:9 nos dice que hagamos es “confesar” nuestros pecados a Dios. La palabra “confesar” significa “estar de acuerdo con.” Cuando confesamos nuestros pecados a Dios, nosotros concordamos con Dios que hicimos mal, que hemos pecado. Dios nos perdona a través de la confesión, sobre la constante base del hecho de que Él es “fiel y justo.” ¿De qué modo es Dios “fiel y justo?” Él es fiel al perdonar los pecados, cosa que Él había prometido hacer por todos aquellos que reciben a Cristo como Salvador. Y Él es justo al aplicar el pago de Jesucristo por nuestros pecados, reconociendo que los pecados ya han sido expiados. 

El Problema Está Adentro

La verdad es que el problema no está afuera. El problema está adentro.
Decimos muchas veces que si no fuera por el sitio donde vivimos o la gente con quien nos relacionamos, la casa donde estamos o el trabajo que desempeñamos seríamos más felices.
No tenemos que mirar mucho afuera. Una mirada a nuestro interior es suficiente para contemplar la raíz de nuestras dolencias y quebrantos.
El profeta Isaías habló de esto en el Capítulo 54:
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«Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz, ¡grita de alegría!
Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en canciones y grita con júbilo!
Porque más hijos que la casada tendrá la desamparada —dice el Señor—.
Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada.
¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas.
»No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque no serás humillada.
Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más el oprobio de tu viudez.
Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el Señor Todopoderoso.
Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra es su nombre! Isaías 54;1-5

Dios de vida

¡Bendice, alma mía, a Jehová! Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia. Salmo 104;1
Hace unos años, durante el invierno, mi ciudad atravesó una larga temporada de bajas temperaturas que calaban hasta los huesos. Durante dos semanas seguidas, el termómetro al aire libre se hundió muy por debajo de la marca de cero grados (-20 °C).
Una mañana particularmente helada, el sonido de pájaros que gorjeaban rompió el silencio de la noche. Docenas, si no cientos, cantaban con todo el corazón. Si no fuera porque sabía que no era cierto, ¡habría jurado que las pequeñas criaturas estaban rogándole a su Creador que entibiara un poco las cosas!
Los expertos dicen que los incontables cantos de aves que escuchamos durante las madrugadas invernales son, en su mayoría, de los machos, los cuales intentan atraer a las hembras y defender sus territorios. Su gorjeo me recordó que Dios puso armonía en su creación para sustentar y fomentar la vida, porque Él es Dios de vida.
El autor de un salmo que se maravilla ante la floreciente creación de Dios expresa: «Bendice, alma mía, al Señor» (Salmo 104:1); y agrega: «A sus orillas habitan las aves de los cielos; cantan entre las ramas» (verso 12).
Desde el canto de las aves hasta un vasto océano «en donde se mueven seres innumerables» (verso 25), todas son razones para alabar al Creador que da vida y la sustenta.
Gracias, Señor, por el mundo que creaste.
«Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten». Colosenses 1:17

Martín Lutero y la separación de la iglesia católica

Martín Lutero fue un teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma protestante (Eisleben, Turingia, 1483-1546). Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512.
Resultado de imagen de martin lutero y la separacion de la iglesia catolicaSiendo ya profesor, comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510), y también el que las bulas eclesiásticas -documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos- fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.
Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, también expresado desde la Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif (siglo XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando 95 tesis que clavó a la puerta del castillo de Wittenberg (1517).
La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón.
En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con la Iglesia, al desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos reformistas»: Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia Sobre la libertad cristiana. Finalmente, el papa León X lo condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el nuevo emperador, Carlos V lo declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521). Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el pueblo alemán y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente de un movimiento religioso conocido como la Reforma.