Y plantó el SEÑOR Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado. Genésis 2:8
“Puso”: Uno de los problemas más grandes que tenemos con la lectura de la Biblia, es que ya nos sabemos las historias. Habitualmente, eso no nos hace leer lo que el texto dice en realidad, sino que leemos lo que nosotros creemos que dice el texto.
Hemos sido corrompidos por nuestras imágenes de escuela, por las pinturas culturales, despliegues de Hollywood y sermones malos.... Se requiere un esfuerzo tremendo para remover estos antifaces casi automáticos y leer el texto literalmente, sin las adiciones de las ideas preconcebidas. Este versículo es un buen ejemplo.
Dios “puso” a Adán en el jardín. El verbo en hebreo es “siym”. Tiene una gama amplia de significados: designar, traer, llamar, poner, cambiar, nombrar, asignar, comprometer, considerar, manifestar, determinar. ¡Impresionante! Una palabra cubre todas estas acepciones.
El uso de “siym” para la acción de Dios con Adán contiene muchas implicaciones. Pero esa es la parte que no vemos normalmente. La parte que no vemos es que Adán no fue creado en el Jardín. Fue creado en otro lugar y puesto en el Jardín. Una cosa es lo que dice el texto, pero seguro que nunca lo viste de esta manera.
¿Y por qué es tan importante? ¿A quién le importa si Dios creó a Adán dentro o fuera del Paraíso?