miércoles, 29 de mayo de 2013

El presidente y el muchacho - Reflexiones - Vídeo

Un joven soldado de la Unión perdió a su hermano mayor y a su padre en la batalla de Gettysburg.  El soldado decidió ir a Washington, con la intención de entrevistarse con el presidente Lincoln y pedirle que le liberara de cumplir el servicio militar, para poder volver a su casa y ayudar a su madre y a su hermana en las labores agrícolas.
El guardia que estaba de turno en la Casa del Gobierno le comunicó que no podía ver al Presidente, porque estaba muy ocupado. Le ordenó que se fuera y volviera al campo de batalla.
Desilusionado, el soldado se sentó en un banco de la plaza cercana a la Casa Blanca. Allí estaba, sin saber qué hacer, cuando se acercó un niño adonde estaba y viéndole triste, le preguntó qué le ocurría. El soldado le contó su historia.
-Yo puedo ayudarle -sentenció el muchachito, conmovido.
Tomando la mano del soldado, le llevó de vuelta al portón de la Casa Blanca. Aparentemente el guardia no les vio, pues no fueron detenidos. Caminaron directamente hasta la puerta del frente de la Casa Blanca y entraron. Allí dentro, pasaron delante de generales y oficiales, pero ninguno dijo una palabra. El soldado no entendía lo que sucedía.
Finalmente, llegaron al Salón Oval, donde el Presidente estaba trabajando. El muchachito simplemente entró, conduciendo al soldado. Detrás del escritorio, estaban Abraham Lincoln y el Secretario de Estado examinando planes de batalla.
El Presidente miró al niño y luego al soldado, y dijo:
-Buenas tardes, Todd. ¿Quieres presentarme a tu amigo?
Y Todd respondió:
-Papá, este soldado necesita hablar contigo.
El soldado le hizo la petición al presidente Lincoln, y allí mismo obtuvo el permiso que necesitaba.
Acuérdate de que nosotros también tenemos acceso al Padre celestial por medio de su Hijo, Jesucristo.  Él es nuestro intercesor, y podemos ir a su presencia en cualquier momento y hora.
Efesios 2:13,18
Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo… Pues por medio de él tenemos acceso al padre por un mismo Espíritu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario