Tú naciste para ser diferente, sobresaliente en lo que haces sin pretender ser perfecto, pero sí esforzándote sabiendo que tienes algo más: la ayuda de Dios y su bendición en todo tiempo. El esfuerzo que pones en lo que haces, determina e influye mucho en el resultado final. Dios está interesado en hacer de ti una persona de excelencia, que no se conforme, sino que busque ser mejor cada día, y que aunque a veces cometa errores, haga lo posible por corregirlos.
Tal vez no estás satisfecho con todo lo que has hecho, y tal vez muchas cosas no han salido bien, pero Dios las conoce mejor que nadie. Debes saber que más que sentirte culpable o lamentarte por no poder ser perfecto, Dios está buscando corazones dispuestos a cambiar y no corazones que crean que ya alcanzaron el punto máximo a donde alguien puede llegar.
Los grandes hombres de la Biblia, antes de ser quienes fueron, cometieron errores, estuvieron faltos de fe, de sabiduría, de carácter, pero con el tiempo y con su esfuerzo Dios fue obrando en ellos, cambiándoles para convertirles en lo que hasta hoy han sido, ejemplos a seguir; ellos no fueron siempre los mejores, a muchos de ellos Dios les sacó de tener vidas en pecado, en desobediencia, para llevarles donde Él quería que estuvieran.
Estando persuadido de esto: El que comenzó en vosotros la buena obra, la irá perfeccionando hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
Eres una obra en proceso. Dios quiere trabajar en ti día a día y acompañarte paso a paso hasta hacer de ti la mejor de las obras, la de mejor valor, de gran estima, y si permaneces en sus manos, no hay nada ni nadie que pueda impedirlo, Él es el alfarero de obras perfectas.
No te preocupes porque aún cometas errores, ocúpate de irlos cambiando poco a poco. No te preocupes por no ser la mejor de las personas, siente que Dios está interesado en hacer algo en tu vida; tú puedes ser mejor cada día si en ti hay fervientemente ese deseo, Dios conoce tu corazón y tu capacidad, y Él cree que puedes ¿tú lo crees?
No te conformes con ser bueno, anímate a ser mejor cada día, que el despertar de cada mañana avive en ti el deseo de ser el mejor de los hijos para Dios. Siempre hay algo nuevo que aprender, algo más que hacer; y si ya has llegado lejos, puedes ir aún más lejos, si ya estás haciendo las cosas bien, puedes hacerlas mejor; lo ideal es que no te quedes donde estás, siempre hay más camino por recorrer.
“Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.”
Jeremías 7:3
No hay comentarios:
Publicar un comentario