Llegó un día en el que los misioneros entraron a esta villa y comenzaron a hablarles a las personas acerca de Jesús. Después de escuchar su historia, la gente de la villa insistía en que Jesús ya había estado viviendo con ellos durante muchos años. Vengan, les dijo uno de ellos, se lo presentaremos. Los misioneros fueron conducidos a una cabaña donde se encontraron con su compañero, al cual habían perdido hacía mucho tiempo.
El por qué de nuestro trabajo siempre determina cómo vivimos.
Lo que haga un hombre no determina si su trabajo es sagrado o laico, sino el por qué lo hace.
Colosenses 3:23-24
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres… porque a Cristo el Señor servís.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres… porque a Cristo el Señor servís.
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