lunes, 30 de marzo de 2020

¿Qué quieres enseñarnos, Señor?

Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: «Yo soy Jehová, Dios tuyo, que te enseña para tu provecho, que te encamina por el camino que debes seguir. ISAÍAS 48:17 

Si nos preguntaran este día ¿qué es para usted este tiempo de pandemia y de cuarentena?, ¿qué responderíamos? Quizá algunos dirían que es un tiempo de aflicción, otros quizá dirían que es un tiempo de prueba, otros que es un tiempo de reflexión, etc,. Todo esto es verdad, pero, principalmente, de parte de nuestro Dios es un tiempo de aprendizaje. Mas, ¿qué quiere enseñarnos el Señor por medio de esta pandemia? ¿Qué quiere Dios que aprendamos en este tiempo? 

I) QUE APRENDAMOS A SER PACIENTES. 
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia (Romanos 5:3)
Señor ¿Qué Quieres que Yo haga? - Pedro Guzmán | La Fe CatólicaEstamos viviendo el tiempo de la cultura de la inmediatez, de las redes sociales, de las comunicaciones, internet.... Ello hace que para nosotros, todo sea no solamente para ahora, sino para YA. La cultura de la inmediatez nos ha llevado como cristianos a querer darle órdenes a Dios, a creer que la fe es hacer que Dios haga lo que queramos cuando nosotros decimos. 
Pero en la Biblia podemos darnos cuenta que la paciencia siempre ha sido algo muy importante en la relación de Dios con el hombre: vemos cómo en el tiempo de Noé después de los 40 días de diluvio, tuvieron que esperar 150 días para que las aguas bajaran de nivel para salir del arca. Vemos cómo Abraham esperó 25 años para que la promesa de tener un hijo se hiciera realidad. Vemos cómo el pueblo de Israel esperó 430 años para ser liberados de Egipto. Vemos también cómo el pueblo de Israel tuvo que pasar 40 años en el desierto para entrar a la tierra prometida. 

Nos damos cuenta que Dios siempre le ha enseñado a su pueblo a ser pacientes, a esperar en Él, pero desgraciadamente para nosotros, la paciencia no es una aplicación que se pueda bajar por medio del móvil, la paciencia es producida cuando nuestra fe se pone a prueba. 
Dios en este tiempo de pandemia, le ha puesto una pausa a nuestra vida, y tenemos que ser pacientes, tenemos que aprender a esperar y confiar que el tiempo de Dios es perfecto, que Él tiene un propósito, que Él sabe lo que está haciendo. 

domingo, 29 de marzo de 2020

Lecciones de Dios en los tiempos de angustia

Jesús ora en Getsemaní
39 Salió y se fue, como solía, al Monte de los Olivos; y sus discípulos lo siguieron. 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo:
—Orad para que no entréis en tentación.
41 Se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra, y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: «Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.»
43 Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo. 44 Lleno de angustia oraba más intensamente, y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
45 Cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 46 y les dijo:
—¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación. LUCAS 22:39-46 
Las 114 mejores imágenes de Dios de lo imposible | Dios, Frases ...
El mundo está viviendo tiempos de angustia; eso lo estamos viviendo cada uno de nosotros a nivel personal y familiar, y lo vemos también por medio de las noticias, a nivel mundial. Hay angustia a causa de esta pandemia que cada día vemos que avanza más y más, aparentemente de forma imparable. Ya hay personas que expresan su angustia y dicen que “si no me mata el virus, me va a matar la angustia…”, y la pregunta que surge en el corazón de cada uno de nosotros es ¿Cómo podemos superar estos tiempos de angustia? 

La respuesta siempre está en la palabra de Dios, en la Biblia. En el texto anterior, se nos narra uno de los momentos más angustiosos de la vida de los discípulos y sobre todo de nuestro Señor Jesús, el momento en el que comenzaba el proceso de sufrimiento y dolor que terminó en la cruz del calvario. De este texto podemos tomar algunas lecciones muy importantes para nuestra vida, sobre cómo poder enfrentar y superar, con la ayuda del Señor, este tiempo de angustia que estamos viviendo. 

Analicemos el texto y tomemos lecciones para nuestra vida: 

I) PRIMERA LECCIÓN: LOS TIEMPOS DE ANGUSTIA TAMBIÉN SON TIEMPOS DE TENTACIÓN PARA NUESTRA VIDA (Verso 39).
No nos equivoquemos, satanás no está en cuarentena, él no se queda en casa. Satanás, aun en este tiempo de angustia, anda como león rugiente buscando a quien devorar. En estos tiempos de angustia tenemos que orar más y fortalecer nuestra comunión con Dios, pues una de las estrategias del enemigo es llenar nuestro corazón de temor, de tristeza y de desánimo (versos 45-46). En tiempos de angustia satanás nos ataca con pensamientos y cuestionamientos contra Dios como, ¿Por qué Dios no para ya esto? Si Dios nos oye ¿Por qué en lugar de cesar, la pandemia sigue avanzando más y más? ¿Por qué Dios permite que le esté pasando esto a mi familia? Nosotros debemos orar y confiar, pues nuestro Dios sabe lo que está haciendo, confiar en que Dios tiene un buen propósito en todo lo que está ocurriendo, que Dios está con nosotros. 

sábado, 28 de marzo de 2020

¿Cuáles son las Cuatro Leyes Espirituales?

Resultado de imagen de ¿Cuáles son las Cuatro Leyes Espirituales?Las Cuatro Leyes Espirituales son una excelente manera de compartir las buenas nuevas de la salvación disponible por la fe en Jesucristo. Es una manera sencilla de organizar la información importante del Evangelio en cuatro puntos.

La primera de las Cuatro Leyes Espirituales es "Dios le ama y tiene un plan maravilloso para su vida". 

Juan 3:16 nos dice, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna". Juan 10:10 nos da la razón por la que vino Jesús. "He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". ¿Qué nos impide experimentar el amor de Dios? ¿Qué nos impide tener una vida abundante?

La segunda de las Cuatro Leyes Espirituales es, "La humanidad está contaminada por el pecado, y por tanto está separada de Dios. Como resultado, no podemos conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas"

Romanos 3:23 afirma esta información, "Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios". Romanos 6:23 nos da las consecuencias del pecado, "Porque la paga del pecado es muerte". Dios nos creó para que tuviésemos comunión con Él. Sin embargo, la humanidad trajo el pecado al mundo y, por tanto, está separada de Dios. Hemos arruinado la relación que Dios quería que tuviéramos con Él. ¿Cuál es la solución?

La tercera de las Cuatro Leyes Espirituales es, "Jesucristo es la única provisión de Dios para nuestro pecado. A través de Jesucristo, nuestros pecados son perdonados y se restaura una verdadera relación con Dios"

Romanos 5:8 nos dice, "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". 1ª Corintios 15:3-4 nos dice lo que necesitamos saber y creer para ser salvos, "…que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras…" En Juan 14:6, Jesús mismo declara que Él es el único camino a la salvación, "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". 
¿Cómo puedo recibir este maravilloso don de la salvación?

La cuarta de las Cuatro Leyes Espirituales es la respuesta a esta pregunta. "Debemos poner nuestra fe en Jesucristo como Salvador, a fin de recibir el don de la salvación y conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas". 

Juan 1:12 describe esto para nosotros, "Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios". Hechos 16:31 lo dice muy claro, "¡Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo!" Somos salvos solamente por gracia, solamente a través de la fe, y solamente en Jesucristo (Efesios 2:8-9).

Si usted quiere confiar en Jesús como su Salvador, dígale a Dios las siguientes palabras. ¡Decir estas palabras no le va a salvar, pero sí, el confiar en Cristo! Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle su salvación. — "Dios, sé que he pecado contra ti y merezco el castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, y a través de la fe en Él yo puedo ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Él para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón – el don de la vida eterna! En el nombre de Jesús, ¡Amén!"



Lo que siembres... cosecharás. Ley de causa y efecto

"No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo
que el hombre sembrare, eso también segará". Gálatas 6:7

Su hijo lo lleva hasta la cochera y le dice: -"Papá, mira, acabo de romper el espejo de tu coche". 

Tú le respondes: -¿Le diste con esa piedra, verdad? 
-"Sí". 
-"Entonces tendrás que comprar un espejo nuevo". 

Este tipo de enseñanzas hará que sus hijos aprendan sobre el principio de la ley de causa y efecto, y les estará dando una lección que les evitará consecuencias graves en el futuro. Nuestro Padre celestial inventó esta ley para que aprendamos la forma correcta de hacer las cosas. Con cada una de las acciones y decisiones que tomamos, estamos determinando el tipo de cosecha que vamos a recoger. Adán y Eva, estando aún en el Jardín del Edén, prefirieron no hacer caso al consejo de Dios, y por esta razón tuvieron que pagar un alto precio; las consecuencias de su elección. El hombre, tarde o temprano cosecha lo que siembra
Ahora bien, Dios no es un ser sancionador que está esperando agazapado que nos equivoquemos para cobrarnos. Es un Padre de Amor, y nosotros sus hijos, que si nos dio libre albedrío es para que elijamos entre lo bueno y lo malo. Si elegimos hacer lo malo, nos corregirá por nuestro bien

Hacer el bien sin buscar el aplauso

Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 6:1
El Señor nos pide que no nos envanezcamos en el momento de hacer el bien a los hermanos. Aunque se puede sentir un gozo interior cuando se hace la Voluntad de Dios o se ayuda al prójimo, no debemos permitir que el diablo contamine nuestra acción con el orgullo. Porque ésta es una gran tentación, la de sentirnos mejores que los demás y querer mostrarlo a la mayor cantidad de personas posible, para que nos admiren y comenten: “qué buena persona es tal…”.
Resultado de imagen de Hacer el bien sin buscar el aplausoHacer esto es un gran error, ya que quita todo el valor de nuestra acción y nos hace un mal espiritual irremediable. Deberíamos pedir continuamente al Señor, humildad que nos permita meditar y reflexionar. Todo lo bueno que hagamos, no proviene del fondo de nuestro corazón sino de la inspiración divina.
De nosotros proceden las malas obras, fornicaciones, impurezas, malos pensamientos, ira, envidia, soberbia... Estas son las acciones que brotan de nuestro interior. Pero cuando dejamos entrar a Cristo en nuestra vida, Él actúa con poder moldeando nuestro corazón. Envía su Espíritu que nos transforma y permite que empecemos a actuar como hijos de Dios.
Por eso el Señor nos pide que no toquemos la trompeta delante de nosotros a la hora de hacer el bien. Reflexionemos en qué bueno es Dios, que nos permite adjudicarnos para justificación nuestra, las buenas obras que hacemos por su inspiración. Pero podemos perder esta recompensa si nos la adjudicamos a nuestra bondad y la pregonamos entre los hombres como propia.
Luego sí vendrá el reconocimiento de los demás. Porque no se prende una lámpara para esconderla bajo el celemín. De la misma forma, en algún momento, si es voluntad de Dios, se sabrán las buenas obras que hemos hecho. Principalmente, para servir de edificación al prójimo, llevándolo a la fe.
Por eso dice:para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.” (Mateo 6:4)
Nada habrá más en público que el Día del Juicio. Allí nuestras almas estarán desnudas ante Dios y los demás. Y allí se sabrá la medida de nuestro corazón, viendo los demás todo el bien que podamos haber hecho en secreto. Y seremos recompensados con el amor de Dios.

miércoles, 25 de marzo de 2020

¿Con qué propósito fuimos creados?

Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9
¿Con qué propósito fuimos creados? 
En tanto que el espermatozoide que llevaba tu información genética y los millones de espermatozoides que, alrededor, iban protegiendo esa información que Dios había permitido que se generara, los obstáculos inhóspitos, como son los leucocitos de la mujer, el moco cervical y el PH, eran las grandes barreras para que no llegara ese emisario que llevaba tu información genética.
Resultado de imagen de ¿Con qué propósito fuimos creados?Todos aquellos se sacrificaron manteniéndote en el centro, para que nada te dañara. Y cuando finalmente encontraron el óvulo, donde debía ser depositada esa información genética y formar una unión genética especial del ser humano, entonces allí se cerró, el óvulo, después de la entrada de tu información, y así comenzó el gran proceso de la vida.
Los demás espermatozoides cumplieron su misión; protegerte. Jamás compitieron contra ti; te ayudaron a que pudieses entrar. Ellos sabían que tú tenías un propósito, y muy grande. Por eso las barreras fueron muy grandes y potentes, para que no entrases.
Y ahora que estás leyendo esta información, haces la vista gorda, e incluso te ríes de tu creador y menosprecias tu origen. Si sigues sin darle las gracias y la gloria al Todopoderoso, y decirle a Jesús que complete el ciclo ahora, que es entrar por medio de su Espíritu Santo dentro de ti al arrepentirte de tus pecados, entonces todo el proceso de fertilización habrá sido en vano.

La vida eterna

Para obtener la vida eterna tienes que reconocer y creer que Jesús murió por salvarte en la cruz, y resucitó para darte vida (Juan 3:16). Él es el único que puede hacer que entres a la vida eterna (Juan 14:6), por medio de Su sangre derramada en la cruz del calvario.

La Respuesta de Dios

Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.” Marcos 14:32-33
A Getsemaní solo subieron tres de los doce discípulos de Jesús. A tu Getsemaní, dice Dios Padre, no van a subir todos los que te siguen. En el día de tu gloria no van subir aquellos que sanaste, ni la multitud que necesita de ti, ni la multitud a la que le multiplicaste los panes y los peces. A ese lugar donde Tú vas a ser vilipendiado, donde vas a ser prensado para sacar lo mejor de ti, no van aquellos que dicen Hosanna y que te celebran.
Resultado de imagen de La Respuesta de DiosY Cristo les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que, si fuese posible, pasase de él aquella hora. Marcos 14:34-35
Jesús oró al Padre que, si fuera posible, lo sacara de aquel problema. Hoy en día, lo que se le ha enseñado a la gente es a orar, como Jesús lo hizo en aquella ocasión, para que Dios les libre de problemas. Lo triste de esto es que, muchas veces, Dios no contesta este tipo de oración, y es la única que muchos saben hacer.

La Biblia dice que Jesús fue a orar, en el verso 36, para que Dios lo librara de lo que se aproximaba, diciendo: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; esta no es una mala oración, sin duda, pero no es la oración que se debe hacer en momentos así. Pero Jesús, complementándola, continúa diciendo “…aparta de mí esta copa; mas no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú, esa sí era la oración pertinente. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Cristo estaba en un momento muy difícil y duro de su vida, pero no encuentra apoyo ni siquiera en aquellos que se supone, debían estar con Él hasta el último momento. ¿No ha llegado un momento en tu vida, en el que tú no logras encontrar apoyo en nadie? Y dice la biblia, en el verso 38“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. ¿Cuáles mismas palabras? Las que había dicho antes: Padre, si es posible, pasa de mí esta copa. Tú todo lo puedes.
Jesús se encuentra en el punto de su vida donde la promesa de Dios va a ser cumplida; la palabra que Dios había dado miles de años antes estaba a punto de ver la luz, y esa presión estaba dentro de Él.

Dios es Amor

Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8
No es posible para nosotros llegar a comprender plenamente a Dios, pues nuestra mente es limitada y Él es eterno, sublime y soberano. Pero por medio de su Palabra podemos llegar a conocerlo un poco más. 
Resultado de imagen de Dios es AmorMas, ¿a qué nos referimos cuando hablamos del carácter de Dios? Primeramente definamos: ¿QUÉ ES EL CARÁCTER? El carácter es el conjunto de rasgos o expresiones que se manifiestan en la forma de actuar de una persona. Por lo que puede decirse que son aquellos rasgos que expresan de una manera particular y distintiva su modo de ser y comportarse. Es decir que, cuando hablamos sobre el carácter de Dios, estamos hablando de su naturaleza y de su manera de obrar en todo lo creado, y en su manera de relacionarse con sus criaturas. 

Uno de los principales rasgos del carácter de nuestro Dios es SU AMOR. 
I) EL AMOR ES LA NATURALEZA DE DIOS (1 JUAN 4:8) 
Es decir, que Dios no es que tenga amor, que Dios no es que sienta amor; Dios es amor, la naturaleza de Dios es el amor. Eso significa que nada de lo que hace puede ir separado de su amor; el amor está presente en todo lo que hace: en sus juicios, en su ira, en su disciplina, en su misericordia, etc., como lo vemos por ejemplo en (Proverbios 3:12) porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. Dios castiga por medio de su amor. 

II) EL AMOR DE DIOS ES UN AMOR DIFERENTE AL AMOR DE LAS PERSONAS. 
Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8). La palabra que el apóstol Pablo usó para hablar sobre el amor de Dios mostrado hacia la humanidad, es la palabra ÁGAPE. Ese mismo tipo de amor lo encontramos en otros textos de la Biblia (Juan 3:16 / Efesios 2:4 / Romanos 5:8). 

domingo, 22 de marzo de 2020

¿Qué dice la Biblia sobre las enfermedades pandémicas?

Ciertos brotes de enfermedades pandémicas, como el ébola o el coronavirus, han llevado a muchos a preguntarse por qué Dios permite, y hasta provoca, las enfermedades pandémicas, y si estas enfermedades son una señal del fin de los tiempos. 
Por otra parte, la Biblia, en particular el Antiguo Testamento, describe numerosas ocasiones en las que Dios trajo plagas y enfermedades a Su pueblo y a sus enemigos; "para mostrar en ti mi poder" (Éxodo 9:14, 16). Utilizó plagas en Egipto para obligar al Faraón a liberar a los israelitas de la esclavitud, y al mismo tiempo evitó que Su pueblo se viera afectado por ellas (Éxodo 12:13; 15:26), demostrando así Su control soberano sobre las enfermedades y otras aflicciones.
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Dios también advirtió a Su pueblo sobre las consecuencias de la desobediencia, incluyendo las plagas (Levítico 26:21, 25). En dos ocasiones, Dios destruyó a 14.700 personas y a otras 24.000 por diferentes actos de desobediencia (Números 16:49 y 25:9). Después de dar la Ley de Moisés, Dios ordenó al pueblo que la obedeciera o sufriría muchos males, incluyendo algo parecido al ébola: "El Señor te castigará con enfermedades degenerativas, con fiebre e inflamaciones...Esas calamidades te perseguirán hasta la muerte" (Deuteronomio 28:22). Estos son solo unos pocos ejemplos de muchas plagas y enfermedades provocadas por Dios.

Es difícil imaginar a nuestro Dios amoroso y misericordioso demostrando tanta ira y enojo hacia Su pueblo. Sin embargo, los castigos de Dios siempre tienen como objetivo el arrepentimiento y la restauración. En 2 Crónicas 7:13-14, Dios dijo a Salomón: "Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra". Aquí vemos a Dios usando el desastre para atraer a Su pueblo hacia Él, para llevarlo al arrepentimiento y al deseo de acercarse a Él, al igual que los hijos lo hacen con su Padre celestial.