domingo, 22 de marzo de 2020

¿Qué dice la Biblia sobre las enfermedades pandémicas?

Ciertos brotes de enfermedades pandémicas, como el ébola o el coronavirus, han llevado a muchos a preguntarse por qué Dios permite, y hasta provoca, las enfermedades pandémicas, y si estas enfermedades son una señal del fin de los tiempos. 
Por otra parte, la Biblia, en particular el Antiguo Testamento, describe numerosas ocasiones en las que Dios trajo plagas y enfermedades a Su pueblo y a sus enemigos; "para mostrar en ti mi poder" (Éxodo 9:14, 16). Utilizó plagas en Egipto para obligar al Faraón a liberar a los israelitas de la esclavitud, y al mismo tiempo evitó que Su pueblo se viera afectado por ellas (Éxodo 12:13; 15:26), demostrando así Su control soberano sobre las enfermedades y otras aflicciones.
Resultado de imagen de ¿Qué dice la Biblia sobre las enfermedades pandémicas?

Dios también advirtió a Su pueblo sobre las consecuencias de la desobediencia, incluyendo las plagas (Levítico 26:21, 25). En dos ocasiones, Dios destruyó a 14.700 personas y a otras 24.000 por diferentes actos de desobediencia (Números 16:49 y 25:9). Después de dar la Ley de Moisés, Dios ordenó al pueblo que la obedeciera o sufriría muchos males, incluyendo algo parecido al ébola: "El Señor te castigará con enfermedades degenerativas, con fiebre e inflamaciones...Esas calamidades te perseguirán hasta la muerte" (Deuteronomio 28:22). Estos son solo unos pocos ejemplos de muchas plagas y enfermedades provocadas por Dios.

Es difícil imaginar a nuestro Dios amoroso y misericordioso demostrando tanta ira y enojo hacia Su pueblo. Sin embargo, los castigos de Dios siempre tienen como objetivo el arrepentimiento y la restauración. En 2 Crónicas 7:13-14, Dios dijo a Salomón: "Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo; si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra". Aquí vemos a Dios usando el desastre para atraer a Su pueblo hacia Él, para llevarlo al arrepentimiento y al deseo de acercarse a Él, al igual que los hijos lo hacen con su Padre celestial.


En el Nuevo Testamento, Jesús sanó "toda enfermedad y toda dolencia", así como las plagas en las zonas que visitó (Mateo 9:35; 10:1; Marcos 3:10). Así como Dios decidió usar las plagas y enfermedades para mostrar Su poder a los israelitas, Jesús sanó como una muestra del mismo poder, para verificar que Él era verdaderamente el Hijo de Dios. Y les dio el mismo poder de sanidad a los discípulos para confirmar su ministerio (Lucas 9:1). Dios aún permite la enfermedad para Sus propios propósitos, pero a veces la enfermedad, incluso las pandemias mundiales, son simplemente el resultado de vivir en un mundo caído. No se puede, no hay manera de determinar si una pandemia tiene o no una causa espiritual específica, pero sí sabemos que Dios tiene control soberano sobre todas las cosas (Romanos 11:36), y que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28).

La propagación de enfermedades como el ébola y el coronavirus, es un anuncio, un anticipo de las pandemias que formarán parte del fin de los tiempos. Jesús se refirió a futuras plagas asociadas con los últimos días (Lucas 21:11). Los dos testigos de Apocalipsis 11 tendrán el poder "para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran" (Apocalipsis 11:6). Siete ángeles usarán siete plagas en una serie de juicios finales y severos como se describe en Apocalipsis 16.

La aparición de enfermedades pandémicas puede estar ligada o no al juicio específico de Dios por el pecado. También podrían ser simplemente las consecuencias de vivir en un mundo caído. En fin, dado que nadie sabe cuándo regresará Jesús, debemos ser cuidadosos al afirmar que las pandemias globales son la prueba de que estamos viviendo en los últimos tiempos. Y sobre todo, para aquellos que no conocen a Jesucristo como Salvador, la enfermedad debería ser un recordatorio de que la vida en esta tierra es frágil y que puede perderse en cualquier momento. Por muy malas que sean las pandemias, el infierno será peor. Sin embargo, el cristiano tiene la seguridad de la salvación y la esperanza de la eternidad, mediante la sangre que Cristo derramó en la cruz por nosotros (Isaías 53:5; 2 Corintios 5:21; Hebreos 9:28).

¿Cómo deberían responder los cristianos a las enfermedades pandémicas? En primer lugar, no se debe entrar en pánico. Dios tiene el control. La Biblia menciona más de 300 veces el equivalente a "no temas". En segundo lugar, sean sabios. Tomen medidas razonables para evitar la exposición a la enfermedad y para proteger y mantener a sus familias. Tercero, busquen oportunidades para el ministerio. Con frecuencia, cuando la gente tiene temor por sus vidas, está más dispuesta a tener conversaciones sobre la eternidad. Y sean valientes y compasivos al compartir el Evangelio, diciendo siempre la verdad con amor (Efesios 4:15).

No hay comentarios:

Publicar un comentario