martes, 10 de marzo de 2020

Cómo ser un verdadero seguidor de Jesús

Resultado de imagen de Cómo ser un verdadero seguidor de Jesús“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Mateo 7:22-23
Jesús estaba hablando acerca de aquel día venidero en donde estaremos en su presencia y le rendiremos cuentas. Dice que muchos lo han de llamar como su Señor, que profetizaron en su nombre, que en su nombre echaron fuera demonios y que hasta en su nombre hicieron muchos milagros.
Estas personas que le dicen esto a Jesús, son en realidad seguidores falsos, personas que no hacían lo que Dios quería, personas preocupadas por cosas mundanas, personas que hasta ganaban dinero con la palabra de Dios. A esas personas se refiere y Él las va a echar a un lado.

¿Quiénes son estos seguidores falsos?

Estos seguidores falsos son todas aquellas personas que no tuvieron nunca una comunión real con Dios. Son personas que se jactan de saber mucho de la Biblia, de llamar a Cristo su “Señor”, de estar en la cúspide de la superioridad moral. Pero en realidad son como los maestros de la ley religiosa de los tiempos de Jesús. No hacen nada en cuanto a lo que Dios quiere, solo hablan (Mateo 23:3).
Son falsos profetas, personas que hacen profecías o predicciones utilizando la Biblia solo para llamar la atención, para volverse famosos o hacer dinero rápido. Utilizan la Biblia para sacar fechas “extremadamente exactas” acerca del fin del mundo, con el fin de hacerse populares y sacarle dinero a las personas inocentes.
Expulsan demonios en nombre de Jesús. Esta es una de las peores cosas, pues engañan a las personas haciéndoles creer que les están expulsando seres impuros de su cuerpo. Y quizá ellos mismos sean los que los tengan. Por lo que, no deben dejarse engañar con esas falsedades.
Hacen milagros en el nombre de Jesús, ¿Qué clase de milagros? Los únicos milagros que hacen estas personas son “Shows de televisión muy entretenidos”. Pero sin ninguna gracia, y menos la de Dios.
Un verdadero seguidor de Cristo debe mantenerse alejado de ese tipo de personas, no vaya a ser que termine engañado de alguna forma. Pero también debe tratar de comunicar el verdadero mensaje de salvación a cualquier hermano que esté engañado por estos agentes del mal. (Marcos 13:22).

No soy un Fracasado, solo fracasé al intentar hacer algo

Al comienzo de su carrera, Erma Bombeck tuvo que transitar por un camino lleno de dificultades. A edad temprana ya se sentía atraída por el periodismo. Su primer trabajo, cuando era una adolescente, fue escribir obituarios en el Journal-Herald de Dayton. Cuando salió del colegio y quiso ingresar en la Universidad de Ohio, un consejero estudiantil le dijo: "Olvídese de ser escritora". Ella rechazó ese consejo.
Resultado de imagen de No soy un Fracasado, solo Fracasé al Intentar hacer AlgoMás tarde se pasó a la Universidad de Dayton donde en 1949 se graduó en inglés. Poco después empezó a trabajar como escritora, para la columna de defunciones del periódico de Dayton.
Ese año, la adversidad golpeó su vida personal. Al contraer matrimonio, uno de sus más grandes deseos era ser madre. Pero para su tristeza, los médicos le anunciaron que no podría tener hijos. ¿La hizo eso darse por vencida y considerarse una fracasada? No. Ella y su esposo estudiaron la posibilidad de la adopción y adoptaron una niñita.
Dos años más tarde, una sorprendida Erma descubrió que estaba embarazada. Pero eso le trajo aún mayores dificultades. En cuatro años tuvo cuatro embarazos, pero solo dos de los bebés sobrevivieron.
En 1964, Erma logró convencer al editor de un pequeño periódico de un barrio, el Kettering-Oakwood Times, que le publicara una columna humorística semanal, no obstante la cantidad insignificante de tres dólares que le pagaban por artículo. Sin embargo, aquella columna le abrió otra puerta. Al año siguiente, le ofrecieron la oportunidad de escribir una columna tres veces a la semana para su antiguo empleador, el Journal-Herald de Dayton. Así pues, ya en 1967, su columna aparecía en más de novecientos periódicos en toda la nación.
Erma escribió su columna humorística durante algo más de treinta años. Durante ese tiempo publicó quince libros, fue reconocida como una de las veinticinco mujeres más influyentes de los Estados Unidos, aparecía frecuentemente en el programa de televisión "Buenos días, América", apareció en la cubierta de la revista Time, recibió innumerables honores (como la Medalla al mérito de la Sociedad Americana del Cáncer), y fue distinguida con quince doctorados honorarios.

¿Vale la pena arriesgarlo todo por Dios?

Resultado de imagen de ¿Vale la pena arriesgarlo todo por Dios?Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres o hermanos o mujer o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna”. Lucas 18:29-30
Jesús, en este pasaje, les está diciendo a sus discípulos algo muy importante. Jesús les decía que quien lo abandone todo, ya sea a sus hijos, a su esposa, su casa, sus riquezas y otras cosas más, por causa del reino de los cielos, recibirá más en este tiempo y también en el venidero.
Jesús está aclarando que Dios recompensa a los valientes, y que lo más importante no son las cosas o las personas que podamos tener en este mundo. Lo más importante realmente es la causa de Jesús y el reino de los cielos, y el que sea capaz de desprenderse de cualquier cosa por esta causa, recibirá mucho más que aquello que dejó.

Dios recompensa a los que sufren por Él y lo obedecen

Las palabras de Jesús son muy importantes. Está revelando lo que realmente es importante. Jesús dice que “no hay nadie que haya dejado…”; ¿podemos mencionar a algún personaje de la Biblia que dejara alguna cosa importante atrás porque Dios se lo pidiera?; ¿que aun perdiéndolo todo, todavía seguiría fiel a Dios, o que tuviera que realizar hazañas que nadie más haría, y después de todo eso, Dios se lo recompensara? Sí podemos y nombraremos dos.

Abraham

Tenemos el caso de Abraham, un hombre de Dios, al cual Dios le pidió que abandonara su familia, su tierra natal (la que conocía) y otras cosas más; con el propósito de mandarlo a una tierra extraña que no conocía, y que ni siquiera le dijo la dirección. Solo le dijo que saliera y Abraham así lo hizo. Llegó a esa tierra y ahí prosperó.
Además, fue en otra tierra donde tuvo a su hijo Isaac, la bendición que Dios le prometió. Pero la historia no acaba ahí; entre otras cosas, Abraham también estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac a causa de Dios. Pero al final, Dios no dejó que Abraham lo hiciera y lo bendijo enormemente, en abundancia (Génesis 22:16-18).

El rey David

Otro caso que tenemos en la Biblia es el del rey David y el gigante Goliat. Nadie en todo el campamento del ejército de Israel se atrevía a enfrentarse a Goliat, pues era un paladín poderoso y enorme. Tan solo su presencia ya intimidaba cuando salía a desafiar a los israelitas.
Sin embargo, en medio de todo ese ejército de Israel, hubo un pastorcito que se atrevió a luchar contra el gigante Goliat. Lo derrotó y le cortó la cabeza con la propia espada del gigante. Ese pastorcito era el rey David, cuando era joven, y cierto es que David pasó otras muchas más dificultades, pero al final Dios lo hizo rey de Israel y también hizo que se casara con hermosas mujeres.

sábado, 7 de marzo de 2020

¿Es posible nacer de nuevo?

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Juan 3:3-5
En este pasaje uno de los líderes religiosos llamado Nicodemo se acerca a Jesús, debido a las señales milagrosas que el hijo de Dios mostraba en público, y quiso hablar con Él. Jesús pretendió explicarle a Nicodemo asuntos espirituales profundos, usando conceptos que este mundo entiende como “nacer”.
Nicodemo no entendió muy bien el mensaje a pesar de ser un maestro de la ley. Pero Jesús le dejó bien claro que solo el que “nace de nuevo” podrá ver el reino de Dios. Lo cual se consigue mediante la vivificación de nuestro espíritu muerto, por medio de Cristo.

Resultado de imagen de ¿Es posible nacer de nuevo?¿Cómo nacemos?

Todos lo sabemos. El nacimiento físico es una forma de nacimiento por la cual el ser humano viene a este mundo, en forma de un bonito infante. Pero antes de eso el infante tiene que estar nueve meses desarrollándose en el vientre de su madre para poder venir a este mundo.
Una vez aquí, ese infante tiene que alimentarse para poder crecer y ser una persona adulta. Al principio toma leche y después es capaz de comer carne y muchas otras cosas más.
Sin embargo, este hombre, ya grande, ¿puede volver al vientre de su madre? Eso sería algo extremadamente difícil por no decir imposible. Pero Jesús no se refería a eso.

¿A qué se refiere Jesús?

Nicodemo está muy confundido por las palabras de Jesús y quiere saber a qué se refiere con “Nacer de nuevo”. Nicodemo piensa en un nacimiento físico, pero Jesús aclara lo que quiere decirle. Jesús se refiere a un nuevo nacimiento, pero a nivel espiritual. En otras palabras, gracias a su sacrificio, todos los que creen en Él tendrán un nuevo espíritu (Ezequiel 11:19).
Nacer de nuevo significa asumir que el Señor Jesús ha pagado nuestra deuda de pecado y ahora podemos ser justificados delante de Dios. Ahora Dios perdonará todos los pecados de aquellas personas que creen que Jesús pagó su deuda, por medio de su sacrificio en la cruz. Y no solo eso, sino que también nos será otorgada una vida nueva, a nivel espiritual, con un espíritu vivificado, porque antes estábamos muertos (Efesios 2:1).
Jesús le estaba explicando a Nicodemo la necesidad que tenemos de nacer con un nuevo espíritu, de forma tal que las cosas pasadas quedasen atrás y tuviésemos una esperanza. Eso es para lo que vino Jesús a este mundo, para que fuéramos personas renovadas por el poder de Dios (2 Corintios 5:17).

Me hizo sacar del pozo de la desesperación

Cuando nos caemos en un pozo, fundamentalmente depresivo, que puede ser por la misma depresión, por agotamiento físico, por dolor, por enfermedad, por abatimiento emocional, etc, es cuando más nos abrazamos a Dios, en una búsqueda diferente a todas las que hasta el momento veníamos teniendo. Soltamos aquellas cosas que nos parecían “muy importantes” y nos inclinamos a vivir de una forma más sencilla, porque ya no tenemos las fuerzas ni el ánimo que poco tiempo atrás teníamos. Ahora las cosas son diferentes, necesitamos la ayuda de otras personas.
El Salmo 40.1 y 2 dice: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso”.
Vemos que dice “y me hizo sacar”. Alguien sin duda tiene que venir en nuestra ayuda, de lo contrario nos quedaremos allí para siempre. Cuando nos encontremos bajo esas circunstancias nos vamos a encontrar con diferentes tipos de personas, quienes nos dirán:
“Me identifico con tu situación”: este sería el caso de alguien que experimentó algo similar a lo que nosotros estamos pasando. Son ese tipo de personas más bien cariñosas, que tienen misericordia y siempre te van a decir algo que te consuele, nunca que te desanime.
“Es lógico que te hayas caído ahí adentro”son aquellas personas muy objetivas, que nunca se detienen a ver cuál es realmente el problema que tienes. Solamente ven el “panorama general”, que es el cuadro incompleto. Viven dando opiniones sobre tu vida, pero nunca se detienen a preguntarte por qué estás en el pozo.
“Por algo será”: estos son aquellos que piensan que seguro que algo malo hiciste, si no no estarías pasando por un momento así. Son los que tienen un espíritu fariseo, los que ven pecados por todos lados, los que ponen cargas en los demás, que ellos jamás llevan.
“Confiesa que no estás en el pozo”son aquellas personas muy optimistas, que no ven la realidad de nada, porque no les interesa lo que te pasa. Ellas te dicen: “tampoco es para tanto, ¡vamos!, que tú puedes salir sin la ayuda de nadie”.
“Las cosas van a empeorar en el pozo”: ésta es la voz de los pesimistas, no ven la salida de nada. Todo es oscuro, miran siempre para abajo, transmiten ansiedad, desesperanza y temor.
“Mereces estar en el pozo”son los que emiten un juicio sobre tu vida, no tienen piedad, son implacables en el momento de “dictar su sentencia”.

Cuando se nos acaben los mañanas

¿Cual es el día más ocupado de la semana? ¡Mañana! Ese mañana es el día más ocupado de la semana porque tenemos la costumbre de dejar todo... para mañana.  
Muchos de nosotros hablamos del día de mañana con tanta seguridad, que parecería que se nos ha olvidado que nuestra vida es fugaz, que no somos dueños de nuestra vida, que nuestra vida está en las manos de nuestro Dios.  
Resultado de imagen de Cuando se nos acaben los mañanasEl escritor y empresario estadounidense Todd Henry cuenta que una vez le preguntó a una persona, que cuál creía era la tierra más costosa del planeta. Todd pensaba que esa persona diría Manhattan, San Francisco o quizá algún lugar exótico como Dubai, pero esa persona respondió: la tierra más costosa son los cementerios. 
¿Los cementerios? Le preguntó Todd muy extrañado, y le inquirió que por qué pensaba eso. El hombre respondió: Sí, los cementerios porque esos lugares están llenos de historias no contadas, de novelas sin escribir y millones de sueños y metas sin cumplir, de millones de proyectos sin llevar a cabo, de ideas que pudieron cambiar a mejor nuestra sociedad o quizás el mundo, pero que nunca se pusieron en práctica.  
Es decir, que cada día cientos de miles personas mueren en el mundo, incluidas personas cristianas que tenían en ellas el poder y la presencia de Dios, y que cuando son puestas en sus tumbas, las palabras que se podría decir sobre ellos serían: aquí está un hombre que murió LLENO, lleno de buenas palabras que nunca dijo, lleno de sueños que nunca cumplió, lleno de metas que nunca alcanzó, lleno de poemas que nunca escribió, lleno de besos y abrazos que nunca dio, lleno de consejos que nunca compartió. 
Yo no quisiera morir así, y ¿usted? 
Pero ¿por qué pasa eso? La gran mayoría de la gente que muere así es por una razón: PORQUE PENSAMOS QUE SIEMPRE HABRÁ UN MAÑANA PARA HACERLO. Pensamos que si no lo hago hoy, mañana lo podré hacer; mañana puedo dedicarle tiempo a mi familia, mañana puedo abrazar a mis hijos, mañana podré salir a compartir con mi esposa, comenzaré el proyecto, visitaré a mis padres, mañana comienzo una nueva vida, mañana me dedicaré a hacer lo que Dios me ha llamado, mañana, mañana, mañana... Pero desgraciadamente se nos olvida una cosa muy importante: UN DÍA SE NOS ACABARÁN NUESTROS MAÑANAS 
Entonces, ¿Qué tengo que hacer antes de que se me acaben mis mañanas? 

miércoles, 4 de marzo de 2020

¿Tienes vida eterna?

La Biblia nos presenta un claro camino hacia la vida eterna. Primero, debemos reconocer que hemos pecado contra Dios: "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios, lo que nos hace merecedores de castigo. Y dado que todos nuestros pecados son en última instancia contra un Dios eterno, solo un castigo eterno es suficiente. "La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Romanos 6:23).
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Sin embargo, Jesucristo, el sin pecado (1 Pedro 2:22), el eterno Hijo de Dios, se hizo hombre (Juan 1: 1,14) y murió para pagar nuestra pena. "Dios demuestra su amor por nosotros en que cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5: 8). Jesucristo murió en la cruz (Juan 19: 31-42), recibiendo el castigo que merecemos (2 Corintios 5:21)Tres días después resucitó de entre los muertos (1 Corintios 15: 1-4), demostrando su victoria sobre el pecado y la muerte. "En su gran misericordia nos ha dado un nuevo nacimiento para una esperanza viva, a través de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos" (1 Pedro 1: 3).

Por fe, debemos cambiar nuestra mentalidad respecto a Cristo, quién es Él, qué hizo y por qué, para salvación (Hechos 3:19)Si ponemos nuestra fe en Él, confiando en Su muerte en la cruz para pagar nuestros pecados, seremos perdonados y recibiremos la promesa de vida eterna en el cielo. "Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que cualquiera que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16). "Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo" (Romanos 10: 9) ¡Solo la fe en la obra terminada de Cristo en la cruz es el único camino verdadero hacia la vida eterna! "Porque es por gracia que han sido salvos, por fe, y esto no es de ustedes mismos, es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie pueda jactarse" (Efesios 2: 8-9).


Si quieres aceptar a Jesucristo como tu Salvador, aquí hay una muestra de oración. Recuerda que decir esta oración o cualquier otra no te salvará. Solo confiar en Cristo puede salvarte del pecado. Esta oración es simplemente una forma de expresarle a Dios su fe en Él y agradecerle por proveer su salvación. "Dios, sé que he pecado contra ti y merezco el castigo. Pero Jesucristo pagó el castigo que merezco para que por la fe en Él pueda ser perdonado. Confío en ti para la salvación. Gracias por tu maravillosa gracia y perdón, ¡el regalo de la vida eterna! ¡Amén! "



Dios nos juzgará

Hay dos juicios separados. 
El primero, el de los creyentes. Estos son juzgados en el Tribunal de Cristo (Romanos 14:10-12). Cada creyente dará cuenta de sí mismo, y el Señor juzgará las decisiones que tomó, incluso las relativas a cuestiones de conciencia. Las acciones juzgadas en este juicio no determinan la salvación que es solo por la fe (Efesios 2:8-9), sino que es el tiempo en el que los creyentes deben dar cuenta de sus vidas en su servicio para Cristo. 

Nuestra posición en Cristo es el "fundamento" mencionado en 1 Corintios 3:11-15, y lo que usamos para edificar sobre ese fundamento es: 
No hay ninguna descripción de la foto disponible.a) el "oro, plata y piedras preciosas " de las buenas obras en el nombre de Cristo, la obediencia y la utilidad. Todo ello como un dedicado servicio espiritual para glorificar a Dios y edificar a la Iglesia. 
b) O la "madera, heno y hojarasca" de la actividad inútil, frívola, y superficial, sin valor espiritual. El Tribunal de Cristo revelará esto.

El oro, plata y piedras preciosas en las vidas de los creyentes sobrevivirán al fuego purificador de Dios (verso 13), y los creyentes serán recompensados en base a esas buenas obras, es decir, cómo fielmente servimos a Cristo (1 Corintios 9:4-27), cómo obedecimos la Gran Comisión (Mateo 28:19-20), cómo fuimos victoriosos sobre el pecado (Romanos 6:1-4), cómo controlamos nuestras lenguas (Santiago 3:1-9), etc. Habremos de dar cuenta por nuestras acciones, si eran verdaderamente indicativas de nuestra posición en Cristo. El fuego del juicio de Dios quemará completamente la "madera, heno y hojarasca" de las palabras que hablamos y las cosas que hicimos, que no tuvieron ningún valor eterno. "De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí." (Romanos 14:12).

Diferencia entre Adán y Jesucristo

No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo”. Romanos 5:14-15
Pablo establece la diferencia entre Adán y Jesús
En este pasaje, Pablo habla de la gran diferencia que hubo entre Adán y Jesucristo. Casi cualquier persona conoce la historia subyacente de nuestra caída, sea esa persona cristiana o no. Somos una raza caída, que se encuentra en esta condición debido al pecado del primer hombre en la tierra.
Resultado de imagen de Diferencia entre Adán y JesucristoAdán desobedeció a Dios, después se escondió de él y finalmente le echó la culpa de su pecado a su mujer Eva. Todo esto provocó la desgracia y trajo la muerte al mundo. Además, fuimos destituidos de la gloria de Dios y el pecado entró al mundo, y así hasta el día de hoy, el pecado, está presente en el mundo.
Pero Pablo menciona una esperanza. Un segundo Adán creado por Dios, de forma tal, que gracias a este segundo Adán, la humanidad es capaz de volver a reconciliarse con Dios por medio de Él. Gracias a su obediencia a Dios y amor a nosotros, somos justificados delante de la presencia de Dios, por gracia y no por obras (Efesios 2:8-9).
¿Por qué pecó Adán y se llevó todo consigo?
Al principio Dios hizo todo perfecto, puro y santo. Adán fue el primer hombre que Dios creó, y lo creó para que lo adorase, labrara el jardín del Edén, pusiese nombre a los animales y viviera en libertad. Solo le hizo una única prohibición y fue que no podía comer de uno de los árboles del jardín, la cual, junto con su esposa Eva, desobedeció (Génesis 3:6).
En realidad Adán no desobedeció directamente a Dios al pie de la letra, es decir, él no fue a buscar del árbol del fruto prohibido por su cuenta. Sino que fue su esposa Eva, tentada por la serpiente, quien le dio de comer del fruto del árbol. Sin embargo, esto era algo que Adán debió reconocer, que aunque no lo cogiese él, debió negarse a comerlo. Dios se lo prohibió, fuese de la forma que fuese.
Aun así, Adán y su mujer pecaron. Después se fueron a esconder de Dios, y Adán le echó la culpa a su mujer de su pecado. Pero no solamente eso. Adán incluso le echó la culpa a Dios mismo, diciéndole: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí” (Génesis 3:12)