Nuestro objetivo como Iglesia es llevar a la gente a la fe en Jesús e integrarla en la familia de Dios. Y que nuestro carácter se parezca al de Cristo, glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra.
viernes, 24 de febrero de 2017
jueves, 23 de febrero de 2017
Un Lema De la Vida Cristiana
Las siguientes palabras las escribió uno de los peores criminales del año 68 d.C. en Roma, mientras meditaba en su solitaria celda. Con cadenas que lastimaban sus manos y pies, tomó una pluma y sobre un viejo pergamino plasmó las siguientes palabras:
"Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y para todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." (Filipenses 1:12-14,21 RV60)
"Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y para todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia." (Filipenses 1:12-14,21 RV60)
Tertuliano dijo: “Aunque el cuerpo está encarcelado, aunque la carne está en prisión, todas las cosas están abiertas al espíritu… La pierna no siente la cadena cuando la mente está en el cielo”.
"Cierto joven, debido a una extraña enfermedad, comenzó a perder la vista poco a poco, todos los días. Lamentablemente, el momento llegó y perdió la vista por completo. Días más tarde a su mejor amigo, que lo acompañó en sus momentos más difíciles, le fue diagnosticado cáncer, con pocos días de vida. En una charla el chico con cáncer le dijo a su mejor amigo: “Estoy próximo a morir, te donaré mis ojos y así podrás ver”, a lo cual su amigo ciego respondió: “Sé que no te queda mucho tiempo de vida, pero prefiero quedarme ciego toda la vida, ya que de qué me sirve tener la vista si no te voy a ver más. No quiero ver el mundo si no veo también a mi mejor amigo”.
Viviendo apasionadamente
En junio de 2008 se cumplió el aniversario ciento cinco de la Compañía Harley-Davidson, una organización que comenzó cuando William S. Harley, de veintiún años y su amigo Arthur Davidson, de veinte, decidieron en un pequeño cobertizo de madera ponerle motor a las bicicletas.
Cuando surgieron las carreras de motos y ganaron popularidad, las Harley-Davidson dominaron.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, los aliados no tardaron en darse cuenta de la importancia de las motocicletas. Se estima que la compañía Harley-Davidson proveyó la mayoría de las veinte mil motocicletas usadas por el ejército de los Estados Unidos en la guerra. Y después de firmado el armisticio, el primer estadounidense en entrar en Alemania lo hizo manejando una motocicleta Harley-Davidson.
La compañía prosperó durante más de medio siglo. Uno de sus puntos fuertes fue que era un negocio familiar, cuyos empleados y clientes se sentían conectados por su amor a las motocicletas Harley-Davidson. Y la compañía continuó creciendo, modernizando y mejorando sus motocicletas y ganando admiradores.
Lágrimas de amor
“Jesús lloró”
Juan 11:35 (NVI).
Hubo un detonante en los últimos meses de mi vida, que me llevó a buscar al Señor con mucha más fuerza y pasión. Satanás lanzó un golpe bajo que pudo, sin la intervención divina de Dios, destruir a mi familia; pero con mi voz más audible puedo decir que triunfó el amor.
Una amiga que amo con todo mi corazón me enseñó a orar. Sí, antes lo hacía y pensaba que lo hacía bien, no en vano he obtenido respuesta a muchas de las peticiones que he elevado al cielo; pero jamás había sentido tanta necesidad de compenetrarme con mi yo interior, con el Jesús que habita dentro de mí como lo hago ahora.
No me da vergüenza reír, cantar, tener largas conversaciones con Él de lo que me angustia, me preocupa o me emociona, ya que sé que está ahí, a mi lado, y sé también, que no se aburre de mis tertulias, muchas veces cargadas de quejas; para todo tiene una respuesta y su toque especial de paz y tranquilidad reconforta mi corazón y me llena de alegría.
De rodillas he decidido librar mi batalla, gritarle a Satanás que no tiene poder ni autoridad sobre mi familia, y que es un enemigo vencido que no tiene oportunidad de ganar. Lloro y le entrego a mi Padre lo que me duele porque soy frágil y débil, y Él me ha prometido perfeccionarse en mi debilidad, además de hacer de mí una mujer valiente, guerrera y digna de su amor.
Nada ni nadie por encima de Él
«No tendrás dioses ajenos delante de Mí». Éxodo 20: 3
Todos los preceptos morales que presenta la Biblia, su santa ley, han sido grabados con el dedo de Dios sobre las dos tablas de piedra que le fueron entregadas a Moisés en el monte Sinaí.
Los cuatro primeros mandamientos nos presentan el deber de que los hombres y mujeres adoren y sirvan al Señor nuestro Dios, y a Él solamente. No enaltezcamos nuestro ego para idolatrarlo, y por supuesto, no hagamos del dinero un dios. Si no mantenemos los sentidos bajo el control de las facultades superiores de la mente, las bajas pasiones nos dominarán. Todo lo que sea objeto de pensamientos y admiración indebidos, que absorba la mente, es un dios colocado por encima del Señor.

Los cuatro primeros mandamientos nos presentan el deber de servir al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente, y con todas nuestras fuerzas. Esto, que incumbe a todo ser humano sobre la tierra, requiere un amor tan ferviente, tan intenso, que no podamos albergar en nuestro pensamiento nada, ni siquiera ningún afecto, que rivalice con el que hemos de sentir por Dios; y así lo que hagamos llevará el sello celestial. Todo es secundario comparado con la gloria de Dios. Nuestro Padre celestial debiera ser el objeto supremo de nuestros afectos , la luz y la culminación de nuestra existencia, pues Él es nuestra garantía de eternidad.
Jehová, el Eterno, el que posee existencia propia, el no creado, el que es la fuente de todo, y el que lo sustenta todo, es el único que tiene derecho a la veneración. Está acotado para el ser humano dar a cualquier otro objeto el primer lugar en sus afectos o en su servicio. Cualquier cosa que nos atraiga y que tienda a disminuir nuestro amor a Dios, o que impida que le rindamos el debido servicio es para nosotros un dios.
miércoles, 22 de febrero de 2017
Vida cristiana en 3D
La batalla espiritual no es una lucha de poder a poder entre el bien y el mal como lo presentan las películas. Si bien Satanás es un enemigo real, no batallamos con él directamente, sino que lo reprendemos, porque la Biblia dice que él ya fue derrotado en la cruz. Eso sí, nos induce al mal, pero la batalla espiritual se desarrolla en nuestra mente y los enemigos a vencer son nuestra carne y el mundo.
Todas las costumbres, manías y mañas que adquirimos como forma de vida, pero que en nuestra vida en Cristo no forman parte de ella, son las que afectan a nuestro crecimiento espiritual. Veamos ahora como obtener la victoria en este campo.
Primero DETECTARLO. (Gálatas 5;16) Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”.
Reconocer el problema. Todo lo que Dios dice en su Palabra acerca de ese problema o área que debemos cambiar. Ejemplo, lea: Levítico 19:16
Reconocer el problema. Todo lo que Dios dice en su Palabra acerca de ese problema o área que debemos cambiar. Ejemplo, lea: Levítico 19:16
Debo comprobar si lo que hago es respaldado por la verdad de Dios. Muchos hábitos y costumbres pecaminosas están tan arraigados en nuestra vida que pensamos que son normales, o que ya nosotros somos así y no hay otra opción. Esposas o esposos que dicen “así me conoció, pues que me aguante”, “o personas que dicen “el que me quiera que me acepte así”, haciendo referencia a que los demás estamos obligados a soportar su mal comportamiento. Sí es cierto que Jesús nos acepta tal como somos, pero su interés es que no sigamos igual.
El perdón libera y restaura
¿Cuál es la voluntad de Dios? El mejor ejemplo lo tenemos en la cruz. Jesús, siendo inocente, vino a morir de manera cruel con el fin de pagar por nuestros pecados. ¿Por qué? ¿Por qué el hijo de Dios tuvo que descender de su trono celestial y morir cruelmente colgado de un madero? ¿No era mejor decir simplemente “los perdono”, y hubiera sido suficiente? Bastaría un solo decreto oficial del cielo y Él se hubiera evitado el sufrimiento. Pero la realidad es que todo pecado deja establecida una deuda que no se puede cancelar con palabras. Años atrás, alguien me contó esta anécdota:
«Un día alguien te invita a su casa a cenar. No es un lugar cualquiera, ya que has sido invitado a cenar en la casa de la familia más rica de tu ciudad. Entras por la puerta del comedor y ves una mesa asombrosamente servida con platos lujosos para ti y todos los dignatarios, que han sido invitados para compartir juntos una noche inolvidable.
El dueño de la casa te explica que todo lo que se va a usar para comer, como platos, utensilios, copas, etc., forman parte de una colección que ha sido para el uso privado de la casa por generaciones. Realmente no tienen precio.
Comienzan a servir la comida y, claro, lo peor que te puedes imaginar sucede. Uno de los platos se te escapa de la mano y cae al suelo rompiéndose en mil pedazos. Tu cara lo dice todo, quieres salir corriendo y saltar por la ventana; anhelas que la tierra se abra y te trague en ese momento. Pero tienes que enfrentar las consecuencias. No se puede reemplazar el plato y tampoco tienes cómo pagarlo. Solo te queda rendirte a la misericordia de los dueños y pedir perdón. El perdón es dado inmediatamente y eres liberado de toda consecuencia. No tienes que pagar por el daño hecho y nadie te hace sentir mal por ese grave error.
Pero hay que recordar que el plato sigue roto, y la colección ya no es la misma al faltarle una de las piezas importantes. Ha quedado una deuda que alguien tiene que asumir; resta todavía el dolor de haber perdido algo muy valioso. Los dueños de la casa te dieron la libertad, asumiendo ellos las consecuencias de ese plato roto, pero cada vez que sirvan la mesa, habrá un espacio vacío de aquella pieza que jamás se pudo reemplazar».
Pero hay que recordar que el plato sigue roto, y la colección ya no es la misma al faltarle una de las piezas importantes. Ha quedado una deuda que alguien tiene que asumir; resta todavía el dolor de haber perdido algo muy valioso. Los dueños de la casa te dieron la libertad, asumiendo ellos las consecuencias de ese plato roto, pero cada vez que sirvan la mesa, habrá un espacio vacío de aquella pieza que jamás se pudo reemplazar».
¿Se trata de volverse más religioso?
(Jesús dijo:) No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento. Mateo 9:13
No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21
Alejandro estaba charlando con su vecino. Éste se quejaba de sus serios problemas de salud y tenía miedo de la grave operación que le harían próximamente.
Después de unas palabras de ánimo, Alejandro le habló del Señor Jesús, el único y fiel sostén de los que sufren, de quienes se sienten solos. Le contó su experiencia personal sobre los consuelos de Jesús cuando perdió a su esposa.
–Me gustaría mucho tener su fe, pero usted sabe, no soy religioso, interrumpió el vecino.
Alejandro le explicó que él no le estaba hablando de religión, sino de una persona que lo amaba tanto, al extremo que había dado su vida por él. Jesús no vino a la tierra para dirigirse a personas religiosas, a menudo muy contentas consigo mismas y con sus ritos. No trató de hacer que las personas religiosas se volviesen más religiosas, sino que se dirigió a todos los que tenían sed de otra vida y que sentían el peso de sus pecados.
Alejandro invitó a su vecino a tomar un café y le mostró, a través de los evangelios, el amor que Jesús manifestó a los que sufrían. Le explicó que le era necesario recibir el mensaje divino como si fuese un niño.
No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Mateo 7:21
Alejandro estaba charlando con su vecino. Éste se quejaba de sus serios problemas de salud y tenía miedo de la grave operación que le harían próximamente.
–Me gustaría mucho tener su fe, pero usted sabe, no soy religioso, interrumpió el vecino.
Alejandro le explicó que él no le estaba hablando de religión, sino de una persona que lo amaba tanto, al extremo que había dado su vida por él. Jesús no vino a la tierra para dirigirse a personas religiosas, a menudo muy contentas consigo mismas y con sus ritos. No trató de hacer que las personas religiosas se volviesen más religiosas, sino que se dirigió a todos los que tenían sed de otra vida y que sentían el peso de sus pecados.
Alejandro invitó a su vecino a tomar un café y le mostró, a través de los evangelios, el amor que Jesús manifestó a los que sufrían. Le explicó que le era necesario recibir el mensaje divino como si fuese un niño.
El faro
A ordenar que a los afligidos de Sión se les dé esplendor en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Serán llamados “Árboles de justicia”, “Plantío de Jehová”, para gloria suya. Isaías 61:3
La existencia de un único centro misionero
evangélico en Ruanda, llamado «Faro», representa la redención allí. Está ubicado en
un terreno donde el presidente del país tenía una casa espléndida durante el
genocidio de 1994. Sin embargo, resulta paradójico que esta estructura fue construida por
cristianos, para ser un faro de luz y esperanza. Alberga un instituto bíblico, donde se prepara a una nueva generación de líderes cristianos, un hotel, un
restaurante y otros servicios para la comunidad. De las cenizas, ha surgido vida
nueva. Los que construyeron el Faro se inspiran en Jesús como su fuente de
esperanza y redención.

Cuando Jesús fue a la sinagoga de Nazaret en el día
de reposo, leyó del libro de Isaías y anunció que Él era el Ungido que
proclamaba el favor del Señor (ver Lucas 4:16-21); el que había venido a sanar a
los quebrantados y ofrecer redención y perdón. Jesús es la belleza que surge de
las cenizas (Isaías 61:3).
Al descubrir las atrocidades que se cometieron
durante el genocidio en Ruanda que se cobró más de medio millón de vidas, no
sabemos qué decir, pero sí sabemos que el Señor puede redimir las atrocidades…
aquí o en el cielo. Aquel que concede óleo de gozo en lugar de luto, da esperanza
en medio de las situaciones más sombrías.
Señor,
muestra tu misericordia a los que sufren.
Jesús vino a traernos esperanza en medio de las circunstancias más oscuras.
Jesús vino a traernos esperanza en medio de las circunstancias más oscuras.
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