domingo, 16 de agosto de 2020

Ojos eternos

No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 2 Corintios 4:18
Ojos eternos; esto es lo que mi amiga Madeline pide en oración que tengan sus hijos y nietos. Su familia atravesó un período difícil que terminó con la muerte de su hija. Ante esa horrorosa pérdida, Madeline anhela que su familia no pierda la visión, consumida por el dolor de este mundo, sino que vea cada vez más allá, a la esperanza en nuestro Dios amoroso.

Pablo y sus colaboradores experimentaron un gran sufrimiento a manos de sus perseguidores e incluso de creyentes que trataban de desacreditarlos. No obstante, tenían sus ojos fijos en la eternidad. Con valentía, el apóstol admitía que «no (miraban) las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas» (2 Corintios 4:18).
Aunque hacían la obra de Dios, estaban atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. (vv. 8-9). ¿No podría Dios haberlos librado de todo eso? Pero en lugar de desanimarse, Pablo edificó su esperanza en el «eterno peso de gloria» (v. 17). Sabía que el poder de Dios obraba en él y estaba seguro de que «el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará» (v. 14).
Cuando sentimos que nuestro mundo se tambalea, fijemos nuestros ojos en Dios, la Roca eterna que nunca será destruida.
Dios, que pueda ver la seguridad que tengo en ti.
 

jueves, 13 de agosto de 2020

¿Condena la Biblia la esclavitud?

La Biblia....Mentiras: La esclavitud en la BibliaExiste la tendencia de considerar la esclavitud como algo del pasado. Pero se estima que hoy en día hay más de 27 millones de personas en el mundo que están sujetas a la esclavitud: trabajos forzados, comercio sexual, propiedad hereditaria, etc. Tal como aquellos que han sido redimidos de la esclavitud del pecado, los seguidores de Jesucristo deben ser los principales defensores de la eliminación de la esclavitud humana en el mundo de hoy. La pregunta que surge, sin embargo, es: ¿por qué la biblia no se pronuncia enérgicamente en contra de la esclavitud? ¿Por qué la biblia, de hecho, parece apoyar la práctica de la esclavitud humana?

La biblia no condena específicamente la práctica de la esclavitud. Da instrucciones de cómo deben ser tratados los esclavos (Deuteronomio 15:12-15; Efesios 6:9; Colosenses 4:1), pero no la prohíbe del todo. Muchos ven esto como si la biblia permitiera todas las formas de esclavitud. Pero lo que mucha gente no entiende es que la esclavitud en los tiempos bíblicos, era una forma de esclavitud muy diferente a la que se practicaba en los siglos pasados en muchas partes del mundo. La esclavitud en la biblia no estaba basada en la raza. La gente no era esclavizada por su nacionalidad o por el color de su piel. En los tiempos bíblicos, la esclavitud era más bien un estatus social. La gente se vendía como esclavos cuando no podían pagar sus deudas o mantener a sus familias. En los tiempos del Nuevo Testamento, algunas veces los doctores, los abogados e incluso políticos eran esclavos de alguien más. De hecho, algunas personas elegían ser esclavos para tener cubiertas todas sus necesidades por sus amos.

Sin embargo, la esclavitud de los siglos pasados con frecuencia estaba basada exclusivamente en el color de la piel. En Estados Unidos, la gente negra era considerada como esclava por su nacionalidad; muchos dueños de esclavos realmente creían que las personas negras eran “seres humanos inferiores” a la gente blanca. La biblia condena la esclavitud basada en la raza, ya que enseña que todos los hombres son creados por Dios a Su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Al mismo tiempo, el Antiguo Testamento permitió la esclavitud basada en la economía y la reguló. El punto clave es que la esclavitud permitida en la biblia de ninguna manera se asemeja a la esclavitud racial que plagó nuestro mundo en los siglos pasados.

Además, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento condenan la práctica del "robo de hombres", que es lo que ocurrió en África en el siglo XIX. Los africanos fueron acorralados por cazadores de esclavos, quienes los vendieron a traficantes de esclavos, que los trajeron al Nuevo Mundo para trabajar en plantaciones y granjas. Esta práctica es aborrecible para Dios. De hecho, la pena por tal crimen en la Ley de Moisés era la muerte: "Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá" (Éxodo 21:16). De manera similar, en el Nuevo Testamento los traficantes de esclavos se mencionan entre aquellos que son "impíos y pecadores", y están en la misma categoría que aquellos que matan a sus padres o madres, asesinos, adúlteros y pervertidos, mentirosos y perjuros (1 Timoteo 1:8-10).

Otro punto crucial es que el propósito de la biblia es señalar el camino a la salvación, no reformar la sociedad. Con frecuencia la biblia aborda temas desde adentro hacia fuera. Si una persona experimenta el amor, la misericordia y la gracia de Dios, recibiendo Su salvación, Dios reformará esa alma, cambiando su forma de pensar y actuar. Una persona que ha experimentado el don de la salvación de Dios y la libertad de la esclavitud del pecado, mientras Dios transforma su alma, se dará cuenta de que el esclavizar a otro ser humano es malo. Podrá ver como Pablo, que un esclavo puede ser "como hermano amado...en el Señor" (Filemón 1:16). La persona que realmente ha experimentado la gracia de Dios, reflejará también esta gracia hacia otros. Esa podríaser la receta de la biblia para la terminación de la esclavitud.

El propósito de Dios

Toda persona que conozca un poco la biblia sabe quién fue Pablo. Pero por si alguna duda de este personaje existe, aquí van algunos datos generales interesantes: fue el mayor autor de los libros del nuevo testamento; hizo una serie de viajes misioneros por muchos lugares abarcando gran parte del mundo; fue un perseguidor de la iglesia. 
Realmente la historia de Pablo no tiene mucho sentido. Un día es un perseguidor que envía a prisión a los cristianos, incluso consiente en la muerte de ellos (Hechos 8:1). Y al otro día es un apóstol de Cristo que predica el mensaje de salvación por todo el mundo. ¿Qué llevó a Pablo a este cambio de vida tan radical?

Principios Eternos: ¿COMO LLEGO AL PROPOSITO DE DIOS EN MI VIDA?Pablo el perseguidor

En Hechos 8:1-3 leemos cómo Pablo consentía en la muerte de Esteban y perseguía a aquellos que se atrevieran a predicar el nombre de Jesús. La biblia dice que Pablo iba casa por casa y sacaba arrastrando a hombres y mujeres para llevarlos a la cárcel. El único delito que estas personas habían cometido fue creer que Jesús es Dios y que su sacrificio reconcilió a la humanidad con el Creador.
Pablo, como asolador de la iglesia era muy bueno. Buscaba a los cristianos donde fuera, tenía un propósito que cumplir y no se detendría hasta alcanzarlo. Hacía muy bien su trabajo, tenía el permiso para hacerlo. Lo disfrutaba. Un hombre determinado a acabar con los cristianos, y de seguir con su trabajo probablemente hubiera hecho un gran daño a la iglesia de Cristo. 

Su conversión

Estando Pablo haciendo su trabajo, yendo por el camino; cuando Dios decide que es tiempo de cambiar ese trabajo que hacía tan bien, por otro que haría por el resto de su vida. Por voluntad de Dios, Pablo pasó de ser un perseguidor de los cristianos a un cristiano nacido de nuevo.
El mensaje llegó a Pablo, Jesús mismo le habla y en lugar de rechazarlo se rinde ante Él y preguntaqué quieres que yo haga” (Hechos 9:6). Cuando verdaderamente conocemos a Dios, no importa nada de nuestra vida pasada.

Dios tiene el control

Los planes de Dios son perfectos

La historia de Ester nos deja una serie de enseñanzas que nos ayudarán a aumentar nuestra fe y confianza en Dios. Aprendemos al leer el libro de Ester cómo, a través de una serie de circunstancias adversas, Ester llegó a ser reina.
MIGAS de PAN en el camino: DIOS tiene el control de todoPodría parecer que la vida de esta mujer, huérfana, no iba a trascender las esferas de su sociedad. Porque a veces parece que nuestras circunstancias no son lo suficientemente buenas para que podamos lograr algo sobresaliente en la vida. Creemos que nuestras circunstancias actuales determinan qué debemos hacer y cómo debemos vivir, sin esperanza y sin metas ambiciosas que perseguir.
Pero Dios tiene un plan para nuestra vida más allá de nuestras circunstancias actuales. Dios tiene un plan perfecto que se basa en su poder y gloria, y no en nosotros. Los planes de Dios son perfectos. Pongámonos en las manos de Dios y que nuestros planes estén delimitados por su voluntad, cumplamos el plan de Dios. 
¿Acaso habrá algo que se escape de la sabiduría de Dios? Nada se escapa de su control. Él todo lo puede hacer, y aunque no veamos nosotros el cuadro completo, debemos estar seguros que lo que al final obtendremos en Dios será maravilloso.

Los planes del enemigo son estorbados 

Nuestras circunstancias pueden no ser favorables, y a pesar de eso los planes del enemigo van contra nuestra vida para que no alcancemos la voluntad de Dios. Los ataques del enemigo contra nuestra vida pueden acrecentarse cuando estamos encaminados en nuestra búsqueda de Dios, pero es justo en medio de esos ataques cuando más debemos refugiarnos en Dios. No debemos salir corriendo e intentar luchar con nuestras armas sin Dios, es lo peor que podríamos hacer. En lugar de eso debemos buscarlo con ahínco y depender solo de Él.
La biblia nos motiva también a resistir los ataques del enemigo. Dios nos provee de herramientas para poder enfrentar en Él esos ataques que ciertamente vendrán, pero no nos podrán destruir porque es mayor el que está en nosotros. No importa lo difícil que sea la prueba y los ataques del maligno; si los enfrentamos en Dios no nos podrán hacer ningún daño.

lunes, 10 de agosto de 2020

Miremos a Cristo

Iglesia cristiana Soberana Gracia: Cerca de Navidad...miremos a Cristo... puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
Exhortación de suma importancia la que el escritor a los Hebreos nos hace en este versículo, porque mientras permanezcamos siendo dominados por el pecado, sea cual sea, este nos impedirá correr la carrera cristiana, porque quita toda motivación para ello y da entrada al desaliento más completo.
Y por ende se desenfoca del premio supremo que tenemos en la vida cristiana, la vida eterna.

I. El escritor advierte que el desaliento no debe desviar su mirada.

A. Por muy difícil que sea su situación Dios tiene el control de su vida.
B. Que por muy difícil que esté el panorama mundial no se desenfoque de estar listo, porque nuestro Señor pronto viene por su Iglesia.

II. El escritor aclara que en esta carrera no estamos solos.

A. Porque para que nosotros lleguemos a su presencia Él sufrió la muerte de Cruz.
B. Porque debemos correr con paciencia y hacer frente al pecado en el poder del Espíritu Santo.
C. Por muy difícil que parezca todo, Él está con nosotros y en nosotros.
D. Muchos han logrado vencer a lo largo de la vida y en circunstancias mucho más difíciles de las que estamos experimentando.
E. Así como Cristo no se rindió, tampoco nosotros debemos rendirnos en esta carrera.

III. El escritor aclara que debemos fijar nuestros ojos en Jesús.

A. Porque es el autor de nuestra fe.
B. El que corre no debe mirar hacia otros competidores, sino mantener su vista fija en Jesús.
C. Implica alejar la mirada de todas las distracciones, con el fin de contemplar un objeto, Cristo Jesús.
Cuando enfrentamos dificultades y desaliento, es muy fácil perder la perspectiva. Pero no estamos solos; hay ayuda. Muchos han logrado vencer a lo largo de la vida y en forma constante y en circunstancias mucho más difíciles de las que estamos experimentando.
El sufrimiento es el campo de adiestramiento para alcanzar la madurez cristiana. Desarrolla nuestra paciencia y convierte en agradable nuestra victoria final, la cual es Cristo Jesús.


Necesidades humanas

Al referirnos a la humanidad estamos hablando de personas, hombres o mujeres, niños o ancianos de todas las clases sociales. Personas que habitan cada rincón del planeta, de cualquier raza, que hablan cualquier idioma y con diferentes niveles educativos. Nos referimos a cada uno de los que habitamos este planeta sin ningún tipo de distinción.
Nuestra necesidad de salvación – Ministerio UMCDCada uno de los seres humanos tenemos necesidades. Algunas son primarias como comer, dormir, respirar, etc. La insatisfacción de cualquiera de estas necesidades dificulta la supervivencia de una persona. También hay necesidades secundarias y terciarias que buscan mejorar la calidad de vida de cada uno. 
Pero existe una necesidad aún más importante que las necesidades primarias. Esta necesidad no es económica, no es de salud, ni mucho menos social. La necesidad principal es la salvación del alma. Mientras esta necesidad no sea cubierta no importará si posee riquezas o no, tampoco si tiene o no educación. Una persona nunca podrá tener paz y felicidad si su alma no ha sido salva.
La necesidad de salvación es mayor y más importante que la misma supervivencia del cuerpo. Pues el cuerpo puede morir, pero el alma es eterna.

La necesidad está en todo lugar

En cualquier lugar del planeta donde haya un ser humano, la necesidad de salvación es manifiesta, pues el hombre posee un alma necesitada de salvación independientemente de sus condiciones de vida. Y cuando el alma del ser humano está contaminada con la maldad y el pecado, ha perdido su salvación.

La maldad está en toda la tierra (Génesis 6:5)

Desde que el pecado entró en la humanidad en el Huerto del Edén, se multiplicó contaminando a todo ser humano. La biblia dice que todo designio de los pensamientos del hombre era únicamente el mal. Y el ser humano ha llegado a habitar o a caminar en cualquier parte de nuestro planeta. Luego en toda la tierra hay necesidad de salvación.

No hay hombre que no peque (1 Reyes 8:46)

No existe en el mundo ningún hombre o mujer que pueda decir que está libre de pecado. No importa lo pequeño o grande que sea, o aunque sea solo de pensamiento; en algún momento de nuestra vida hemos pecado contra Dios y este pecado nos aleja de Él.

viernes, 7 de agosto de 2020

Viviendo en el espíritu

Cita Bíblica: Isaías 58:13-14

Todos los que queremos seguir a Cristo tenemos nuestras luchas contra la carne. Algunos luchan contra la ira y el enojo, otros luchan contra el temor y la inseguridad, otros contra la duda; pero lo importante no es la lucha en sí sino el resultado de la misma, pues el resultado de esa batalla es lo que nos identificará como cristianos vencedores o como incrédulos perdedores.
Viviendo En El EspírituMuy posiblemente hayan leído pasajes bíblicos en los cuales Dios nos incita a vivir conforme al Espíritu. No se trata de ir a la iglesia solamente, o de orar tres veces al día, o de hacer tantas obras de caridad como se pueda; Dios habla de algo más grande, habla de un cambio que transforma la cotidianidad, que trasciende los límites de la religiosidad y se convierte en una nueva vida.
Al leer estos dos versículos, aprendemos lo que significa vivir conforme al Espíritu. En realidad el texto no hace referencia a un día simplemente, sino que se refiere a un estilo de vida completo e integral que trasciende a la cotidianidad y a la esencia misma del ser. Jesús nos mostró una posición muy diferente al día de reposo, en la posición religiosa que vivían los “maestros de la Ley” de su tiempo. Jesús no vino para derrocar el día de reposo, vino para perfeccionarlo; vino para enseñarnos el valor del verdadero descanso, el cual no reside en dormir unas cuantas horas o hacer cualquier clase de extraños artificios para mantener la mente en calma, sino en entregar la vida completamente en sus brazos.
En el texto veremos las tres cosas que Dios manda que sacrifiquemos para venerar su reposo y deleitarse en su presencia:
  1. No andar en los propios caminos.
  2. No buscar la propia voluntad.
  3. No hablar las propias palabras.
Se puede observar un parecido muy grande entre estas palabras de Dios Padre y las Palabras de su Hijo que hablaban acerca de morir a sí mismo. A continuación una pequeña recopilación de estas enseñanzas del Gran Maestro:
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.” (Mateo 16:24)
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45)
“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.” (Juan 12:25)

¿Qué estás buscando?

Lectura: Mateo 6:24-34

Saber qué estamos buscando es fundamental para saber dónde está puesta nuestra mirada y cuál es nuestro objetivo. Pocas veces hacemos un alto en el camino para preguntarnos cuál es el destino que escogimos para nuestra vida, qué la mueve y hacia dónde se dirige. Esto es un ejercicio sano para validar nuestras prioridades y entender si debemos realizar un ajuste en las mismas.
Mark Twain: Los dos días más importantes de tu vida… | esfelicidadYa entrados en materia, en los textos de la lectura se ven dos tipos de búsquedas que están en oposición: Lo terrenal contra lo eterno; lo vano contra lo significativo; lo efímero contra lo permanente.
En diversos textos de la Biblia se hace esta comparación de búsquedas y sus implicaciones. Por ejemplo, recordamos cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas para saciar su hambre temporal (banalidad). También podemos leer en los Salmos, constantes frases como “no cae”, “permanece”, “para siempre” o “largos días”, como elementos descriptivos de las bendiciones brindadas a las personas que tienen una búsqueda constante de Dios; claramente, en contraposición con las bendiciones efímeras y vanas que tienen las personas que no lo hacen.
En este texto en concreto, Jesús ahonda en este concepto, explicándonos que no podemos tener las dos búsquedas; es decir, no podemos buscar lo eterno y lo terrenal al mismo tiempo. Esto no implica que no podamos trabajar o querer tener posesiones materiales; sino que nuestro enfoque y motivación principal en la vida debe ser buscar a Dios con todo nuestro corazón.
De hecho, en el texto posterior, Jesús aclara que Dios sabe de qué tenemos necesidad y conoce qué nos hace falta. Él asegura que Dios no solo lo sabe, sino que está dispuesto a darnos lo que necesitamos si lo buscamos a Él por encima de todo.
Este texto también nos habla de dos temas más en los que debemos profundizar, para entender por qué debemos buscar lo eterno en lugar de lo efímero: la gratitud y la grandeza de Dios.
El texto nos habla de gratitud, porque a veces estamos tan afanados en nuestra vida diaria que olvidamos los fundamentos de la vida en sí misma. Tenemos un cuerpo maravilloso que Dios nos dio y una vida que es un milagro de la creación. ¿Cuántas veces nos vemos en el espejo y entendemos que lo que estamos viendo es un milagro de Dios? ¿Cuántas veces admiramos la vida y agradecemos a Dios por ella? ¿Cuántas veces se levanta nuestro corazón en adoración al admirar la grandeza de Dios al crearnos?

¿Qué significa orar en el nombre de Jesús?

Qué significa orar en el nombre de JesúsOrar en el nombre de Jesús se enseña en Juan 14:13-14, “Y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pedís en mi nombre, yo lo haré”. Algunos aplican equivocadamente este versículo, creyendo que si dicen “en el nombre de Jesús” al final de la oración, dará como resultado el que Dios siempre conceda lo que se le pide. Esto es en esencia, usar las palabras “en el nombre de Jesús” como una fórmula mágica, lo cual no es bíblico.

Orar en el nombre de Jesús significa orar con Su autoridad y pedir a Dios el Padre actuar sobre nuestras oraciones, porque venimos en el nombre de Su Hijo, Jesús. Orar en el nombre de Jesús significa lo mismo que orar de acuerdo a la voluntad de Dios. “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15). Orar en el nombre de Jesús es orar por cosas que honran y glorifican a Jesucristo.

Decir “en el nombre de Jesús” al final de la oración no es una fórmula mágica. Si lo que pediste o dijiste en oración no era para la gloria de Dios y de acuerdo a Su voluntad, el decir “en el nombre de Jesús” no significa nada. Orar genuinamente en el nombre de Jesús y para Su gloria es lo que realmente importa, no añadir ciertas palabras al final de la oración. No son las palabras en la oración lo que importan, sino el propósito real detrás de la oración. El orar por cosas que están de acuerdo con la voluntad de Dios es la esencia de orar en el nombre de Jesús.