jueves, 13 de agosto de 2020

El propósito de Dios

Toda persona que conozca un poco la biblia sabe quién fue Pablo. Pero por si alguna duda de este personaje existe, aquí van algunos datos generales interesantes: fue el mayor autor de los libros del nuevo testamento; hizo una serie de viajes misioneros por muchos lugares abarcando gran parte del mundo; fue un perseguidor de la iglesia. 
Realmente la historia de Pablo no tiene mucho sentido. Un día es un perseguidor que envía a prisión a los cristianos, incluso consiente en la muerte de ellos (Hechos 8:1). Y al otro día es un apóstol de Cristo que predica el mensaje de salvación por todo el mundo. ¿Qué llevó a Pablo a este cambio de vida tan radical?

Principios Eternos: ¿COMO LLEGO AL PROPOSITO DE DIOS EN MI VIDA?Pablo el perseguidor

En Hechos 8:1-3 leemos cómo Pablo consentía en la muerte de Esteban y perseguía a aquellos que se atrevieran a predicar el nombre de Jesús. La biblia dice que Pablo iba casa por casa y sacaba arrastrando a hombres y mujeres para llevarlos a la cárcel. El único delito que estas personas habían cometido fue creer que Jesús es Dios y que su sacrificio reconcilió a la humanidad con el Creador.
Pablo, como asolador de la iglesia era muy bueno. Buscaba a los cristianos donde fuera, tenía un propósito que cumplir y no se detendría hasta alcanzarlo. Hacía muy bien su trabajo, tenía el permiso para hacerlo. Lo disfrutaba. Un hombre determinado a acabar con los cristianos, y de seguir con su trabajo probablemente hubiera hecho un gran daño a la iglesia de Cristo. 

Su conversión

Estando Pablo haciendo su trabajo, yendo por el camino; cuando Dios decide que es tiempo de cambiar ese trabajo que hacía tan bien, por otro que haría por el resto de su vida. Por voluntad de Dios, Pablo pasó de ser un perseguidor de los cristianos a un cristiano nacido de nuevo.
El mensaje llegó a Pablo, Jesús mismo le habla y en lugar de rechazarlo se rinde ante Él y preguntaqué quieres que yo haga” (Hechos 9:6). Cuando verdaderamente conocemos a Dios, no importa nada de nuestra vida pasada.
Toda nuestra existencia en la tierra es considerada sin valor cuando reconocemos que la única forma de vida que vale la pena es vivir para Dios. A Pablo no le importó dejar su trabajo como perseguidor de la iglesia, no le importó que ahora él se convertiría en un perseguido.
No le importaron las tribulaciones o  persecuciones. No le importaron las veces que estuvo en la cárcel, o a punto de morir. Nada de esto tuvo relevancia para él pues comprendió lo que realmente importa en esta vida, "servir a Cristo".

Lo que a Dios le importa

Seguramente a cualquier cristiano de esa época que se le dio la noticia de que Pablo había dejado de meter a los cristianos en la cárcel y que ahora se había convertido dudó de la veracidad de esa noticia. El mismo Ananías cuando Dios lo envía a orar por Pablo le recuerda a Dios que este es un perseguidor de la iglesia. No se conocía ni se esperaba cosa diferente de Pablo. Pero la respuesta de Dios fue …instrumento escogido me es este…” (Hechos 9:15).
A Dios no le importa lo que fuimos en el pasado. No le importa lo que hayamos hecho, las veces que hayamos caído, los pecados que hayamos cometido. Nada de esto, ningún error importa si nos hemos arrepentido y le hemos pedido perdón a Dios de todo corazón.
Las personas somos expertas en juzgar a los demás, pero Dios no ve lo que nosotros vemos. Dios conoce a las personas mejor que nadie, porque Él no juzga la apariencia sino el corazón. Dios no vio al Pablo perseguidor, vio al apóstol.
Dios no vio al Pablo que mete a los cristianos a la cárcel, vio al predicador del evangelio en todo el mundo. Dios no vio al que consentía en la muerte de los santos, vio al que no le importó dar su vida para Él.
Dios no ve nuestros defectos, ve nuestro corazón. Dios no ve tu situación actual sino la gloria que te dará después. Él sabe en lo que te convertirás, por eso te ha llamado. Por eso te ha traído hacia Él.

Acepta el propósito de Dios

Dios te ha llamado, no te resistas. No tengas miedo de hacer aquello para lo que Dios te llamó. Si lo hizo es por algo. Porque sabe de lo que eres capaz en Él. No veas tus limitaciones ni tu pasado, Dios lo ha olvidado también y Él solo ve en lo que te convertirás. Dios se goza al saber que su propósito se cumplirá en ti. 
¿Y qué si Dios te manda a predicar a otro continente? ¿Y qué si Dios te manda a levantar una nueva misión de tu iglesia? ¿Y qué si Dios te manda a liderar tu grupo?
Lo que Dios te manda a hacerlo hazlo pronto. Si Él te envía es porque tiene un plan perfecto que cumplirá en tu vida. Pablo dejó de ser un perseguidor y llevó el mensaje de salvación muy lejos porque aceptó el llamado de Dios, y comprendió que sus planes son perfectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario