domingo, 29 de julio de 2018

Esperar el tiempo de Dios

Los cantos que entonamos en la iglesia tienen un gran significado en nuestras vidas. Hay un canto popular que dice: “Esperar en ti, difícil sé que es, mi mente dice no, no es posible, pero mi corazón confiado está en ti. Tú siempre has sido fiel y me has sostenido”. El coro de ese canto refleja una oración que muchas veces nos es difícil hacer en los momentos de prueba y crisis. El coro dice, “Y esperaré, pacientemente”. En ocasiones es muy difícil esperar el tiempo de Dios.
Eclesiastés 3 es un texto muy conocido por muchos de nosotros. El texto refleja que hay tiempo para todo; que cada actividad llega a su tiempo, incluso en estos últimos tiempos. Escuchamos mucho lo que algunos llaman el “Kairos de Dios”, es decir, el tiempo perfecto de Dios, y tenemos que reconocer que esperar el tiempo Dios no es nada fácil.
En ocasiones es algo difícil de hacer, especialmente en los momentos de crisis y tribulación. Compartamos algunos ejemplos del Antiguo Testamento que nos enseñan qué es lo que ocurre cuando no esperamos el tiempo del Señor.
Rubén, el hijo que no supo esperar
Rubén era uno de los doce patriarcas, hijos de Jacob. Era el primogénito. En el contexto patriarcal sabemos que la primogenitura era algo muy importante, pues el primogénito recibía el honor de ser el heredero oficial del clan. El problema de Rubén no fue haber sido el primogénito, sino que intentó reclamar sus derechos antes de tiempo y no respetó a su padre Jacob.
Génesis 35.22 nos cuenta que mientras Jacob hacía duelo por la muerte de Raquel, Rubén aprovechó para “dormir con Buha, la concubina de su padre, lo cual llegó a saber Israel (Jacob)“. El hecho de tomar la esposa de su padre en ese contexto, significaba que estaba clamando por su primogenitura antes de tiempo. Se estaba proclamando como el heredero principal cuando Jacob, su padre, ni siquiera había muerto.
Los años pasaron y finalmente, cuando Jacob estaba a punto de morir, hizo llamar a todos sus hijos para repartir su herencia. Rubén estaba muy emocionado pues, según él, finalmente recibiría sus derechos como primer nacido completamente. Pero Génesis 49.1-4 nos enseña que no recibió la bendición que esperaba, pues Jacob en su lecho de muerte le reclamó su mala actitud que había tenido años atrás, al tomar a Bilha como mujer y así intentar proclamarse como el heredero. Rubén no recibió lo que tanto había anhelado.
Acán. La avaricia no le hizo esperar
Era el tiempo de Josué y de las conquistas de las tierras de Canaán, cuando los israelitas habían triunfado sobre Jericó. Sorprendentemente Dios les había dado la victoria. La siguiente ciudad a conquistar era la ciudad de Hai. Realmente no suponía
 una gran amenaza para un pueblo tan numeroso como Israel, pero increíblemente los israelitas perdieron la batalla contra esta ciudad. Josué 6.18-19 nos enseña que Dios había dicho que el tesoro que encontraran en Jericó sería para Él solamente y no para los Israelitas.
Pero Acán, imprudentemente, tomó de algunos de los tesoros para él (Josué 7.20-21) y fue castigado por ello con la muerte misma.
Lo que realmente llama la atención de este relato es la orden siguiente que da Dios cuando finalmente les daría la victoria sobre la ciudad de Hai. Josué 8.2 dice, “Y harás a Hai y a su rey como hiciste a Jericó y a su rey; sólo que sus despojos y sus bestias tomaréis para vosotros…”Si Acán se hubiese esperado en Jericó hasta Hai, hubiese obtenido muchos bienes sin ningún problema, pero no supo esperar y murió apedreado por el pueblo.

‘Genocidio’: más de 6.000 cristianos nigerianos masacrados, en su mayoría mujeres y niños

Los líderes de la iglesia en Nigeria han dicho que los cristianos están experimentando un “puro genocidio”, ya que 6.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han sido asesinados por radicales fulani desde enero.
“Lo que está sucediendo en el estado de Plateau y otros estados seleccionados en Nigeria es puro genocidio y debe detenerse de inmediato”, dijo la Asociación Cristiana de Nigeria y los líderes de la iglesia en el estado de Plateau, en un comunicado de prensa.
Los líderes de la iglesia dijeron que “más de 6.000 personas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos, han sido mutilados y asesinados en redadas nocturnas por terroristas armados Fulani”.
El comunicado de prensa también abogó a la comunidad internacional, así como a las Naciones Unidas, para intervenir en los ataques de Fulani, por temor a que puedan extenderse a otros países también.
“Estamos particularmente preocupados por la inseguridad generalizada en el país, donde ataques indiscriminados y asesinatos de pastores, hechos por bandidos y terroristas fulani armados, han tenido lugar diariamente en nuestras comunidades, sin ser cuestionados a pesar de las grandes inversiones hechas en agencias de seguridad”, agregaron, diciendo: El presidente Muhammadu Buhari no ha llevado a los atacantes ante la justicia.
Hicieron referencia a varios ataques masivos este año, incluida la matanza de más de 200 personas, en su mayoría cristianos, a finales de junio en redadas llevadas a cabo contra los pastores-agricultores locales cerca de la ciudad de Jos.
Aunque algunos medios de comunicación internacionales han intentado caracterizar los asesinatos como un conflicto terrestre entre grupos comunitarios, los líderes de la iglesia, junto con los principales grupos objeto de persecución como Open Doors USA e International Christian Concern, han dicho que los cristianos son un blanco deliberado.

El litro de leche

Un joven de vida espiritual fue a una reunión de estudio de la Biblia en la residencia de un matrimonio amigo. Era la noche de un jueves. El matrimonio dividió el estudio en dos partes, oír a Dios y obedecer la palabra del Señor. El joven quería saber si "Dios aún habla con las personas".
Después del estudio, salió a tomar un café con los amigos que estaban en la reunión familiar. Discutieron un poco más sobre el mensaje de esa noche. Hablaban de cómo Dios había guiado sus vidas, todas de formas muy diferentes. Eran aproximadamente las 10 de la noche, cuando el joven se despidió de sus amigos y comenzó a dirigirse a su casa.
Sentado en su automóvil, comenzó a pedir: "¡Dios!, si aún hablas con las personas, habla conmigo. Te escucharé. Haré todo para obedecerte". Mientras conducía por la avenida principal de la ciudad, tuvo un pensamiento muy extraño, como si una voz hablase dentro de su cabeza: "Para y compra un litro de leche". Movió su cabeza y dijo en alto: "Dios, ¿eres Tú, Señor?" No obtuvo respuesta y continuó dirigiéndose a su casa.
Sin embargo, nuevamente surgió el pensamiento: "Compra un litro de leche". El joven pensó en Samuel y cómo en principio no reconoció la voz de Dios,... y al igual que Samuel, corrió hacia Él. "¡Muy bien, Dios! En caso de ser Tú, voy a comprar la leche",... no parece que sea una prueba de obediencia muy difícil. Al fin y al cabo, también podría usar la leche para mí mismo. Así que, paró, compró la leche y reinició su camino a casa.

Resultado de imagen de el litro de leche reflexionCuando pasaba por la séptima avenida, de nuevo sintió un pedido: "Gira en aquella calle". Es una locura, pensó, y pasó de largo. Nuevamente sintió que debería haber girado en la séptima avenida. Entonces, en la siguiente curva, giró, volvió y se dirigió por la séptima avenida. Medio bromeando, dijo en voz alta: "Muy bien, Dios. Lo haré". Siguió avanzando algunas calles cuando, de repente, sintió que debía parar. Se detuvo y miró a su alrededor. Era un barrio mixto, entre comercial y residencial.
No era el mejor barrio, pero tampoco era el peor de la vecindad. Los establecimientos estaban cerrados y la mayoría de las casas estaban a oscuras, como si las personas ya se hubiesen ido a dormir, excepto una al otro lado de la calle que estaba cerca. Nuevamente sintió algo, "Ve y dale la leche a las personas que están en aquella casa, del otro lado de la calle".

El joven miró la casa, comenzó a abrir la puerta del automóvil, pero se volvió a sentar. "Señor, esto es una locura. ¿Cómo puedo ir a una casa extraña, en medio de la noche?" Una vez más, sintió que debía ir a dar la leche. Finalmente, abrió la puerta...
"Muy bien, Dios, si eres el Señor, iré y entregaré la leche a aquellas personas. Si el Señor quiere que yo parezca un idiota, muy bien. Yo quiero ser obediente. En fin, pienso que esto no vale para nada, pero...; pero si ellos no responden inmediatamente, me iré ipso facto, en el mismo momento". Atravesó la calle y tocó la campanilla. Pudo oír un barullo viniendo desde dentro, parecido al llanto de una criatura. La voz de un hombre sonó alto: ¿Quién es?, ¿qué quiere? La puerta se abrió antes que el joven pudiese huir. De pie, estaba un hombre vestido con pantalón corto y camiseta. Despedía un olor extraño y no parecía feliz de ver a un desconocido de pie en su solana. -¿Qué pasa? 

¿Cómo recibo el perdón de Dios?

Imagen relacionadaHechos 13:38 declara, “Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados.”

¿Qué es el perdón y por qué lo necesitamos?
La palabra “perdonar” significa hacer borrón y cuenta nueva, condonar, cancelar una deuda. Cuando somos injustos con alguien, buscamos su perdón a fin de restituir la relación. El perdón no es otorgado porque la persona merezca ser perdonada. No, el perdón es un acto de amor, misericordia y gracia. El perdón es la decisión de no guardar rencor a otra persona, pese a lo que le haya hecho.

La Biblia nos dice que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos hemos cometido pecado. Eclesiastés 7:20 declara, “Ciertamente no hay hombre tan justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” 1 Juan 1:8 dice, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.” Todo pecado es a la larga un acto de rebelión en contra de Dios (Salmos 51:4). Como resultado, necesitamos desesperadamente Su perdón, pues si nuestros pecados no son perdonados, pasaremos la eternidad sufriendo las consecuencias de los mismos (Mateo 25:46Juan 3:36).
Perdón – ¿Cómo lo obtengo?
Afortunadamente, Dios es tierno y compasivo. ¡Está ansioso de perdonar nuestros pecados! 2 Pedro 3:9 nos dice que Dios es, “...paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” Dios desea perdonarnos, de manera que ha provisto para nuestro perdón.

El único castigo justo por nuestros pecados es la muerte. La primera parte de Romanos 6:23 declara, “Porque la paga del pecado es muerte...”. La muerte eterna es lo que hemos ganado por nuestros pecados. Pero Dios, en Su plan perfecto, se hizo hombre en la persona de Jesucristo (Juan 1:114). Jesús murió en la cruz, llevando la penalidad que merecíamos – la muerte. 2 Corintios 5:21 nos enseña, “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” ¡Jesús murió en la cruz, llevando el castigo que merecíamos! Siendo Dios, la muerte de Jesús proveyó el perdón por los pecados del mundo entero. 1 Juan 2:2 proclama, “Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” Jesús resucitó, proclamando Su victoria sobre el pecado y la muerte (1 Corintios 15:1-28). Gloria a Dios, que a través de la muerte y resurrección de Jesucristo, la segunda parte de Romanos 6:23 se hace verdad, “...mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

¿Quiere usted tener sus pecados perdonados? ¿Le suele aparecer un permanente sentido de culpa que no parece desaparecer? El perdón de sus pecados está disponible si usted pone su fe en Jesucristo como su Salvador. Efesios 1:7 dice, “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.” Jesús pagó la deuda por nosotros para que pudiéramos ser perdonados. Todo lo que usted tiene que hacer es pedirle a Dios que le perdone a través de Jesús. Si usted cree que Jesús murió para pagar por su perdón, entonces ¡Él lo perdonará! Juan 3:16-17 contienen este maravilloso mensaje, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.”

Perdón - ¿Es en realidad así de fácil?
¡Sí, es así de fácil! Usted no puede ganar por sí mismo el perdón de Dios. No puede pagar a Dios por su perdón. Usted solo puede recibirlo por fe, y por medio de la gracia y misericordia de Dios. Si desea aceptar a Jesucristo como su Salvador y recibir el perdón de Dios, aquí está una oración que usted puede hacer. Hacer esta oración o cualquier otra no va a salvarlo. Es solamente el confiar en Jesucristo lo que le puede librar del pecado. Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle su perdón. “Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que a través de la fe en Él yo pueda ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en ti para la salvación. ¡Gracias por tu maravillosa gracia y perdón! En el nombre de Jesús, ¡Amén!”

jueves, 26 de julio de 2018

¡Calla, alma mía!

En verdad me he comportado y he acallado mi alma como un niño destetado de su madre. ¡Como un niño destetado está mi alma! Salmo 131;2
Imagina a un padre o una madre con el dedo extendido sobre su nariz y su boca, tranquilizando a su hijo con palabras suaves: «shhh… todo está bien». Con el gesto y palabras sencillas busca consolar y tranquilizar al pequeño en su descontento, incomodidad o dolor. Escenas como esta son universales y constantes, y casi todos hemos dado o recibido tales expresiones de amor. Esta es la imagen que nos puede venir a la mente cuando meditamos en el Salmo 131:2.
El lenguaje y la cadencia de este salmo sugieren que David había experimentado algo que lo llevó a una profunda reflexión. ¿Alguna vez enfrentaste una decepción, derrota o fracaso que te impulsaron a orar con intenso recogimiento? ¿Qué haces cuando las circunstancias te abruman, cuando suspendes un examen, pierdes un trabajo o terminas una relación? David derramó su corazón ante el Señor, mientras escudriñaba y evaluaba con sinceridad su alma (Salmo 131:1). Al calmarse ante sus circunstancias, su satisfacción fue como la de un niño que se tranquiliza por el mero hecho de estar con su mamá (verso 2).
Las circunstancias de la vida cambian, y a veces, nos superan. No obstante, podemos sentirnos esperanzados y contentos al saber que hay Alguien que prometió no dejarnos ni abandonarnos nunca. Podemos confiar plenamente en Dios. 
Señor, ayúdame a no estar ansioso, sino a confiar en ti.
La satisfacción solo se encuentra en Cristo.

La Respuesta de Dios

Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.” Marcos 14:32-33

Al Getsemaní solo subieron tres de los doce discípulos de Jesús. A tu Getsemaní, dice Dios Padre, no van a subir todos los que te siguen. En el día de tu gloria no van subir aquellos que sanaste, ni la multitud que necesita de ti, ni la multitud a la que le multiplicaste los panes y los peces. A ese lugar donde tú vas a ser vilipendiado, donde vas a ser prensado para sacar lo mejor de ti, no van aquellos que dicen Hosanna y que te celebran.
Y Cristo les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. Marcos 14:34-35

Jesús oró al Padre que, si fuera posible, lo sacara de aquel problema. Hoy en día, lo que se le ha enseñado a la gente es a orar, como Jesús lo hizo en aquella ocasión, para que Dios les libre de problemas. Lo triste de esto es que, muchas veces, Dios no contesta este tipo de oración, y es la única que muchos saben hacer.
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La Biblia dice que Jesús fue y oró, en el verso 36, para que Dios lo librara de lo que se aproximaba, diciendo: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; esta no es una mala oración, sin duda, pero no es la oración que se debe hacer en momentos parecidos. Pero Jesús, complementándola, continúa diciendo “…aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú, esa sí era la oración (complemento) pertinente. Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Cristo estaba en un momento muy difícil y duro de su vida, pero no encuentra apoyo ni siquiera en aquellos 
que, se supone, debían estar con él hasta el último momento. ¿No ha llegado un momento en tu vida, en el que tú no puedes encontrar apoyo en nadie? Y dice la biblia, en el verso 38“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. ¿Cuáles mismas palabras? Las que había dicho antes: Padre, si es posible, pasa de mí esta copa. Tú todo lo puedes.

Jesús se encuentra en el punto de su vida donde la promesa de Dios va a ser cumplida; la palabra que Dios había dado hace miles de años estaba a punto de ver la luz, y esa presión estaba dentro de Él.
Jesús estaba siendo presionado por todas partes. El texto sigue diciendo: “Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores.”

Cuando todos condenan, Jesús no lo hace

Entonces los escribas y fariseos le trajeron a Jesús una mujer sorprendida en adulterio y poniéndola en medio de él, le dijeron:​ Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres, Tú, pues, ¿qué dices? (Juan 8:3-5).



Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe(Efesios 2:8 y9). 

Hay muchas personas en el mundo que siguen pensando, convencidas de ello, que por ser buenas personas, por haber tratado siempre de hacer el bien, o por tener compasión y misericordia de los más necesitados, tienen asegurada su paz con Dios y la entrada al cielo.

Por otra parte, hay muchas iglesias llenas de cristianos moralistas. Son personas con muchas responsabilidades en la iglesia, manejan finanzas, organizan eventos, están en todas las reuniones y no pierden ninguna de las vigilias, los ayunos y los retiros.
Usted y yo también estamos entre estos dos grupos, los dispuestos a tirar las piedras o de aquellos pocos que vienen quebrantados a los pies del Señor. Ambos somos grupos de pecadores y ninguno estamos exentos de tal condición. Hijos del primer Adán somos todos.
Y aquí debemos tener claro que todos necesitamos la compasión de Jesús, su misericordia y el toque sublime de su gracia.  


¡Señor Jesús,  muéstranos nuestro pecado y danos

un espíritu de arrepentimiento sincero!

lunes, 23 de julio de 2018

Señor, gracias por estar a nuestro lado. Gracias por librarme de todo

No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque el Señor será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso. Proverbios 3:25-26.
Resultado de imagen de Señor, Gracias por estar a nuestro lado. Gracias por librarme de todo
Cuando Dios juzga, no quiere que su pueblo se atemorice. Dios no viene para perjudicar sino para defender a los justos. Consecuencia, el Señor quiere que te muestres valiente. Los que gozamos de la presencia de Dios deberíamos demostrar una gran fortaleza. El Señor puede venir de repente, por eso no deberíamos ser sorprendidos por ninguna cosa repentina.
La serenidad en el peligro y en medio de las calamidades es un don precioso del amor divino. El Señor quiere que sus escogidos tengan discernimiento para comprender que la ruina de los impíos no es una calamidad para todo el mundo. La única calamidad es el pecado.
Deberíamos indignarnos mucho más contra el pecado que nos merece el infierno, que no contra el mismo infierno, que es la consecuencia fatal del pecado. Asimismo, el pueblo de Dios debe manifestar la quietud de su espíritu. El diablo y su simiente están llenos de engaño; mas los que están con Dios jamás caerán en sus lazos seductores.
Sigue adelante, tú que crees en Jesús, y deposita en el Señor toda tu confianza.
Hoy por eso viviré libre de todo temor para moverme en el propósito eterno.
Señor, gracias por estar a nuestro lado. Gracias por librarme de todo pavor y todo temor. Gracias por darme de tu fuerza y aliento. Amén.

¿Puede un creyente perder su Salvación?

¿Es posible que un creyente se pierda, considerando que no logra vivir absolutamente sin pecar?
1. Hay que considerar, primero, que el que se convierte al Señor Jesucristo, según Efesios 1:13-14, es sellado con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras hasta el día de la salvación. En otras palabras: el renacido recibe, de parte de Dios, la garantía de que Él lo guardará hasta el día de la salvación.
Resultado de imagen de ¿Puede un creyente perder su Salvación?2. Según Juan 16:13 el Espíritu Santo nos guía a toda verdad. Dicho de otro modo: una persona que recibe al Espíritu Santo es salva eternamente. El Señor Jesús dice expresamente en Juan 10:28 que nadie arrebatará a Sus ovejas de Su mano, subrayándolo en el versículo 29: “…nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”.
Pero ahora se plantea la pregunta: ¿Qué pasa si peco a pesar de tener esta maravillosa posición de hijo de Dios? Juan responde a esta interrogante: “…y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1). El creyente renacido y lleno del Espíritu Santo, ha sido redimido de la culpa y del poder del pecado, aunque aún no de la presencia del mismo. Y en este punto se confunden muchos hijos de Dios por falta de conocimiento de la gloria de Su persona. Pero también está escrito: “Porque aunque siete veces caiga el justo, volverá a levantarse” (Proverbios 24:16). No obstante, la Biblia nos exhorta insistentemente, señalándonos que, por consciente desobediencia, podemos perder la “segunda bienaventuranza”. La “primera bienaventuranza” es la vida eterna que recibimos gratuitamente por la fe en Jesucristo, mas la “segunda bienaventuranza” es la recompensa que recibiremos.
La primera es imperdible, mientras que la segunda se puede perder. Un padre carnal nunca puede negar que tiene un hijo o deshacer este hecho, pero sí puede desheredarlo. Esta “recompensa” o como lo expresa el Nuevo Testamento de varias maneras, “la corona”, o “la herencia”, la obtenemos solo por seguir fielmente a Jesús (Romanos 8:17 y 1 Corintios 3:11).

Jehová dio, Jehová quitó. ¡Sea el nombre de Dios bendito!

“En el día del bien goza del bien; y en día de la adversidad reflexiona. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de Él” (no sepa qué trae el futuro)Eclesiastés 7:14

Hallar significa “encontrar”. O sea, el Señor va a provocar situaciones a fin de que veamos que en nuestra impotencia o insuficiencia solo podemos asirnos y aferrarnos a Él.
Hay situaciones difíciles que son provocadas por nosotros, pero otras son generadas por Él para probar nuestra fe, lealtad y fidelidad a Él, ya que en ciertas ocasiones la escoria y el pecado en nuestras vidas necesita de ese fuego para desarraigarse de nosotros. Pedro nos dice que nuestra fe debe ser probada como el oro.

Resultado de imagen de Jehová dio, Jehová quitó. ¡Sea el nombre de Dios benditoI Corintios 10:13 dice: ”No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podáis resistir; sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que podáis soportarla”. No hay ni una sola prueba que sea exclusiva o única, es decir, !no eres el único en el mundo que está sufriendo esa prueba!, pero aun si piensas que sí lo eres, el Señor asegura que no te dejará solo, !el que dio la prueba también dará la salida!

Alguien dijo una vez que “al Señor no le interesa tu comodidad sino tu madurez”.
Necesitamos parecernos a Cristo, para el Señor eso es lo más importante.

En el principio...

El hombre responde a la iniciativa divina; es un actor secundario en una historia que es mucho más grande que él.
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan 1:1;14
Resultado de imagen de en el principio era el verboLa declaración del apóstol es una réplica del relato del Génesis, cuyo origen va más allá de la historia particular del planeta que habitamos: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Este "principio" al que los diferentes autores se refieren, escapa de los parámetros usados para medir el paso del tiempo, pues está escondido en la misma eternidad. 

Juan no pretende entrar en el misterio de esta frase. Simplemente afirma que el Verbo existía desde siempre, porque el Verbo es Dios mismo. Su declaración nos ayuda a asumir, desde el mismo principio, la postura correcta en nuestra relación con el Señor. Él es el origen de todas las cosas, incluso de nuestra propia historia personal. Una y otra vez, a medida que caminemos con Él, vamos a retornar a esta verdad. Cada escena que presenciemos nos conducirá indefectiblemente, a la persona de Dios. El hombre es, y por siempre será, el que responde a la iniciativa divina, un actor secundario en una historia mucho más grande y profunda que el relato de nuestro fugaz paso por este planeta.

viernes, 20 de julio de 2018

Vidas que testifican

 Al contrario, santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. 1 Pedro 3;15
Mientras me hospedaba en un hotel, vi que había una tarjeta sobre el escritorio de mi cuarto que decía: Bienvenido. Nuestra oración es que tenga una estadía reposada y un viaje fructífero. Que el Señor lo bendiga y lo guarde, y que haga resplandecer su rostro sobre usted.
Esa tarjeta de la compañía que administra el hotel hizo que quisiera saber más, así que entré en su portal de Internet y leí sobre su filosofía, solidez y valores. De manera encantadora, ellos buscan la excelencia y ponen en práctica su fe en el mismo lugar de trabajo.
Su filosofía me recordó las palabras de Pedro a los seguidores de Jesús dispersos en Asia Menor. Los alentaba a demostrar su fe en Cristo en la sociedad en que vivían. Aunque enfrentaban amenazas y persecución, les dijo que no temieran: «santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros» (1 Pedro 3:15).
Podríamos llamar a esto: «vivir un estilo de vida que ofrece una explicación». Independientemente de dónde vivimos o trabajamos, que Dios nos dé poder para poner en práctica nuestra fe, y para estar siempre dispuestos a responder con amabilidad y respeto a todo el que nos pregunte a qué se debe nuestra esperanza. 

Señor, quiero honrarte hoy con mi testimonio.
Que nuestras vidas hagan que otros quieran saber por qué tenemos esperanza.

El joven lector

¿Pero,... estás leyendo jovencito?
Oh, sí, estoy revisando cómo se hacen las embarcaciones, pues me llama la atención el hecho que el hierro flota y siempre me preguntaba por qué ocurría eso.
Jovencito, deja los libros, eso no te llevará a nada bueno, solo los hacen para que la gente pierda el tiempo. Mira yo, como trabajo, todo me lo han enseñado, y así se aprende en la vida, viendo y haciendo, pero leer es una pérdida de tiempo muchacho.
Ramiro se incorporó de su asiento y le dirigió una mirada penetrante al viejo entrado en los setenta, y le preguntó: Disculpe don Carmelo, usted que sabe, ¿cómo hacen los barcos para flotar siendo tan pesados y con cargamentos de muchas toneladas?
El viejo, que lo estaba tentando a dejar de leer, le dijo: no, realmente nunca me ha interesado eso hijo, pues las cosas que ya están hechas no necesitan discutirse.
Pero vea lo que dice aquí Don Carmelo, esto es algo nuevo en mi cerebro, aquí dice que los barcos flotan porque son menos densos que el agua…
Si bien es cierto que la inmensa mayoría de los barcos son de metal (el cual se hunde con gran facilidad), estos ocupan un gran volumen. Ahora bien, ¿qué es la densidad? Densidad es la cantidad de materia que existe en una unidad de volumen.
Una esfera de 1 metro cúbico de hierro sin duda se irá al fondo del mar. Pero si con ese mismo metro cúbico de hierro construimos una esfera hueca, su volumen será mucho mayor que el de la esfera sólida, y con la ayuda del empuje del agua hacia arriba (Principio de Arquímedes), flotará.
Un objeto que está hueco tiene poca densidad, porque en su mayoría está lleno de aire. Con el barco ocurre lo mismo; aunque sea de hierro, flota en el agua a causa del aire que tiene dentro. En el caso de que se le haga un agujero en el casco, el agua entrará expulsando el aire hacia fuera, entonces la densidad del barco será mayor que la del agua y el barco se hundirá.
Resultado de imagen de El joven lectorEl viejo, volvió a carraspear y dijo: ¡mira qué interesante muchacho, no se me había ocurrido eso nunca!El jovencito, levantando su mirada a él le comentó: mire qué importante es leer Don Carmelo, si se tienen dudas; dicen entonces, que uno debe buscar la respuesta y luego ya no tendrá esa misma duda.
El viejo se rascó la cabeza y frunciendo el ceño dijo: bueno, yo creo que si leyéramos las cosas que escriben las personas cuerdas,... sería algo bueno, pero no creo que todas sean cuerdas muchacho.
¿Como puede usted saber eso Don Carmelo? ¿Está usted cuerdo?
¡Claro, muchachito malcriado!, si no no estaría hablando contigo, ¡mira qué locuras las que preguntas!
Pues lo pregunto por lo que usted me dice que los que escriben no todos están cuerdos y por eso debo yo dejar de leer.
Yo lo que siento es que aprendo cada vez que leo, que mi mente toma todo lo que necesita y sí, en muchas cosas a veces veo que algunos que escriben dicen cosas malas, y mi mente debe estar apta y saber o buscar si de verdad eso es real, bueno o malo. Me obliga a hacer algo más que leer, me induce a investigar.
¿Investigar qué? Preguntó con asombro el viejo. ¿Acaso es que te vas a convertir en un agente de investigación? Yo para evitar toda esa fatiga no me preocupo por nada. Bueno, allá tú que quieres seguir aquí en tus lecturas. Es interesante eso de por qué flotan los barcos, pero de qué me sirve a mi edad eso, nunca me ha servido.

El joven, con una sonrisa, le contestó: si nunca se lo preguntó,... le entiendo su forma de actuar Don Carmelo, pero es que mi mente quiere saber siempre cosas y me es difícil actuar como usted me dice que haga, no leer.