La Biblia en ninguna parte instruye a los creyentes en Cristo a orar a nadie más que a Dios. Tampoco la Biblia, en ningún lugar, anima ni menciona que los creyentes le pidan oraciones a individuos en el cielo. ¿Por qué entonces, muchos católicos oran a María y/o a los santos, o les piden orar por ellos? Porque los católicos ven a María y a los santos como “intercesores” ante Dios. Por lo tanto, si un santo le lleva una oración a Dios, es más efectivo que el que oremos directamente a Dios. Este concepto es evidentemente anti-bíblico.Hebreos 4:16 nos dice que nosotros, los creyentes aquí en la tierra, “... acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
1 Timoteo 2:5 declara, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” No hay nadie más que pueda ser mediador ante Dios por nosotros. Si Jesús es EL ÚNICO mediador, eso indica que María y los santos no pueden ser mediadores. Ellos no pueden ser mediadores de nuestras peticiones en oración a Dios. Más aún, la Biblia nos dice que Jesucristo mismo intercede por nosotros ante el Padre “por lo cual (Jesucristo) puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25). Con Jesús mismo intercediendo por nosotros, ¿por qué necesitamos que María o los santos intercedan por nosotros? ¿A quién escuchará Dios que sea más cercano que Su Hijo? Romanos 8:26-27 describe al Espíritu Santo intercediendo por nosotros. Con el segundo y tercer miembro de la Trinidad ya intercediendo por nosotros ante el Padre en el Cielo, ¿qué necesidad habría de tener a María o a los santos intercediendo por nosotros?
Los Católicos argumentan que el orar a María y a los santos no es diferente a pedirle a alguien que ore por ti aquí en la tierra. Veamos este punto profundamente:
(1) El apóstol Pablo les pide a otros cristianos que oren por él en Efesios 6:19. Muchas Escrituras describen a creyentes orando unos por otros (2 Corintios 1:11; Efesios 1:16; Filipenses 1:19; 2 Timoteo 1:3) Pero la Biblia en ninguna parte menciona a alguien pidiéndole a alguien más en el Cielo que ore por él. La Biblia en ninguna parte describe a alguien en el Cielo orando por alguien en la tierra.
(2) La Biblia no da absolutamente ninguna indicación de que María o los santos puedan escuchar nuestras oraciones. María y los santos no son omniscientes ni omnipresentes. Aún glorificados en el Cielo, ellos son seres finitos con limitaciones. ¿Cómo es posible que puedan escuchar las oraciones de millones de personas? Cada vez que la Biblia menciona el orar o hablar con los muertos, se entiende como dentro del contexto de magia, brujería, necromancia, y adivinación, actividades que la Biblia condena fuertemente (Levítico 20:27; Deuteronomio 18:10-13). En otro contexto, cuando es invocado un “santo” como en 1 Samuel 28:7-19, Samuel no estaba precisamente contento de ser perturbado. Está perfectamente claro, entonces, que el orar a María o a los santos es completamente diferente de pedirle a alguien, aquí en la tierra, que ore por ti. Esta opción tiene una fuerte base bíblica, la otra no tiene absolutamente ninguna base en la Biblia.
Dios no responde las oraciones basándose en quién es quien ora. Dios contesta las oraciones basándose en que lo que se pida vaya de acuerdo a Su voluntad (1 Juan 5:14-15). No hay absolutamente ninguna base o necesidad para orar a alguien más que a Dios. No hay base para pedir a aquellos que están en el Cielo, que oren por nosotros. Solo Dios puede escuchar nuestras oraciones, y solo Dios puede responder a ellas. Nadie en el Cielo, tiene mayor acceso al trono de Dios que el que tenemos como creyentes a través de la oración (Hebreos 4:16).
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