Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. (Filipenses 1:6)
La Perfeccionará – ¿Quién de nosotros podría llegar a la medida que Él ha marcado? La santidad está justo más allá de nuestro alcance, no importa lo alto que seamos capaces de llegar.
Si alguna vez te has sentido como si no existiera forma de llegar allí, si alguna vez sentiste que tu catálogo de fracasos, incluso después de tu conversión, fuera demasiado, entonces este versículo es para ti. Y es aplicable a todos nosotros.
La Perfeccionará – ¿Quién de nosotros podría llegar a la medida que Él ha marcado? La santidad está justo más allá de nuestro alcance, no importa lo alto que seamos capaces de llegar.
Si alguna vez te has sentido como si no existiera forma de llegar allí, si alguna vez sentiste que tu catálogo de fracasos, incluso después de tu conversión, fuera demasiado, entonces este versículo es para ti. Y es aplicable a todos nosotros.
Pablo nos dice, noticia maravillosa, Dios no ha terminado aún con nosotros. Dios nunca nos deja. Él garantiza el resultado final, no somos nosotros. Lo que Dios comienza, lo termina.
Tenemos a Dios como el Padre de la perspectiva final. En otras palabras, en lo referente a los justos ante Él, Dios nos trata como si ya estuviéramos completos. Él no te ve como tú te ves. Él te ve en el mismo estatus que Yeshua, (Jesús) justo. Esa es la mitad de nuestra realidad. Completos en Cristo, terminados, sin nada que agregar.
Pero existe otra mitad. Y la otra mitad no es sobre justificación. Esa mitad es sobre la conformación y la utilidad del carácter. Es la mitad de su proceso de trabajo. Pero, y es un pero muy grande, aún no depende de ti. Dios ha comenzado algo en tu vida y Él lo terminará. Él se asegurará que lo que debe cumplirse para la conformación máxima de carácter y utilidad en ti se cumpla.
Él gestionará tu proyecto de vida de tal manera, que te confrontarás con esas cosas que Dios desea que completes. La mayoría del tiempo no serán tareas. Dios no necesita que seas su buen trabajador. Él desea, más aún, quiere que te conviertas en su hijo devoto. La meta es la semejanza de Cristo. Todo lo que hace en tu vida lo hace en pos de esa meta. Lo que haya que hacer en el camino será bello, pero es el producto secundario de la meta final.Pero existe otra mitad. Y la otra mitad no es sobre justificación. Esa mitad es sobre la conformación y la utilidad del carácter. Es la mitad de su proceso de trabajo. Pero, y es un pero muy grande, aún no depende de ti. Dios ha comenzado algo en tu vida y Él lo terminará. Él se asegurará que lo que debe cumplirse para la conformación máxima de carácter y utilidad en ti se cumpla.
¿Recuerdas cuál es la imagen hebrea del pecado? No dar en el centro del blanco. La ingeniería de Dios está diseñada para moverte al centro del blanco, para que todas las bendiciones y beneficios que Él lanza hacia ti, te den en el lugar exacto. El Señor te mueve hacia la línea de fuego. Ese es el propósito. ¡DIOS lo hará!
Hoy necesito saber que Dios trabaja para completarme, porque en días como hoy no sé cómo puedo hacerlo yo. Ese evidentemente, es el punto. Pero Él sí puede. Gracias sean al Señor, pues Él es Dios.
Hoy necesito saber que Dios trabaja para completarme, porque en días como hoy no sé cómo puedo hacerlo yo. Ese evidentemente, es el punto. Pero Él sí puede. Gracias sean al Señor, pues Él es Dios.
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