“El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo".
Es increíble que todas las personas tienen sueños, pocas creen en sus sueños y muy pocas las que van tras sus sueños.
¿Por qué muchas personas no van tras sus sueños? La mayoría piensa que, al encontrarse con el primer obstáculo cree que no puede y por lo tanto, desiste de ellos prefiriendo quedarse en la zona cómoda. La vida sin sueños parece segura, pero su final es muy aburrida. ¿La ves así? ¿Estás disfrutando tu vida o estás viendo pasar los años?
Mientras tú piensas que no se puede, hay otros que piensan que sí. Son creadores de posibilidades. Recuerda que para el que cree todas las cosas son posibles. ¿Crees o dudas?
¿Cuál es tu excusa para no ir tras tus sueños?
Porque, eso sí, todos los sueños vienen con desafíos, con obstáculos para ser superados, y si quieres hacerlos reales tienes que estar dispuesto a pagar un precio. Siempre hay un precio que pagar. Piensa en José, quien pasó de esclavo a primer ministro de Egipto. ¿Fue fácil para él? No, tuvo que vencer muchos obstáculos para ver cumplidos sus sueños.
Parece ser un buen día para sobreponerte a los obstáculos, para decirle adiós a las excusas que te paralizan. Las excusas no te ayudan para nada, recuerda lo que le pasó al hombre al que se le dio un talento o mil monedas. ¿Qué hizo este hombre cuando su jefe lo llamo para hacer cuentas?
“Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. Me dio miedo y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas”. “El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses”. Mateo 25: 24-27
¿Qué estás haciendo con los sueños que Dios puso en tu corazón?
Dios ha confiado en ti talentos, recursos, habilidades para que puedas vivir la vida al máximo. Él te ha dado todo lo que necesitas para ir tras tus sueños. A veces pensamos que los gigantes están afuera, pero los verdaderos gigantes o impedimentos que te atacan están en tu interior. Necesitas conocerte y desarrollar confianza en ti mismo.Es increíble que todas las personas tienen sueños, pocas creen en sus sueños y muy pocas las que van tras sus sueños.
¿Por qué muchas personas no van tras sus sueños? La mayoría piensa que, al encontrarse con el primer obstáculo cree que no puede y por lo tanto, desiste de ellos prefiriendo quedarse en la zona cómoda. La vida sin sueños parece segura, pero su final es muy aburrida. ¿La ves así? ¿Estás disfrutando tu vida o estás viendo pasar los años?
Mientras tú piensas que no se puede, hay otros que piensan que sí. Son creadores de posibilidades. Recuerda que para el que cree todas las cosas son posibles. ¿Crees o dudas?
¿Cuál es tu excusa para no ir tras tus sueños?
Porque, eso sí, todos los sueños vienen con desafíos, con obstáculos para ser superados, y si quieres hacerlos reales tienes que estar dispuesto a pagar un precio. Siempre hay un precio que pagar. Piensa en José, quien pasó de esclavo a primer ministro de Egipto. ¿Fue fácil para él? No, tuvo que vencer muchos obstáculos para ver cumplidos sus sueños.
Parece ser un buen día para sobreponerte a los obstáculos, para decirle adiós a las excusas que te paralizan. Las excusas no te ayudan para nada, recuerda lo que le pasó al hombre al que se le dio un talento o mil monedas. ¿Qué hizo este hombre cuando su jefe lo llamo para hacer cuentas?
“Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. Me dio miedo y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas”. “El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses”. Mateo 25: 24-27
¿Qué estás haciendo con los sueños que Dios puso en tu corazón?
Algunos gigantes internos con los cuales luchamos:
- No puedo. ¿Quién dice que no puedes? Hay un proverbio que dice: “La chica que no sabe bailar dice que la banda no sabe tocar”.
- No me alcanza el tiempo. ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Cómo usas tu vida?
- No tengo dinero ni recursos. ¿Quién te dio la sabiduría para hacer las riquezas?
- No tengo la educación suficiente. Muchas de las personas que están teniendo éxito no han completado su educación primaria ni secundaria.
- No sé. Debes saber que los grandes inventores no sabían lo que descubrieron hasta que se comprometieron a hacer realidad sus sueños.
La lista de excusas puede ser larga, algunas muy buenas, pero de qué te valen si no estás viviendo la vida. Nunca conseguirás tus sueños hasta que no asumas riesgos.
Debes confiar en Dios, en lo que te ha dado, y comenzar, también, a confiar en tus habilidades. Entrégate de lleno a tus sueños, no dudes y te sorprenderás. No renuncies a tus sueños por muy grandes que veas los obstáculos. Tú puedes, has sido diseñado para ser un ganador/a.
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