jueves, 6 de febrero de 2014

La libertad de la gracia

“El pecado ya no es más su amo, porque ustedes ya no viven bajo las exigencias de la ley. En cambio, viven en la libertad de la gracia de Dios.”
Romanos 6:14 Nueva Traducción Viviente.
Querer agradar a DIOS mediante la realización de buenas obras es desgastador. Vivir bajo las exigencias de la ley produce aflicción en el alma, en cambio el don de la gracia trae libertad. En ocasiones la culpabilidad del creyente le roba libertad en el corazón, porque éste intentará por medio de buenas obras lavar su culpa. Siendo, como es, que la gracia es el gran regalo que se recibe. ¡Así es! Solamente hay que recibirla como un regalo:
“Pues el pecado de un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.” Romanos 5:17 (Nueva Traducción Viviente).
Jesús derramó su sangre en la Cruz para ofrecer libertad verdadera mediante la gracia. No importando qué pecados se hayan cometido, Él los pagó, y espera que los suyos disfruten plenamente el regalo que les da. No espera que le sea pagado nada por lo que Él hizo, sino que le alaben.
Todo aquel que ha aceptado a Jesús como Señor y Salvador tiene paz con DIOS. Ha recibido la justicia y santidad de Jesús. Por lo que no es imprescindible, aunque normalmente lo haga como consecuencia, que intente agradar al Padre obedeciendo la ley, sino que fundamentalmente aceptará por fe el regalo de la justicia de Jesucristo. Pues todo aquel que ha aceptado a Jesús como Salvador, de Él se ha revestido (Gálatas 3:27). Ya no está desnudo a los ojos de DIOS.

Escoge mantenerte en la libertad de la gracia. Acepta plenamente en tu corazón la obra completa de Jesucristo; así vivirás en libertad.


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