lunes, 9 de septiembre de 2013

Entre la vida y la muerte, la decisión es tuya - Reflexión, meditación - Vídeo

Nuestra calidad de vida es el resultado de nuestros hábitos y éstos, a su vez, son producto de nuestras acciones. Sin embargo, toda acción va precedida de un pensamiento, y una de las consecuencias de los pensamientos que albergamos en nuestra mente, es la secreción de hormonas desde glándulas como el hipotálamo y la pituitaria. Éstas se encargan de transmitir mensajes a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, si tenemos pensamientos hostiles y de enojo, nuestro corazón se acelera, sube la presión arterial y la cara se sonroja. Los sentimientos de ira, enemistad, resentimiento, depresión y tristeza, debilitan el sistema inmunológico del cuerpo y favorecen la aparición de las llamadas enfermedades psicosomáticas.

Nadie puede negar la existencia de una relación entre nuestra salud y nuestra actitud mental. Una actitud positiva, un alto grado de motivación y entusiasmo crea las condiciones apropiadas para el desarrollo de una buena salud, de una buena digestión y del desenvolvimiento normal de los procesos metabólicos del cuerpo. 

life_or_death-450x326
Los pensamientos positivos, como el entusiasmo y el amor, producen un flujo de neurotransmisores y hormonas en el sistema nervioso central, que estimula, da energía al cuerpo y crea las circunstancias propicias para el mantenimiento o restauración de una buena salud. Cada uno de nosotros es, hasta cierto punto, responsable del nivel de salud del cual está disfrutando.
¿Se ha dado cuenta de cómo aquellas personas que se quejan constantemente por todo, por lo general son las mismas que suelen enfermarse con más frecuencia? 
Martín Seligman, profesor de la Universidad de Pennsylvania, asevera que el sistema inmunológico de la persona pesimista y negativa, no responde tan bien como el de la persona optimista y positiva.
Una actitud triunfadora y perseverante no sólo nos puede ayudar a alcanzar nuestras metas, sino que en muchas ocasiones puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. 

Un grupo de investigadores del hospital King´s College de Londres, realizó un estudio con 57 pacientes que sufrían de cáncer de seno y que habían recibido una mastectomía. Siete de cada diez mujeres, aquellas que poseían un “espíritu de lucha”, diez años más tarde aún tenían vidas normales, mientras que cuatro de cada cinco de aquellas personas, que en opinión de los doctores “habían perdido la esperanza”, poco tiempo después de haber oído su diagnóstico habían muerto.

La buena noticia es que la Biblia nos enseña que tenemos que renovar nuestra mente, cambiar nuestra forma de pensar, y vestirnos del nuevo hombre creado según Dios: Efesios 4: 22-24 (NT)
Este versículo nos habla de una manera o estilo de vida, que se tiene antes de ser nuevas criaturas en Cristo Jesús, y se nos dan las salidas o soluciones para que este antiguo estilo de vida sea transformado al de la imagen de Dios.

Usted puede cambiar hoy su actitud y el efecto negativo que ésta ejerza sobre su salud física. Empiece por modificar la clase de pensamientos que mantiene en su mente. Piense como Jesús, su vida puede depender de ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario