martes, 23 de julio de 2019

La fe. Una respuesta humana

Muchos consideran que la fe que nos relaciona con Dios, y que nos permite recibir de Él todas las cosas buenas que Él tiene para darnos, es un don o regalo de Dios; basados en Efesios 2:8, donde la Palabra de Dios nos dice:
“…Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe…”
Aquí erróneamente, muchos ministros se equivocan al pensar que cuando Pablo escribe sobre el don, se refiere a la fe. Mas analizando el versículo, el tema central del mismo no es la fe sino la salvación.
Lo que este verso nos dice es lo siguiente:
Imagen relacionada1. Que la Gracia de Dios es la fuente en la que se origina nuestra salvación. Es decir: el amor o favor inmerecido de Dios es la virtud divina de la que proviene el don o regalo de la salvación. La salvación es un regalo divino para toda la humanidad y, como todo regalo, es gratis.
2. Que la fe es el medio por el cual los hombres recibimos el regalo de la salvación y no por algún otro tipo de mérito nuestro. Por eso Pablo recalca: “…y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
La fe es nuestra respuesta a la gracia de Dios que se nos hace manifiesta para salvación por medio del evangelio, como lo declara el Apóstol Pablo, en Romanos 1:16-17 "No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego, 17 pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá».
El evangelio no es poder de Dios para salvación para todos, sino solo para el que cree en el mensaje de salvación que nos trae.

¿Cómo estoy seguro de que oro de acuerdo a la voluntad de Dios?

La aspiración más alta del hombre debe ser darle gloria a Dios (1 Corintios 10:31), y esto incluye orar de acuerdo a Su voluntad. 
Primero, debemos pedir sabiduría. “Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5). Al pedir sabiduría, debemos también confiar en que Dios en su bondad está dispuesto a responder a nuestras oraciones: “Pero pida con fe, no dudando nada…” (Santiago 1:6Marcos 11:24). Así que, orar de acuerdo a la voluntad de Dios, incluye pedir sabiduría (para conocer la voluntad de Dios) y pedir con fe (confiando en la voluntad de Dios). 
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Estas son siete instrucciones bíblicas que guiarán al creyente para orar de acuerdo a la voluntad de Dios: 

1) Ora por lo que la Biblia manda que oremos. Se nos dice que oremos por nuestros enemigos (Mateo 5:44); para que Dios envíe misioneros (Lucas 10:2); para que no entremos en tentación (Mateo 26:41); por los ministros de la Palabra (Colosenses 4:32 Tesalonicenses 3:1); por las autoridades del gobierno (1 Timoteo 2:1-3); para aliviar la aflicción (Santiago 5:13); y por la sanidad de hermanos creyentes (Santiago 5:16). En donde Dios manda oración, podemos orar con la confianza de que estamos haciendo Su voluntad. 

2) Sigue el ejemplo de personas piadosas en la Escritura. Pablo oraba por la salvación de Israel (Romanos 10:1). David oraba por misericordia y perdón cuando pecó (Salmos 51:1-2). La iglesia primitiva oraba por valor para testificar (Hechos 4:29). Estas oraciones estaban de acuerdo a la voluntad de Dios, y en la actualidad se pueden hacer oraciones similares. Así como Pablo y la iglesia primitiva, nosotros deberíamos orar siempre por la salvación de otros. Por nosotros mismos, debemos orar como lo hizo David, siempre conscientes de nuestros pecados y trayéndolos ante Dios, antes de que obstruyan nuestra relación con Él y frustren nuestras oraciones. 

3) Ora con la motivación correcta. Los motivos egoístas no serán bendecidos por Dios. “Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3). También debemos orar, no para que nuestras elevadas palabras puedan ser oídas y podamos ser vistos por otros como “espirituales”, sino mayormente en privado, en secreto, para que nuestro Padre celestial que escuchará en lo privado, nos recompense en público (Mateo 6:5-6). 

Cómo conciliar el amor y la guerra

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; 28 bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian. 29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. 30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. 31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Lucas 6.27-31
Resultado de imagen de Cómo conciliar el amor y la guerraAlgo que genera confusión en cuanto a la guerra es la aparente discrepancia entre las palabras de Cristo y las batallas aprobadas por Dios en el Antiguo Testamento. ¿Pueden conciliarse ideas tan distintas? ¿Cómo puede el Dios que le dijo a Israel que destruyera a los cananeos... destruirás completamente al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová, tu Dios, te ha mandado (Deuteronomio 20.17) ser el mismo que dijo: “Amad a vuestros enemigos” (Lucas 6.27)?
Para interpretar correctamente pasajes bíblicos como estos, es importante entender su contexto. En Lucas 6, el Señor estaba hablando de conflictos personales, no de guerras nacionales. Como hijos de Dios, debemos imitarlo siendo “benignos para con los ingratos y malos” (verso 35).
Para aclarar más esta cuestión, debemos distinguir entre órdenes dadas a naciones e instrucciones dadas a personas. El Señor ha conferido ciertas responsabilidades a los gobiernos. Los llama ministros de Dios para el bien, y les confía el castigo del mal (Romanos 13.4). Mientras que a las personas, les dice: “No os venguéis” (Romanos 12.19).
Dios permite que los gobiernos se involucren en la guerra para la protección de quienes son agredidos. En el campo de batalla, un soldado con una mentalidad humilde cumple con sus deberes porque es obediente a la autoridad de su gobierno (Romanos 13.1, 2). Lo cual es diferente a que alguien busque venganza; el asesinato es la reacción ante la ira o los celos; está motivado por el deseo de destruir a otra persona, y a menudo resulta también en la propia destrucción.
Ha habido momentos en que la guerra ha llevado la paz entre las naciones. Pero nunca experimentaremos paz interior si contendemos con las personas que nos tratan mal.

sábado, 20 de julio de 2019

¿Qué es la gracia de Dios?

La Gracia de DiosEs difícil explicar

un concepto divino con palabras

humanas 


Una historia de dolor horrible
Imaginemos a una familia hermosa con un hijo de tres años de edad, a quien aman entrañablemente. Este niño se ha convertido en una fuente de atención y alegría para todos en el hogar. Está creciendo y se desarrolla con plenitud. Todos en la familia están felices con esta nueva criatura.
Papa, mama y el bebe
De pronto, en la mañana de un día fatal, cuando la familia se preparaba para llevar al niño a la guardería infantil, al salir a la puerta de su casa se encontraron frente a frente a un hombre malvado que de una manera cruel y despiadada, descarga varios disparos sobre el cuerpecito de este niño, y con toda su frialdad lo deja muerto frente a sus padres y vecinos.
Este sangriento crimen deja a esta familia destrozada y sin ninguna duda, los marca a todos por el resto de sus días en esta tierra.

¿Cuál sería la actitud de estos padres?

Opción # 1Si ellos sacaran un revólver y lo mataran con sus propias manos, a esto lo llamaríamos: VENGANZA.
Opción # 2Si llaman a la policía, levantan cargos contra el asesino, y esperaran a que lo capturasen y juzgasen frente a un tribunal, a esto lo llamaremos: JUSTICIA.
Opción # 3. Si los padres de esta criatura indefensa perdonasen a este asesino, lo invitaran a vivir en su casa, le hicieran parte de su familia y no cesaran de contarle del amor de Dios,... supongamos que estos padres hacen lo indecible por conducir a este criminal por los caminos del Señor y le perdonan de todo corazón, ¡esto no tiene otro nombre que: GRACIA!

¿Quién puede vivir en plenitud esta gracia?
Gracia favor que no merezco
Solo hay uno, que fue desechado, ultrajado, clavado en una cruz y lacerado por hombres malvados y criminales; sin embargo, solo exclamó antes de morir: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen". (Lucas 23:34).

"Es que somos más pecadores de lo que realmente pensamos; pero a la vez somos más amados de lo que creemos".

 

Timothy Keller.



¡Que el Espíritu Santo trabaje!, para que podamos mirar un poquito a la depravación interna del pecado que mora en nosotros. Y a la vez, que este mismo Espíritu Divino nos haga vislumbrar algo de la Santidad Suprema de Dios.
Porque si tan solo pudiéramos imaginar de una forma finita y minúscula el abismo que separa ambos misterios, entonces estaríamos dando el primer paso hacia un delgado rayo de luz de la inmensurable Gracia de nuestro Salvador.  
¿Podremos entender lo siguiente?
"Cuando veo adentro de mi corazón y percibo su infinita maldad, creo que es un abismo más hondo que el infierno. Cuando oro, peco; cuando predico, peco; tengo que arrepentirme de mi arrepentimiento, y mis lágrimas necesitan lavarse en la sangre de Cristo." Jonathan Edwards.

Pertenecer al Club

Varias niñas adolescentes decidieron formar un club de cosas que no necesitaban con el fin de recaudar dinero para misiones. Las chicas decidieron añadir más dinero al fondo con su sacrificio personal. La mayoría de ellas eran de familias pudientes y fácilmente identificaron maneras de contribuir.
Resultado de imagen de perro LuceroPero Margie era diferente. Su familia tenía pocos bienes y casi nada les sobraba, por lo tanto, fue difícil para ella saber con qué contribuir. Cierto día se arrodilló al pie de su cama y le pidió a Dios que le mostrara algo que pudiese dar. Mientras oraba, su perrito mascota lamió sus manos, y de pronto recordó que el médico de la familia se había ofrecido a comprarlo.
Las lágrimas brotaron de sus ojos mientras exclamaba:
– ¡Oh Lucero, no me imagino cómo sería tener que despedirme de ti! Y entonces pensó en el regalo que Dios le hizo al mundo.
-¡Lo haré!, -dijo ella. Se dirigió hacia la casa del médico y vendió a su perro por cincuenta euros. Y aunque echaba de menos al perrito, aun así estaba muy contenta.
Cuando el médico supo cuál fue la razón por la que Margie vendió su perro, se lo devolvió con una nota atada al collar.
La nota decía: Anoche le entregué a Dios lo que sobraba de mi desperdiciada vida. Me encantaría pertenecer a tu club, y deseo comenzar dando a Lucero.
Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

¿Tienes hambre ahora?

Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarlo? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y saciaos», pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?17 Así también la fe, si no tiene obras, está completamente muerta. 18 Pero alguno dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras. Santiago 2;14-18
Tomás sabía lo que tenía que hacer. Nacido en una familia pobre de la India y adoptado por una pareja estadounidense, en un viaje a su tierra natal fue testigo de las enormes necesidades de los niños de esa nación. Entonces, supo que tenía que ayudar. Comenzó a hacer planes para regresar a Estados Unidos, terminar de estudiar, ahorrar dinero y regresar años después.
Pero después de leer Santiago 2:14-18, donde el apóstol pregunta: «¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?», oyó que una niñita, llorando, le decía a su madre: «Pero mamá, ¡tengo hambre!». Recordó entonces cuando él mismo, de niño, había tenido mucha hambre, mientras revolvía los cubos de basura. Así supo que no podía esperar años para ayudar, y se decidió: ¡Empezaré ya mismo!
Actualmente, el orfanato que fundó alberga a 50 niños bien alimentados y atendidos, los cuales aprenden de Jesús y reciben educación; todo porque un hombre no dejó para después lo que sabía que Dios le estaba pidiendo que hiciera.

El mensaje de Santiago también se aplica a nosotros. Nuestra fe en Jesucristo nos brinda grandes ventajas: relación con Dios, una vida abundante y esperanza futura. Pero ¿cómo beneficia esto a los demás si no ayudamos a los necesitados? Escucha el clamor: «¡Tengo hambre ahora!».
Señor, guía mis pasos para ayudar ahora mismo.
¿Qué necesidades te conmueven? ¿Qué puedes hacer para ayudar a los demás, aunque parezca insignificante?

miércoles, 17 de julio de 2019

¿Qué significa adorar al Señor en espíritu y en verdad?

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La idea de adorar al Señor "en espíritu y en verdad" viene de la conversación que tuvo Jesús con la mujer en el pozo en Juan 4:6-30. En la conversación, la mujer estaba discutiendo sobre los lugares de adoración con Jesús, diciendo que los judíos adoraban en Jerusalén, mientras que los samaritanos adoraban en el monte Gerizim. Jesús le acababa de revelar que Él sabía acerca de sus muchos maridos, así como el hecho de que el hombre con el cual vivía no era su marido. Esto hizo que ella se sintiera incómoda, por lo que intentó desviar Su atención de su vida personal y pasar a temas religiosos. Jesús no quiso desviarse de la lección que quería darle sobre la verdadera adoración, y llegó al punto central del asunto: "Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que lo adoren" (Juan 4:23).

La aplicación general sobre la adoración al Señor en espíritu y en verdad, es que no debe limitarse a una única ubicación geográfica ni necesariamente debe ser regulada por las disposiciones transitorias de la ley del Antiguo Testamento. Con la venida de Cristo, la separación entre judíos y gentiles ya no era procedente, como tampoco lo era la centralidad del templo en la adoración. Con la venida de Cristo, todos los hijos de Dios adquirieron igual acceso a Dios a través de Él, y la adoración se convirtió en un asunto del corazón, no de las acciones exteriores, dirigida por la verdad y no por una ceremonia.

En Deuteronomio 6:5, Moisés establece para los Israelitas cómo amar a su Dios: "Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas". Nuestra adoración a Dios es dirigida por nuestro amor hacia Él; cuando amamos, adoramos. Puesto que la idea de "fuerza" en hebreo indica totalidad, Jesús amplió esta expresión a la "mente" y "con todo lo que eres" (Marcos 12:30Lucas 10:27). Adorar a Dios en espíritu y en verdad implica amarlo con todo el corazón, el alma, mente y fuerza.

Cristo es la peña de Horeb que está brotando por mí.

Tipos y figuras de la Biblia
¿Sabías de esta analogía? Israel, el pueblo escogido por Dios fue sacado de Egipto por la mano poderosa del Señor. En su peregrinar por el desierto siempre fueron infieles a Dios; pero aún así llegaron a la tierra de Canaán, y finalmente Dios mismo tuvo que descender en forma humana a este mundo, para morir en una cruz por su pueblo y poder redimir a ellos y a nosotros, los gentiles.
Definitivamente el pueblo de Israel no pudo, con sus obras, ceremonias y cumplidos, satisfacer la santa justicia de Dios. Esto solo lo pudo lograr la persona de Cristo.
Pues resulta que, tú y yo también, somos hoy ese pueblo que Dios ha escogido y nos ha sacado de este mundo de pecado, por Su mano poderosa (no por nuestros esfuerzos piadosos); pero en medio de nuestro peregrinar cristiano siempre estamos siendo infieles a Dios.
Por lo tanto, no queda otra alternativa que abrazar y creer en el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario, para redimir todas nuestras miserables maldades.

En medio del desierto el pueblo de Israel tuvo muchas quejas y pecados; pero Jehová Dios siempre fue paciente y amoroso con ellos, satisfaciendo sus necesidades en medio de los grandes desafíos que resultó su peregrinar a la tierra prometida.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua. (Jeremías 2:13).

Los hijos de Dios han tomado de la peña de Horeb, y ya no corren de aquí para allá buscando donde calmar su sed.


Historia de la Biblia
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Los primeros versículos del capítulo 17 de Éxodo nos describen la historia de cómo los israelitas argumentaron contra Moisés y le dijeron: ¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Solo para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestro ganado?

Clamó entonces Moisés al Señor, y le dijo: ¿Qué voy a hacer con este pueblo? ¡Solo falta que me maten a pedradas!
Entonces, el Señor le dijo: golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Éxodo 17;6
Dios en Su Gracia, les hizo brotar una fuente de agua de la roca de Horeb. ¡Qué maravillosa paciencia y tolerancia de Dios hacia los pecadores que le provocan! Dios muestra su poder y su compasión en medio del desierto y hace un milagro de misericordia para su pueblo.