jueves, 30 de marzo de 2017

No hay amor más grande

Quizá el amor más intenso y el instinto de protección más grande para la humanidad, sean los de los padres hacia sus hijos.
Es poco lo que la mayoría de las madres o los padres dejarían de hacer por su bebé. Si un camión estuviera a punto de arrollarlo, no sería sorpresivo que saltaran frente al vehículo en movimiento sin pensarlo dos veces.
¿No le gustaría a usted ser amado con la misma intensidad? Pues de hecho, el amor del Señor para usted es mucho más profundo y más seguro incluso que el de los padres por sus hijos. La prueba es lo que Dios hizo por nosotros. Romanos 5.8 dice que, aunque vivíamos en desobediencia, Él envió a su único Hijo a morir en la cruz por nosotros.
Piense en un padre que da a su hijo por unas personas que decidieron rebelarse contra él. ¡Qué sacrificio y qué coste tan asombrosos! La muerte de Cristo tomó el lugar del castigo que nosotros merecíamos. Si aceptamos este regalo y decidimos obedecer a Dios, Él ya no nos ve como culpables. Más bien, nos justifica, nos hace justos y cambia nuestro destino final: en vez de enfrentar una separación eterna de Él, disfrutaremos de su presencia toda la eternidad. Es más, el Dios todopoderoso nos adopta como hijos suyos para siempre. Nuestro Padre celestial nos guía, protege y aconseja a lo largo de la vida, y nos promete que estaremos seguros en Él toda la eternidad.

miércoles, 29 de marzo de 2017

La Oración Modelo

Jesús nos dejó El Padre Nuestro como un modelo de oración. Estás invitado a que ores esta oración en un momento de quietud, pensando en lo que realmente significa, y viéndolo ahora de otra forma.
Mateo 6:9-13.
Padre nuestro que estás en los cielos…Que tu nombre sea santificado en mis labores hoy, así como tu nombre es santificado en el cielo.
Venga tu reino:  En mi vida sobre la tierra, así como tu reino funciona en el cielo.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. En mis estudios, mis trabajos, mis compromisos, mis viajes, mis decisiones, así como tu voluntad es hecha perfectamente en el cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy. Para nuestra fortaleza física, para todas nuestras necesidades.
Y perdona nuestras deudas o pecados y las consecuencias que incluyen mis acciones e intenciones, en la medida en que perdono a mis deudores así como tú me has perdonado.
No nos metas en tentación. No permitas que el pecado me sobrecargue, pero dame la victoria hoy.
Líbrame del mal. Protégeme del daño físico y espiritual.
Porque tuyo es el reino. Reconozco tu Soberano control sobre mi vida.
Tuyo es el poder. Reconozco tu habilidad para hacer estas cosas.
Tuya es la Gloria. Yo doy crédito por cada respuesta.
En el nombre de Jesús, amén.

Los mejores socios

¿No puedes dormir porque te preocupa tu situación profesional y financiera?
Ése era el caso de David, un hombre de negocios de mediana edad que siempre le decía a la gente que haría esto o aquello en su negocio de relaciones públicas; siempre era algo que seguro que le daría más dinero. Día tras día, sin embargo, las cosas nunca pasaban según su predicción y se sentía un fracasado. Al final, su negocio fue a la bancarrota.
En aquel entonces, estaba devastado, pensando que nunca lograría recuperarme en las finanzas, dijo David. Me sentía desesperado.
No obstante, recuperó la independencia financiera. A decir verdad, David llegó a tener un enorme éxito en el mundo de los negocios. Acreditó su nuevo éxito tener a Dios como su socio comercial.
Me encanta la gente, dijo. Pero antes, trataba de cubrir mi presupuesto con las matemáticas, que nunca me gustaron mucho en la escuela. No sorprende que tuviera que luchar tanto en mi trabajo.
Al mirar atrás, David dice que quedarse en la quiebra fue lo mejor que le sucedió porque le hizo cambiar de actitud. Comenzó a confiar en Dios.
Antes, temía correr riesgos… probar nuevas cosas, explicó. Ahora, si algo no da resultado en mi negocio, no lo miro como un fracaso. Lo veo como una oportunidad de probar otra cosa.
Si tenemos muchas dificultades en cubrir nuestro presupuesto, podemos revisar nuestra situación y pensar en formas de cambiar, como lo hizo David. Podemos encontrar un trabajo que nos guste. Al hacer todo lo que podamos en nuestro trabajo, siendo lo mejor posible, podemos disfrutar la vida que Dios designó de forma especial para nosotros.
Santiago 4:15-16
Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus soberbias. Toda esta jactancia es mala.

El poder de la voluntad

«Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer, para que se cumpla su buena voluntad». Filipenses 2: 13, NVI

El redentor del mundo acepta a los seres humanos tal como son, con todas sus necesidades, imperfecciones y debilidades, y no solamente los limpiará de pecado y les concederá redención por su sangre, sino que satisfará el anhelo de todos los que consientan en llevar su yugo y su carga. Es su designio dar paz y descanso a quienes acudan a Él en busca del pan de vida. Solo nos pide que cumplamos los deberes que guiarán nuestros pasos a las alturas de una dicha inefable, que los desobedientes jamás podrán alcanzar. Para disfrutar de una vida abundante y dichosa «el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria» (Colosenses 1: 27, NTV).
Resultado de imagen de El poder de la voluntad entreegada a DiosMuchos se preguntan: ¿Cómo me entregaré a Dios? Tú deseas hacer su voluntad, pero eres moralmente débil, esclavo de la duda y dominado por los hábitos de tu vida pecaminosa. Las promesas y resoluciones que haces son tan frágiles como telarañas. No puedes gobernar tus pensamientos, impulsos y afectos, y el recuerdo de tus promesas no cumplidas y de tus votos quebrantados debilita la confianza que tenías en tu propia sinceridad, y te induce a sentir que Dios no puede aceptarte; pero no tienes por qué desesperarte. Lo que necesitas es tomar conciencia del verdadero poder de la voluntad. Este es el poder gobernante en la naturaleza del ser humano, o sea, la facultad de decidir o elegir. Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios nos dio a los seres humanos la capacidad de elegir; así que nos toca ejercerla. Tú no puedes cambiar tu corazón, ni entregar por ti mismo tus afectos a Dios, pero sí puedes elegir servirle. Puedes entregarle tu voluntad para que Él produzca en ti tanto «el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2: 13). De ese modo tu naturaleza estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo, tus afectos se concentrarán en Él y tus pensamientos se pondrán en armonía con los suyos.
La intención de ser bondadoso y santo es loable, pero si no pasas de ahí de nada te servirá. Muchos, esperando y deseando ser cristianos, se perderán. No llegan al punto de someter su voluntad a Dios. Nunca toman la decisión de ser cristianos.
Por medio del debido ejercicio de la voluntad puede obrarse un cambio completo en tu vida. Al entregar tu voluntad a Cristo, te unes con el poder que «es la cabeza de todo principado y potestad» (Colosenses 2: 10) y recibirás poder de lo alto para permanecer firme. Si te entregas a Dios todos los días, estarás capacitado para vivir una vida nueva, la vida de la fe.

Controlando los pensamientos negativos

¡Qué astuto es el enemigo!, porque se necesita mucha astucia para hacernos creer tantas cosas que no son ciertas.
Hay algo que debemos tener muy claro, y es que todos pecamos, y que cada día nuestra naturaleza pecaminosa nos orienta hacia el pecado. La diferencia desde el día que le entregamos nuestra vida a Cristo, es que ya no vivimos para satisfacer nuestros deseos carnales de pecado, sino para negarnos a nosotros mismos y vivir para Dios.
pensandoTeniendo en cuenta esto, y que todos somos fácilmente seducidos por el pecado, debemos tener cuidado cuando nos detenemos y escuchamos la voz del enemigo de nuestras almas, quien es un experto en acusarnos y culparnos de cada cosa por mínima que parezca.
Es muy común saber de personas que no pueden alcanzar la felicidad, ni siquiera estando en los caminos de Dios, porque el enemigo los hace sentir culpables de tener deseos pecaminosos en su mente.
Pensamientos negativos todos tenemos, incluso muchos los tenemos diariamente, pero la Biblia nos da las claves para vencer esta situación. Dios no nos va a juzgar por pensar mal, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, por eso el Apóstol Pablo nos da un consejo para ayudarnos a revertir esta situación: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960).
¿Qué pensamientos son los que están debilitando tu vida espiritual? ¿Qué es lo que el enemigo usa para hacerte sentir culpable y no perdonado?

martes, 28 de marzo de 2017

¿Cómo poder creer en la salvación solo por la fe, cuando el único caso de "solamente por la fe" en la Biblia (Santiago 2:24), dice que la salvación no es solo por fe?"

Resultado de imagen de "¿Cómo poder creer en la salvación solo por la fe?Es totalmente cierto que el versículo de la Biblia que contiene la frase exacta "solamente por la fe", parece argumentar en contra de que la salvación es solamente por fe. Santiago 2:24 dice, "Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe". Sin embargo, rechazar la doctrina de la salvación solamente por la fe basándose solo en este versículo, tiene dos problemas. En primer lugar, el contexto de Santiago 2:24 no es argumentar en contra de la doctrina de la salvación que es únicamente por fe. En segundo lugar, la Biblia no requiere contener la frase exacta "solamente por la fe", a fin de enseñar claramente que la salvación es solo por ella.

Santiago 2:14-26, y especialmente el versículo 24, ha sido tema de algunas confusas interpretaciones. El pasaje pareciera definitivamente estar en contra respecto al concepto de la "salvación solamente por la fe". Pero en primer lugar, hay que aclarar un malentendido, es decir, Santiago quiere decir lo mismo con la palabra "justificado" en Santiago 2:24, al igual que Pablo en Romanos 3:28 "
Concluimos, pues, que el hombre es justificado por la fe sin las obras de la Ley". Pablo está usando la palabra justificado para querer decir "declarado justo por Dios". Pablo está hablando de la declaración legal, de Dios  a nosotros, siendo tan justos como la justicia de Cristo que se aplica a nuestra cuenta. Mientras, Santiago está usando la palabra justificado para querer decir "ser demostrados y probados (probar algo con razones convincentes, sus obras).

Santiago 2:24 se puede interpretar de la siguiente manera: "Ustedes ven que una persona es considerada justa por lo que hace y no solamente por la fe" (énfasis añadido). O, "Por lo que ven, hemos demostrado estar bien con Dios por lo que hacemos, y no solo por la fe" (énfasis añadido). Todo el pasaje de Santiago 2:14-26 es acerca de demostrar la autenticidad de su fe por lo que se hace. Una verdadera experiencia de salvación por fe en Jesucristo, redundará inevitablemente en buenas obras (Efesios 2:10). Las obras son la consecuencia, la demostración y la prueba de nuestra fe (Santiago 2:18). Una fe sin obras es inútil (Santiago 2:20) y muerta (Santiago 2:17); en otras palabras, no es fe verdadera en absoluto. La salvación es solamente por la fe, pero la fe nunca estará sola.

¿Por qué no alcanzo lo prometido?

“Gran parte del conocimiento de las cosas divinas se nos escapa por falta de fe”. Heráclito
Un capítulo verdaderamente sobresaliente de la Biblia es Hebreos 11; es el capitulo de la fe y lo que llama poderosamente la atención es que por la fe muchas personas conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido…
Y ¿por qué no tengo éxito? ¿Por qué no estoy alcanzando mis sueños?
Imagen relacionadaUna de las razones puede ser por nuestra incredulidad, por la duda, por el miedo, por nuestra poca fe en las cosas que emprendemos. 
Nuestros sueños no podemos alcanzarlos cuando en nuestro corazón no hay fe. Si tú no crees en tus sueños nadie más va a creer en ellos. Si dejas que los temores crezcan en tu vida, tú mismo estarás impidiendo lograr tus sueños.
El verdadero éxito viene de adentro, de lo interno, y se manifiesta en lo externo. La batalla comienza desde adentro, todo lo ganas desde el corazón. Debes estar convencido de que ese sueño que Dios puso en tu corazón es real. La fe es saber que lo que esperas ya está hecho, es una convicción, no una exageración. No se trata de convencer a los demás, es estar convencido de que puedes lograrlo. Es anticiparse a la acción, anticiparse a lo que esperas que suceda.
¿Qué cosas esperas que sucedan en tu vida? ¿Qué pasos vas a dar para que sucedan?
Es tiempo de que dejes de pensar con mentalidad de langosta y comiences a pensar con una mentalidad de gigante, de que puedes alcanzar la tierra prometida. Somos más grandes de lo que pensamos, Dios nos diseñó para ganar, para hacer grandes cosas.
Si hay cosas que no estás logrando en tu vida, en tu matrimonio o en tu trabajo o negocio, probablemente es por falta de fe, porque la duda te asalta y no puedes avanzar. La fe auténtica debe ser definida y libre de toda duda. En el momento que dudes deja de ser fe.

Andar tomados de la mano del Señor

PROVERBIOS 3:33 “El Señor maldice la casa del malvado, pero bendice el hogar del hombre justo”.
La Palabra de Dios (la Biblia), es la verdad de Dios revelada. Verdad que es directa y sin adornos. Por eso muchas veces nos duele, pues llega hasta lo profundo del corazón, y denuncia nuestras malas ideas e intenciones que tenemos alojadas por vivir en el pecado.
El versículo anterior es determinante y directo al decir que la bendición de Dios mora en la casa de los justos, pero que la maldición está en la casa del impío. Solemos pensar que un impío es un ladrón, un asesino o un violador, pero si analizamos el significado de la palabra “impío”, ésta quiere decir “alguien falto de piedad”. En nuestro lenguaje popular alguien falto de piedad es aquel que no tiene en cuenta en su vida las cosas de Dios.
Muchos que se dicen cristianos, viven piadosamente un rato los domingos al ir a una iglesia, pero al salir de allí se quitan su máscara religiosa y viven vidas totalmente impías. Mas como cristianos, debemos aprender a vivir y saber mantener la bendición del Señor en nuestros hogares. Debemos aprender a ser padres, madres, esposos, esposas, hijos e hijas que vivan diariamente en la presencia de Dios. Cuando eso sucede, en ese hogar hay bendición y ninguna maldición toma sitio.

Su rostro maravilloso

Buscad al Señor y su poder; buscad su rostro continuamente. 1 Crónicas 16;11
Mi hijo de cuatro años está repleto de preguntas que hacer, y habla todo el tiempo. Me encanta charlar con él, pero ha desarrollado el feo hábito de hablarme dándome la espalda. De hecho, muchas veces acabo diciendo: «No te escucho. Por favor, mírame cuando me hablas».
A veces pienso que Dios quiere decirnos lo mismo; no porque no pueda oírnos, sino porque tendemos a hablar con Él sin «mirarlo». Oramos, pero seguimos envueltos en nuestras preguntas y enfocados en nosotros mismos, olvidándonos de quién es Aquel al que elevamos nuestra oración. Como mi hijo, hacemos preguntas sin prestar atención a la persona a quien le hablamos.
Muchas de nuestras preocupaciones se resolverían mejor si recordáramos quién es Dios y lo que Él ha hecho. Si dirigimos nuevamente nuestra mirada hacia Él, encontraremos consuelo en lo que ya sabemos de su carácter: el Señor es amoroso, perdonador, soberano y bondadoso.
El salmista estaba convencido de que debíamos buscar constantemente el rostro de Dios (Salmo 105:4). Cuando David designó líderes para la adoración y la oración, alentó al pueblo a alabar al Señor por sus atributos y su fidelidad en el pasado (1 Crónicas 16:8-27).
Al volver nuestra mirada hacia el rostro precioso de Dios, hallamos fortaleza y consuelo aun en la incertidumbre.

Señor, que la luz de tu rostro brille sobre nosotros.
Buscar el rostro de Dios fortalece nuestra fe.