martes, 28 de marzo de 2017

¿Por qué no alcanzo lo prometido?

“Gran parte del conocimiento de las cosas divinas se nos escapa por falta de fe”. Heráclito
Un capítulo verdaderamente sobresaliente de la Biblia es Hebreos 11; es el capitulo de la fe y lo que llama poderosamente la atención es que por la fe muchas personas conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido…
Y ¿por qué no tengo éxito? ¿Por qué no estoy alcanzando mis sueños?
Imagen relacionadaUna de las razones puede ser por nuestra incredulidad, por la duda, por el miedo, por nuestra poca fe en las cosas que emprendemos. 
Nuestros sueños no podemos alcanzarlos cuando en nuestro corazón no hay fe. Si tú no crees en tus sueños nadie más va a creer en ellos. Si dejas que los temores crezcan en tu vida, tú mismo estarás impidiendo lograr tus sueños.
El verdadero éxito viene de adentro, de lo interno, y se manifiesta en lo externo. La batalla comienza desde adentro, todo lo ganas desde el corazón. Debes estar convencido de que ese sueño que Dios puso en tu corazón es real. La fe es saber que lo que esperas ya está hecho, es una convicción, no una exageración. No se trata de convencer a los demás, es estar convencido de que puedes lograrlo. Es anticiparse a la acción, anticiparse a lo que esperas que suceda.
¿Qué cosas esperas que sucedan en tu vida? ¿Qué pasos vas a dar para que sucedan?
Es tiempo de que dejes de pensar con mentalidad de langosta y comiences a pensar con una mentalidad de gigante, de que puedes alcanzar la tierra prometida. Somos más grandes de lo que pensamos, Dios nos diseñó para ganar, para hacer grandes cosas.
Si hay cosas que no estás logrando en tu vida, en tu matrimonio o en tu trabajo o negocio, probablemente es por falta de fe, porque la duda te asalta y no puedes avanzar. La fe auténtica debe ser definida y libre de toda duda. En el momento que dudes deja de ser fe.
Hay una reflexión que seguramente las has leído más de una vez:
En un pueblecito de zona rural en los años 50, se produjo una larga sequía que amenazaba con dejar en la ruina a todos sus habitantes, pues subsistían con el fruto del trabajo del campo. A pesar de que la mayoría de sus habitantes eran creyentes, ante la situación límite, marcharon a ver al pastor de la  iglesia y le dijeron:
– “Pastor, si Dios es tan poderoso, pidámosle que envíe la lluvia necesaria para revertir esta angustiosa situación.”
- “Está bien, se lo pediremos al Señor, pero deberá haber una condición indispensable.”
- “¡Díganos cuál es!”, respondieron todos .
- “Hay que pedírselo con fe, con mucha fe”, contestó el pastor .
- “¡Así lo haremos, y también vendremos a los cultos de la iglesia todos los días!”
Los campesinos comenzaron a ir al templo todos los días, pero las semanas transcurrían y la esperada lluvia no se hacía presente.
Un día, fueron todos a confrontar al pastor y reclamarle:
– “Pastor, usted nos dijo que si le pedíamos con fe a Dios que enviara las lluvias, Él accedería a nuestras  peticiones. Pero de esto ya hace varias semanas y no obtenemos respuesta alguna.”
- “¿Han pedido ustedes con auténtica fe?”, les preguntó el pastor.
- “¡Sí, por supuesto!”, respondieron al unísono. 
- “Entonces, si dicen haber pedido con Fe auténtica… ¿por qué durante todos estos días ni uno solo de ustedes ha traído el paraguas?”
Si tenemos fe debemos mostrarla con hechos.
Nada es imposible cuando sabes qué es lo que quieres, cuando sabes cómo llegar allí y cuando tienes la fe de creer que vas a alcanzar lo prometido.
Tú puedes conquistar reinos, puedes alcanzar lo prometido pero tienes que creerlo, tienes que dejar de ser una gallina y elevarte como las águilas. Recuerda que: “Los planes que Dios tiene para ti son de bienestar”.
“La Fe no es simplemente creer en algo; es creer en Dios, es descansar en Él confiando en su Palabra.”  
Hoy es un gran día para comprometerte contigo mismo en cultivar y hacer crecer tu fe. Por medio de ella puedes obtener resultados extraordinarios.

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