martes, 30 de enero de 2018

Un héroe inesperado

Jueces 6:11-16
La época de los Jueces estuvo marcada por la inestabilidad del pueblo de Israel. Los israelitas vacilaban entre seguir al Dios que los libró de Egipto o ceder ante las presiones culturales de los pueblos que los rodeaban; y cuando Israel se alejaba de Dios, Él los entregaba en manos de otros pueblos por su desobediencia; pero cuando se arrepentían y volvían su rostro a Él, entonces los escuchaba y les enviaba un héroe (juez) para liberarlos de la opresión en la que estaban y mostrarles su misericordia una y otra vez.
El contexto de la lectura es precisamente, éste: Israel pidió perdón a Dios, Él los liberó, Israel se olvidó de su Dios y Él los puso en manos de un pueblo llamado Madián. Era una época muy desoladora y desdichada para ellos y sufrían de gran pobreza, pues los madianitas arrasaban como langostas toda su comida. Sin embargo, Israel clamó a Dios y Dios los escuchó. No tenía ningún porqué para escuchar a un pueblo que tuvo la oportunidad de ver su gloria y su poder generación tras generación y que, sin embargo, no lo obedecían y solo recurrían a Él cuando estaban en problemas; pero lo hizo porque nuestro Dios es misericordioso y fiel.
Fue entonces cuando el Ángel de Jehová se le apareció a Gedeón y tuvo una conversación con él. Las palabras que Dios le dijo a Gedeón ese día son una gran enseñanza para nosotros hoy:
1. “Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.” Jueces 6:12
Una mirada al versículo 11 nos muestra que Gedeón estaba sacudiendo el trigo para esconderlo de los madianitas, una actitud no muy valiente ¿no?; de hecho demostraba cobardía y temor. Entonces, ¿Dios se habría equivocado? ¿Por qué le dijo “varón esforzado y valiente” cuando parecía ser un cobarde? La respuesta es que Dios ve más allá de lo que nosotros podemos ver.
Mientras nosotros vemos un hombre que apenas se sabe expresar, Dios ve a un gran líder que va a usar para liberar a su pueblo, como Moisés; mientras nosotros vemos a un pequeño joven que solo tiene talento para pastorear las ovejas de su padre, Dios ve a un gran rey que va a pastorear a todo un pueblo, como David. Mientras nosotros vemos a un cobarde, Dios ve a un gran héroe, como Gedeón. Dios conoce nuestros corazones y Él utiliza a los más inesperados para hacer cosas grandes. Si te han menospreciado, si no te tienen en cuenta, si te han dicho que no tienes un gran futuro por delante, ¡alégrate! Porque Dios ve en ti a un gran héroe y harás grandes cosas.
2. “Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?” Jueces 6:14
Si volvemos al versículo 13 nos encontramos con un hombre descontento y quejumbroso. Es normal estar descontento ante una situación determinada, pero habitualmente reaccionamos con quejas que realmente no tienen razón alguna. Para algunas personas la solución a los problemas está en quejarse, pero no quieren tomar una posición activa para resolverlos. La respuesta que Dios le da a Gedeón lo anima a tomar una posición activa, pero también lo incita a tener fe.
Cuando estamos frente a un problema y vemos nuestra incapacidad para resolverlo, solemos quejarnos y pensar que... “después de todo no puedo hacer nada más”. Pero Dios nos invita a tomar una actitud diferente, Él nos invita a recordar su promesa: “¿No te envío yo?”. Si Él está con nosotros ¿de qué nos vamos a atemorizar? No tengas miedo a hacer lo que Dios te manda hacer, ¿no te envía Él?
3. “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.” Jueces 6:16
Gedeón se creía inferior, incapaz, tenía un gran complejo y la situación por la que estaba atravesando incubaba su inseguridad. Él mismo se veía como un miembro de una familia pobre, el menor de su casa e insuficiente para lograr lo que Dios le había mandado. Pero entonces Dios le enseñó, es más, le aseguró que estaría con él y le daría la victoria con facilidad.
No podemos ser inseguros cuando tenemos a un Dios tan grande que nos defiende y está con nosotros. Muchas veces olvidamos que tenemos un Dios grande y poderoso que nos acompaña, y vivimos acomplejados, llenos de miedos e inseguridades. ¡Ya nunca más! Es seguro que Dios está con nosotros y nos dará la victoria; en su promesa estamos seguros.
Recuerda que:
1. Dios conoce tu corazón y ve más allá de lo que nosotros podemos ver.
2. Si Él te envía a hacer algo no dudes en hacerlo. ¿No te envía Él?
3. Estás seguro en las manos de Dios y Él te dará la victoria.
QUE DIOS LOS BENDIGA
 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.”
Salmo 1:1-3

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