lunes, 28 de noviembre de 2016

Para evitar el lamento

2ª SAMUEL 18:33 “Entonces el rey se turbó, subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró.”
En los años 80, el grupo británico Mike and the Mechanics grabó una impactante canción titulada, «The Living Years» («En Vida»). El protagonista llora la muerte de su padre aunque la relación entre ellos había sido tensa, marcada por el silencio más que el compartir.
1-de-cada-4-jovenes-adultos-lamentan-haber-escrito-mensajes-en-redes-sociales-alguna-vez-en-su-vida-e1375036410921El cantante dice con remordimiento: «No llegué a decirle todo lo que tenía que decir». Arrepentido por las palabras que ninguno de los dos dijo y el amor que ninguno expresó, se lamenta: «Ojalá se lo hubiera dicho en vida».
De manera similar, el rey David lamentó la relación rota con su hijo Absalón. Lleno de ira porque su padre rehusó castigar a Amnón por haber violado a su hermana Tamar, Absalón lo mató y huyó (2ª Samuel 13:21-34).
El siervo de David, Joab, sabía que el rey anhelaba ver a su hijo fugitivo, así que hizo los arreglos para que Absalón se presentara ante su padre.  Pero su relación nunca volvió a ser igual. La amargura de Absalón fue la chispa que encendió un conflicto que terminó con su muerte. Fue una amarga victoria para el rey David, que lamentó la pérdida de su hijo y su fallida relación con él. Sin embargo, no hubo llanto suficiente que pudiera reparar el dolor de David.
Podemos aprender del lamento de David cuando lidiamos con relaciones rotas. El dolor de tratar de arreglar las cosas puede ser grande, pero es mucho mejor hacerlo «en vida».
No permitas que errores pasados te roben tu gozo presente. DIOS perdona y sana. Él endereza y fortalece, pero a menudo obstruimos ese proceso porque nos aferramos al pasado.
DIOS puede darte victoria y libertad, pero tú tienes que poner esos errores pasados en Sus manos. DIOS desea que sus hijos e hijas se amen el uno al otro. A veces hay grietas que nos dividen, pero DIOS nos da poder para reconciliarnos y sanar esas grietas.
¿Tienes relaciones que necesitan sanidad y reconciliación? Entonces, hazlo antes de que sea muy tarde. Abre tu corazón al poder de DIOS y permítele que te ayude a sanar esas grietas.
Una relación rota puede repararse, pero solo si estás en la disposición de intentarlo.
Padre Celestial, Tú nos has enseñado qué es el amor y quieres que valoremos las relaciones que tenemos con nuestros semejantes y nos esforcemos por mantenerlas, en lugar de descartarlas cuando se producen divisiones. En este día traemos ante ti nuestras áreas rotas, así como las de aquellos que conocemos, pidiéndote que comiences tu obra de restauración en cada uno de nosotros y en ellos. Oramos para que Tú restaures toda relación quebrada, ayúdanos a ser sensibles a tu guía y fortalécenos para cumplir tu propósito. En Cristo Jesús te lo pedimos. Amén.
 

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