jueves, 27 de octubre de 2016

La decisión de cambiar

Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? Ezequiel 18:31
Mi hijo compró un pequeño robot y se divertía programándolo para que hiciera tareas sencillas: avanzar, detenerse y retroceder. Incluso hacía que sonara y reprodujera ruidos. El robot hacía solamente lo que mi hijo le decía. Nunca reía espontáneamente ni giraba en otra dirección, ya que no podía elegir.
Cuando Dios creó al ser humano, no hizo robots. Nos hizo a su imagen, de hecho podemos pensar, razonar y decidir; escoger entre el bien y el mal. Incluso, si solemos desobedecer a Dios, podemos decidir cambiar.
Cuando los antiguos israelitas estuvieron en problemas con Dios, Él les habló por el profeta Jeremías, diciendo: «Convertíos, y apartaos de todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina. […] haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo (Ezequiel 18:30-31).
Esta clase de cambio se produce mediante una simple decisión, con el poder del Espíritu Santo (Romanos 8:13). Quizá implique decir que no en un momento crucial. No al chisme, no a la codicia, no a los celos. No a .... Si conoces a Jesús, no eres esclavo del pecado. Puedes escoger cambiar y, con la ayuda de Dios, comenzar hoy con esta transformación personal.

Dios, todo es posible contigo. Con el poder del Cristo resucitado, ayúdame a dar el primer paso a una vida de devoción a ti.
Para empezar de nuevo, pídele a Dios un nuevo corazón.

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