viernes, 28 de octubre de 2016

Supera tus errores, vuelve a comenzar

Un error según el diccionario, es algo equivocado o desacertado. Puede ser una acción, un concepto o una cosa que no se realizó de manera correcta. Partiendo de este punto, habernos equivocado o cometido un error, independientemente del tiempo que haya pasado, recordarlo sin haberlo superado siempre nos traerá, con el recuerdo, un sentimiento de dolor y en ocasiones de impotencia por no poder hacer nada al respecto.
Hay momentos en que quisiéramos tener una especie de máquina del tiempo, para regresar y corregir eso que en el pasado hicimos mal y de lo que hoy vivimos arrepentidos. Tenemos cierta tristeza por no haber hecho lo que en su momento debió ser lo correcto e intentamos cambiarlo, y duele no poder hacerlo, no poder retroceder para evitar ese error cometido, pero duele más vivir cargando con la culpa de todos los errores pasados en el presente.
Todos nos equivocamos, dejaríamos de ser humanos si no cometiéramos errores; algunos fallamos en unas cosas y otros en otras, esa es nuestra naturaleza humana. Sucede que el error lo notamos cuando las cosas ya han pasado, cuando analizamos y el resultado no es el que esperábamos, pero también cuando nos equivocamos nos damos cuenta que nos falta mucho que aprender, y que en ocasiones es la única manera de valorar y comprender las situaciones de la vida.
Duele darse cuenta del error cometido, duele haber tomado una decisión o actitud equivocada, pero detrás de todo el sentimiento está la parte más importante: el aprendizaje que nos ha dejado haber cometido esa equivocación. Aceptar que cometimos un error es el primer paso para superarlo, pues una persona que no acepta que se equivocó difícilmente puede corregir su rumbo, pero el segundo paso es perdonarse a sí mismo; de nada sirve reconocer que cometiste un error si no lo vas a superar, si a cada momento, en lugar de pensar en la lección que recibiste, solamente piensas en que echaste a perder algo importante y no hay nada más que hacer.
Vivir culpándote de haber hecho mal las cosas solo traerá sentimientos de tristeza a tu vida. Esas malas decisiones que un día tomaste respecto a tu situación sentimental, laboral o familiar ya fueron, ya pasaron, y hoy vives un presente que necesita que te despojes del pasado para continuar hacia el futuro. Todos aprendemos de nuestros errores, y no es necesario que te culpes a cada momento por lo que hiciste o dejaste de hacer hace tiempo. Ahora lo que necesitas es preocuparte por no volver a cometer los mismos errores y confiar en que Dios te dará una nueva oportunidad.

Puede que creas que por haberte equivocado perdiste una oportunidad para ser feliz, pero ¡mira!, las personas o situaciones que te niegan las nuevas oportunidades no son las que determinan el rumbo de tu vida, no; nuestro destino lo decidimos nosotros mismos, y tú tienes en una mano la determinación para hacerlo y en la otra la oportunidad que Dios te da para que vuelvas a comenzar.
Qué importante es darte cuenta de tus errores, pero más importante es saber superarlos y comenzar de nuevo, dejar la culpa y la tristeza por haberte equivocado y retomar las riendas de tu vida escribiendo una nueva historia. Un nuevo comienzo de la mano de Dios te dará la seguridad para continuar el camino y descubrir las muchas más oportunidades que Él tiene para ti.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. 
2 Corintios 5:17

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